Domadores del Club León: Gustavo Matosas y la mejor Fiera de la historia | Soy Fiera
GUSTAVO MATOSAS

Domadores del Club León: Gustavo Matosas y la mejor Fiera de la historia

Intenso, motivador y ganador, Matosas embonó perfecto en un León que lo necesitaba para recuperar su gloria.

Gustavo Matosas celebrando el campeonato del Apertura 2013 en el Estadio Azteca.Créditos: Mexsport.
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En medio de una penumbra que parecía eterna, su intensa personalidad y ambición en el banquillo recuperaron aquella mística que estaba escondida entre los capítulos más escabrosos del Club León, en nueve años de sufrimiento en la Liga de Ascenso.

Aquel miércoles 21 de septiembre del 2011, su primer nombramiento ante los medios de comunicación estremeció a toda la afición panzaverde, sin saber que sería el comienzo de una gloriosa época. 

Con 44 años de edad encima y con 26 de ellos dedicados al futbol, Gustavo Cristian Matosas Paidón impulsó el renacer de una institución que estuvo hundida en lo más profundo de la incertidumbre y la irregularidad por una década. 

El terror que parecía infinito 

Fue un viernes 29 de julio de 2011 cuando la Fiera arrancó su vigésimo torneo como equipo de Segunda División al mando de una auténtica leyenda: Milton Queiroz Tita

Sin embargo, fue un segundo torneo efímero para el histórico ‘10’ esmeralda, pues debido a problemas personales con Paco Gabriel de Anda, entonces director deportivo en turno, Tita se marchó con tres empates y dos victorias en apenas cinco partidos dirigidos. 

Tita tuvo un discreto paso con la Fiera como estratega. Foto: Mexsport.

Como si de un círculo vicioso se tratase, el futuro parecía otra vez oscuro para una franquicia leonesa que comenzaba a desesperarse buscando el regreso a Primera División, ya bajo la administración del Grupo Pachuca. 

Un domador histórico 

Después del polémico cese del brasileño el miércoles 13 de septiembre, la naciente directiva verdiblanca comenzó la que terminó siendo una rápida búsqueda de su nuevo timonel. 

Sólo ocho días pasaron hasta el 21 de septiembre cuando, por medio de su página web, la institución oficializó la noticia que cambió su historia: Gustavo Matosas comenzó su andar como nuevo domador. 

Lo más seductor para contratarlo fue su accionar con los Gallos Blancos del Querétaro, pues además de lograr el título de liga en el futbol de su país con el Danubio en 2005, el explosivo accionar con los queretanos llamó poderosamente la atención. 

Matosas durante su estancia con los queretanos. Foto: Mexsport.

A pesar de un récord negativo de seis victorias, cinco empates y 11 derrotas, Jesús Martínez Murguía y compañía dieron total voto de confianza sin saber que, aquella decisión, marcaría el inicio de su gestión. 

La espera que valió la pena

La era de Matosas tuvo que esperar unos meses para comenzar y es que, en ese mismo Apertura 2011, el estratega apenas había salido de la escuadra emplumada y, ante el reglamento de la Federación Mexicana de Futbol (FMF), está prohibido dirigir a dos escuadras en un mismo semestre, incluso si los equipos eran de distintas divisiones. 

Dicha situación provocó la lejanía de su mirada en la eliminación verdiblanca a manos de La Piedad en semifinales, por un apretado marcador global de 5-6

Aquello simplemente sirvió para comenzar a construir la característica más importante del equipo: la del orgullo con base en la solidez y regularidad. 

El espectacular juego de Matosas

La historia ya la conocemos: un Clausura 2012 apabullante con 10 victorias y cuatro empates en 14 partidos disputados. 

Además de 28 goles anotados por sólo 10 recibidos, este equipo sólo registró una derrota en los 20 partidos que disputó en aquel semestre. 

La Fiera regresó a Primera División tras varios años de sufrimiento. 

Así pues, la Fiera regresó al máximo circuito tras golear a Correcaminos en la final de ascenso y tuvo como torneo debut el Apertura 2012, certamen en el que maravilló al llegar hasta semifinales después de un plausible torneo regular de 33 puntos con un sorprendente tercer lugar general. 

Aunque la historia cambió para el primer semestre del 2013, con un Clausura sin liguilla, el torneo Apertura de aquel año fue histórico para la Fiera, pues sólo un año fue suficiente para levantar el sexto título de liga de su historia, frente al América en el Estadio Azteca. 

Destinado a la historia, se erigió como el segundo entrenador en la historia de los torneos cortos en coronarse Bicampeón a lado de Hugo Sánchez. 

