Cerca del punto más estrecho del Canal, la ciudad portuaria de Dover descansa en una rendija de los acantilados blancos de fama mundial en la puerta de Inglaterra.
Subido a aquellos acantilados está el mayor castillo del país, mientras que el yeso suave está enterrado por túneles militares que se remontan a las guerras napoleónicas.
Como muchas ciudades portuarias, Dover puede ser algo desordenado, pero tiene mucho que mantenerte interesado.
Existen propiedades del National Trust como el faro de South Foreland, donde Marconi llevó a cabo experimentos para cambiar el mundo, o el Museo de Dover, que tiene un barco de la edad del bronce en un estado de conservación inverosímil.
Exploramos mejores cosas que hacer en Dover:
1. Rocas blancas
Fuente: John Hemmings / shutterstockLa primera visión de Inglaterra al cruzar el Canal, los acantilados blancos de Dover se elevan 110 metros y continúan durante ocho millas a ambos lados de la ciudad.
Los acantilados están grabados en la conciencia británica y se refieren a la cultura, desde el rey Lear de Shakespeare hasta las antiguas casas del mar.
En el flanco occidental se encuentra Samphire Hoe, un parque rural, que cubriremos a continuación.
El National Trust mantiene los acantilados del este.
Llegar a la cima del acantilado requiere una subida dura, pero el camino pronto se nivela y tendrá vistas de Francia en días despejados, así como del puerto y los propios acantilados a medida que el camino se curva.
Si se encuentra fresco, puede caminar todo el tramo hasta la pintoresca ciudad costera de Deal antes de tomar el tren de regreso a Dover.
2. Castillo de Dover
Fuente: Filip Fuxa / shutterstockEl mayor castillo de Inglaterra controla la ciudad y el puerto en el flanco oriental de Dover y siempre se ha confiado como la primera línea de defensa del país.
Este refugio fue fortificado no más tarde de la edad del hierro, y todavía se conserva un vestigio del siglo I en forma del faro romano Pharos, que posteriormente fue adaptado como campanario de la Iglesia Intramural de Santa María de Castro.
El castillo empezó a adoptar su diseño actual a partir del siglo XII durante el reinado de Enrique II y fue modificado para la guerra de artillería por Enrique VIII. En las guerras napoleónicas, se excavó en la roca una red de túneles, formada por emplazamientos de cañones y casamatas.
Más tarde se convirtió en un centro de mando militar durante la Segunda Guerra Mundial, y el almirante Bertram Ramsay dirigió su retirada a Dunkerque desde el complejo.
3. Fan Bay Deep Shelter
Fuente: escoge / FlickrEn el lugar del National Trust, a unas cuantas millas a lo largo del acantilado, existe un sistema de túneles excavados para una batería de artillería en la Segunda Guerra Mundial y que finalmente se abrió al público en el 2015. La batería se construyó para atacar a los barcos del Eje que viajaban por el Canal, mientras que el complejo de tú, aseos.
Estos pasajes negros están forrados de acero corrugado y tendrá que llevar un casco para el recorrido.
Tras la guerra, los túneles se llenaron y olvidaron hasta que el National Trust se hizo cargo en el 2012 y empezó a retirar los escombros.
También en Fan Bay se le mostrarán dos espejos sonoros, uno de 1917 y otro de 1921. Antes de los días del radar, estos dispositivos ayudaban a detectar aviones enemigos que atraviesan el canal.
4. Bahía de Santa Margarita
Fuente: SRaro / shutterstockA medio camino de Dover a Deal, puede bajar por un camino sinuoso hasta una brecha de los acantilados para encontrarse en esta playa de tejas con unas vistas magníficas de los acantilados.
La bahía de St Margaret es tan pintoresca a orillas del agua como se ve desde el acantilado y tiene un pequeño paseo junto a un pequeño café y pub.
Ha habido un asentamiento en la bahía de St Margaret desde la edad media y se mencionó en el Domesday Book después de la conquista normanda.
Desde el siglo XIX, un pequeño complejo turístico floreció aquí y acogió figuras literarias como Lord Byron, el escritor de Bond Ian Fleming y el dramaturgo Navidad Coward.
5. Faro de South Foreland
Fuente: Antonio Danna / shutterstockPoco antes de llegar a la bahía de St Margaret, llegará al faro de South Foreland, parecido a un castillo, iluminado por primera vez en 1843 y ahora un monumento del National Trust.
Aunque este edificio victoriano encalado es una maravilla para contemplar y tiene una vista suprema desde la linterna, tiene una historia aún más interesante que contar.
En 1859, el faro de South Foreland se convirtió en el primero del mundo en utilizar una luz eléctrica.
Guglielmo Marconi más tarde utilizó la torre como emisora de radio, recibiendo aquí el primer mensaje de barco en tierra en 1898 y realizando la primera transmisión internacional en 1899 entre el faro y Wimereux a través del Canal.
La luz se apagó en 1988 y se puede entrar para conocer el patrimonio científico del edificio, así como la familia Knott, una larga línea de fareros que operaban esta señal y su predecesor del siglo XVIII.
6. Samphire Azada
Fuente: Roberto La Rosa / shutterstockEn la costa oeste de Dover se encuentra un parque rural propiedad de Eurotunnel, la empresa responsable del túnel del Canal.
En realidad, se trata de un pedazo de tierra recuperada al pie de los acantilados, iniciado en 1988 con 4,9 millones de metros cúbicos de escombros de marga de yeso de la excavación del túnel.
El parque tiene una vista fantástica sobre los acantilados blancos y la gente viene a andar y en bicicleta ya apoyarse de la pared del mar.
Hay mucha fauna si sabes dónde mirar.
Se pueden ver halcones peregrinos volando sobre las rocas, que también soportan el pipí de roca y los escombros.
El nombre «Samphire Hoe» proviene de rock samphire, una planta comestible que crece en grandes cantidades en las rocas y que ha vuelto a ponerse de moda en la cocina inglesa.
7. El Jardín de los Pinos
Fuente: Kenneth Yarham / WikipediaEn este fuerte descenso a la bahía de St Margaret desde St Margaret’s at Cliffe, el informal Pines Garden se encuentra en seis hectáreas encantadoras.
Hay una cascada, un estanque, un laberinto de hierba y una huerta con más de 40 especias de frutas y verduras.
Una de las muchas cosas especiales del Pines Garden es que es completamente orgánico, utiliza depredadores naturales para hacer frente a las plagas, dependiendo del compost como fertilizante.
Busque Calyx, un edificio eco-cúpula con un techo de césped, alimentado por placas fotovoltaicas y un generador de biomasa, y utilizado para conferencias y eventos.
La tetería del jardín contiguo está abierta de miércoles a domingo y hay un pequeño museo sobre la historia del asentamiento.
8. Museo de Dover
Fuente: Neddyseagoon en Wikipedia en inglés / WikimediaEl City Repository for Archaeology and Art es un edificio con arcadas construido a mediados del siglo XIX para alojar tanto el museo como el mercado de Dover.
El museo perdió dos tercios de su colección cuando fue golpeado por conchas en la Segunda Guerra Mundial, y sus artefactos se dejaron abiertos a los elementos en las cuevas de Dover.
Pero a pesar de este triste pasado, el museo debe estar en sus planes, ya que el segundo piso está ocupado por un barco de la edad de bronce descubierto en un estado de conservación sorprendente bajo una carretera en el año 1992. Este barco, hecho de maderas de roble unidas con costuras de tejo, tiene unos 3.500 años de años posiciones alemanas. campaña en la Segunda Guerra Mundial, natación en el canal y el primer vuelo de Louis Blériot a través del Canal en 1909.
9. La Casa Pintada Rumana
Fuente: The Roman Painted House Dover / facebookEsta cápsula del tiempo de 1.800 años de antigüedad fue hallada por los trabajadores que construían una carretera en la década de 1970.
La casa pintada románica tiene cinco habitaciones de un ‘Mansio’, una casa de huéspedes para funcionarios del gobierno ambulantes, que data de principios del siglo III.
Su valor reside en sus frescos, que se cree que son las pinturas romanas más extensas descubiertas en el norte de los Alpes.
Se pueden ver elementos de 28 paneles diferentes, cada uno con motivos relacionados con Baco, el dios romano del vino.
También puede ver el hipocausto de Mansio y ver exposiciones sobre la vida romana en Dover.
10. Museo del Transporte de Dover
Fuente: Chris Allen / WikimediaEl único museo del transporte de Kent, esta atracción se encuentra en un cobertizo cavernoso en el suburbio de Dover de Whitfield.
Entrar en el edificio es como entrar en otra época, ser recibido por un cilindro de vapor Aveling & Porter de 1924, un charabanc Dennis GL de 1929 (un precursor motorizado de un autobús) y un autocar curvado AEC Reliance de finales de la década de 1950.
Hay un auténtico vagón Roma de 1930, así como un surtido de coches de época como un Land Rover Serie 1 de 1949 y un Austin 7 que data de 1937. Todo esto se acompaña de una exposición sobre las Guerras Mundiales, que incluye un refugio prefabricado de Anderson y un modelo de ferrocarril año tras año.