Con una clasificación a liguilla de último minuto, el rugido fue sonoro e imponente a nivel nacional, y en cancha de los Tuzos del Pachuca, lograron la séptima liga de su historia al concretar el sueño del ‘Bi’. 

Más allá de un estrepitoso Apertura 2014 con especulaciones de una prematura salida a las Águilas del América en plena competición, la huella de Gustavo Matosas persistirá en el recuerdo con seis temporadas de tintes históricos. 

Matosas celebrando con creces el Bicampeonato. Foto: Mexsport.

El ojo clínico y la confianza en el jugador

Lo táctico siempre es parte importante del juego por ser esa base para el rendimiento óptimo de un plantel de más de 20 jugadores. 

No obstante, la parte mental puede ser incluso más determinante y, en este sentido, Matosas siempre supo cómo inmiscuirse en la mente del jugador e imprimirle una confianza que, quizás, no pudo haberse alcanzando sin su motivación. 

“Nos quitaba mucho la presión, pero sí era muy exigente en los entrenamientos, allí sí te presionaba, la verdad mis respetos y que bueno que siempre fue así porque ya después llegaron los resultados”, sentenció Eder Pacheco, el goleador del Ascenso en entrevista para SoyFiera. 

Con él en su gestión, varios jugadores en su momento desconocidos, alcanzaron la consagración total en Primera División gracias a una conexión muy pocas veces vista sobre el terreno de juego. 

José Juan Vásquez: Lo observó en un amistoso con Celaya y lo fichó para el Clausura 2012. Pasó de ser un total desconocido a ser uno de los referentes del Tricolor en Brasil 2014. 

Carlos ‘Gullit’ Peña: Relegado de Tuzos, encontró un segundo aire con la Fiera donde la rompió a tal grado de llegar a Brasil 2014 con la Selección Mexicana. 

Luis Montes: Caso similar al del ‘Gullit’, explotó sus cualidades de forma gratificante y sorprendente con una inteligencia bastante especial en el mediocampo. 

Rafael Márquez: La sapiencia que necesitaba en zona defensiva llegó con el histórico y sorpresivo fichaje del ‘Káiser’, quien pudo campeonar en México después de triunfar en España con el Barcelona. 

William Yarbrough: Una lesión de Melitón Hernández le abrió las puertas al arquero hidrocálido quien, con sendas actuaciones, fue el arquero titular en el Bicampeonato. 

Eisner Loboa y Darío Burbano: Desde su integración en la Liga de Ascenso, el charrúa supo potenciarlos a un nivel superlativo que, ya estando en el máximo circuito, desató el interés de varios grandes del circuito mexicano. 

Mauro Boselli: “Acá te voy a armar el equipo para que vos seas el goleador tres años”... y así fue. La promesa de Matosas se hizo toda una realidad: 130 goles en 221 partidos oficiales como jugador esmeralda. 

La conexión entre jugadores, cuerpo técnico y afición, es una que muy pocas veces se ha visto en la ciudad. Foto: Mexsport.

Su once ideal 

  • Portero: William Yarbrough. 
  • Defensas: Edwin Hernández, Ignacio González, Rafael Márquez y Johny Magallón. 
  • Mediocampistas: Burbano, Montes, Peña, Vásquez y Loboa. 
  • Delantero: Mauro Boselli. 

Los números de Gustavo Matosas

(En todas las competencias: Liga, Copa, Concachampions y Copa Libertadores).

  • 148 partidos. 
  • 66 victorias. 
  • 43 empates. 
  • 39 derrotas. 
  • 257 goles a favor. 
  • 160 goles en contra. 
  • 241 puntos. 

EN LIGUILLAS (incluye Liga de Ascenso)

  • 22 partidos. 
  • 12 victorias. 
  • Seis empates.
  • Cuatro derrotas. 
  • PALMARÉS: Tres títulos: Clausura 2012, Apertura 2013 y Clausura 2014.

Lo mejor

La confianza en sus jugadores y sus discursos en los entrenamientos y antes de salir de los hoteles de concentración armaban una motivación insuperable.

Los esmeraldas salían a “morirse” en la cancha y su esfuerzo incesante enamoró a una afición que los seguía a cualquier estadio, pues además de correr y ganar, ese León atacaba sin importar rival, escenario o circunstancia.

Lo peor

La única deuda de Matosas fue en el plano internacional, pues aunque condujo el histórico “Maracanazo”, venciendo a Flamengo en el Maracaná en la Copa Libertadores de 2014, este León no pudo trascender ni en ese torneo continental, que jugó dos veces, ni en la Liga de Campeones de la Concacaf, en la que tropezaron en la fase de grupos de 2014.

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