El museo está abierto los miércoles, fines de semana y festivos en verano y sólo los domingos en invierno.
11. Kearsney Abbey y Russell Gardens
Fuente: John Mavin / WikimediaUna parada de tren en el extremo norte de Dover son dos de los espacios verdes más preciados de la ciudad.
Kearsney Abbey se encuentra en una bifurcación del río Dour, que alimenta a los dos lagos ornamentales del parque, rodeados de un parque informal con árboles viejos altos.
Este parque fue el recinto de una casa solariega del siglo XVIII, cuyo último resto se encuentra en la antigua sala de billar, que ahora acoge una sala de té.
Los jardines Russell se encuentran al otro lado de la carretera y son más formales, ya que han sido diseñados por el arquitecto paisajista eduardin Thomas Mawson.
La vista más bonita aquí es el estanque del canal de 170 m, con un pabellón de barcos dulces y atravesado por puentes palladianos.
Ambos parques recibieron recientemente la financiación de la Lotería del Patrimonio para la restauración.
12. El Memorial Blériot
Fuente: Egghead06 (charla) / WikimediaEl pionero de la aviación Louis Blériot hizo historia en 1909 cuando completó su primer vuelo a través del Canal.
Blériot tenía tres rivales directos en 1909, uno de los cuales, Hubert Latham, había estado a punto de realizar la travesía unos meses antes, pero tuvo que hacer un desembarco de emergencia en el mar (¡otra novedad mundial!). Increíblemente, Blériot no había visitado a Dover antes para averiguar dónde debía aterrizar, sino que buscaba una señal dada por el periodista Charles Fontaine, donde había una gran bandera tricolor en Northfall Meadow.
El lugar exacto al que el avión de Blériot llegó a la tierra con un golpe el 25 de julio de 1909 estaba marcado con una placa y el contorno de piedra de un avión.
13. Camino North Downs
Fuente: Juraj Kamenicky / shutterstockDover es el punto de llegada del North Downs Way, un sendero nacional de 153 millas que comienza en Farnham en Surrey.
No hace falta ser un excursionista canoso para andar un tramo: Shepherdswell, a 8,5 millas de distancia, sería un buen destino para caminar fácilmente.
La ruta le lleva a través de colinas verdes, pastando la zona de excepcional belleza natural de Kent Downs.
Es un paseo interesante, cruzando una línea de ferrocarril en desuso y pasando por delante de Waldershare House, que data de principios del siglo XVIII.
La casa es privada, pero puede explorar la iglesia de Waldershare, que data del año 1100 y tiene interesantes capillas funerarias de principios del siglo XVIII.
En Shepherdwell puede dar la vuelta y volver a Dover con el mar en el horizonte o tomar un tren hasta Dover Priory para caminar nueve minutos.
14. Western Heights
Fuente: NewnardHouse / shutterstockEsta extraordinaria red de fuertes, murallas y acequias se inició a finales del siglo XVIII a tiempo para las guerras napoleónicas.
Western Heights fue dado de baja poco después de la Segunda Guerra Mundial y el sitio ahora está en parte mantenido por English Heritage.
El pilar defensivo aquí es la Ciutadella en el extremo oeste, con un pozo para asegurar el suministro de agua durante un asedio.
El Drop Redoubt es una fortaleza que más tarde se fortificó con caponeros en la década de 1860 para contrarrestar la amenaza percibida de invasión de Napoleón III. Hay cuarteles de soldados en bunkers a prueba de bombas de la época inicial, así como cuarteles de oficiales, celdas y una sala de guardia de la década de 1860.
Las Western Heights siempre pueden verse desde fuera, pero de momento la fortaleza sólo se puede visitar los días de puertas abiertas.
15. Grand Shaft
Fuente: adam1481 / FlickrCuando se estaba construyendo Western Heights, era necesaria una solución para conectar el fuerte con el puerto al pie del acantilado, para permitir que las tropas y el equipo pudieran o desembarcarán rápidamente.
La respuesta fue esta impresionante escalera de triple hélice que hizo espiral 50 metros a través de los acantilados en torno a un pozo de luz central de ocho metros de diámetro.
El proyecto terminó hacia el año 1807, y se rumorea que había una estricta jerarquía de escaleras: una para los oficiales, otra para los suboficiales y la tercera para los soldados de base.
Al igual que con Western Heights, el horario de apertura está restringido, pero no pierdas la oportunidad de ver el Grand Shaft cuando esté abierto.
