Ramón de Valenzuela, el escritor que inmortalizó “O Naranxo” - Faro de Vigo

Ramón de Valenzuela, el escritor que inmortalizó “O Naranxo”

El autor de la primera novela en gallego basada en la guerra civil española, ‘Non agardei por ninguén’, escribió un conjunto de relatos sobre un curioso personaje lalinense considerado como “o rei dos tolos” y protagonista de mil historias en Deza

El escritor silledense, en una de sus imágenes más difundidas.

El escritor silledense, en una de sus imágenes más difundidas. / FDV

Antonio Vidal Neira

Ramón de Valenzuela nació el 3 de octubre de 1914, en la aldea de Abades, cerca de A Bandeira (Silleda), en el pazo conocido como Casa da Viña, en una familia de acomodada posición social y cierto abolengo. Era hijo de Dolores Otero y del médico José de Valenzuela Ulloa, que descendía de una casta de militares extremeños que llegaron a Galicia a principios del siglo XIX y eran parientes de los Ulloa de Filgueiroa (Donramiro).

Con 17 años, Ramón organiza en su aldea una escuela para analfabetos a los que enseñaba a leer y escribir en gallego y empieza a colaborar con el periódico agrarista lalinense Razón con cuentos (O billete de ida e volta) y una serie de artículos (Cartas a Alfonso d’Outeiro), que firma como Ramón da Viña. Se traslada a Santiago de Compostela para terminar el bachillerato e inicia la carrera de Derecho, en el curso 1931-32 y, al año siguiente, cambia para Filosofía y Letras.

En 1935 se incorpora a Mocedades Galeguistas, y al Partido Galeguista en Deza, participando en numerosos actos públicos en la comarca. Quizá en esta época fue cuando conoció a Laxeiro, con el que mantuvo una gran amistad, al maestro Manuel González, a Xesús Golmar y a Enrique Vidal Abascal, que forman la élite intelectual de la comarca. Participa como orador en el multitudinario acto celebrado en O Candán el 15 de agosto de 1933, junto a Alonso Ríos, Otero Pedrayo, Vicente Risco, Suárez Picallo y Blanco Amor. Colabora con el Seminario de Estudios Galegos, en la sección de etnografía y folclore, dirigida por Vicente Risco, donde conoce a Bóveda y a Castelao. Este se iba a convertir en su maestro y, de hecho, era conocido como el “secretario” de Castelao, a quien acompañó a Madrid con motivo del Estatuto de 1936.

El matrimonio formado por Ramón de Valenzuela y Mariví Villaverde con sus hijos.

El matrimonio formado por Ramón de Valenzuela y Mariví Villaverde con sus hijos. / FDV

En 1933, ingresa en la Escuela Normal de Pontevedra, donde sigue los tres cursos perceptivos de la carrera y durante dos años trabaja como profesor. En este periodo, bajo el seudónimo de Pepe dos Cestos, narraba cuentos populares y algunas cousas de Castelao en Radio Pontevedra y en teatros, festivales y ferias; actividad que abandonó porque parece que sus actuaciones tuvieron interpretaciones negativas.

En noviembre de 1934 actuó en el Casino de Lalín acompañando al coro Airiños da Ulla, noticia que recoge el periódico estradense El Emigrado: “El pasado domingo, fue a Lalín a actuar en el Casino, el joven y ya famoso coro de Riobó Airiños da Ulla, en combinación con un grupo de declamación de la Estrada y el famoso cuentista Pepe dos Cestos (Ramón de Valenzuela)”.

Guerra, exilio y cárcel

Durante la Guerra Civil, tras el levantamiento, fue detenido en A Bandeira y encarcelado en Silleda y Santiago; por mediación de un familiar pronto salió de la cárcel y decidió alistarse como voluntario en el bando franquista con la idea de pasar al bando republicano. Fue destinado al juzgado militar de Cáceres, pero pronto solicita el traslado al frente de combate porque los informes que llegaban de Galicia empezaban a constituir un serio peligro. Ya en el frente, el 8 de diciembre de 1937 pasa al bando republicano y lo primero que pide es ver a Castelao, con el que participará en un mitin celebrado en Lalín en los años finales de la República.

En 1939 pasa a Francia y es internado en el campo de concentración de Argelés. Pronto recupera la libertad y colabora con el ejército francés. Ese año en Francia conoce a María Victoria Villaverde Otero, que sería su mujer, natural de Vilagarcía de Arousa, hija del diputado Elpidio Villaverde y también escritora. Cuando Alemania ocupa Francia es devuelto a España, donde es condenado a veinte años y un día de prisión, con once años de inhabilitación para la docencia.

En 1944 sale en régimen de prisión atenuada, después de redimida parte de la pena con trabajos forzados. Al año siguiente se casa en Vilagarcía con Mariví y termina los estudios de Filosofía y Letras, Sección de Historia, en junio de 1947. Dos años después, en 1949, consigue el indulto de la prisión atenuada y marcha a Buenos Aires con su mujer y sus dos hijos.

Actividad en Argentina

En Argentina tiene que trabajar en actividades comerciales y continúa su labor política e intelectual: como crítico literario en La Gaceta de Tucumán, en donde publica narraciones cortas y en Galicia Emigrante, dirigida por Luis Seoane; estas narraciones las recogerá en el libro de relatos titulado O Naranxo. El título de la obra alude al seudónimo de un curioso personaje real lalinense, Manuel González Ferradás (Santiso, 1879-A Xesta, 1945), un “loco de aldea” que adquirió figura de leyenda hasta convertirse en un elemento vivo del folclore de la tierra de Deza y que hoy da su nombre a una asociación cultural de Lalín.

Recreación de la figura de O Naranxo por la cerámica de Sargadelos.

Recreación de la figura de O Naranxo por la cerámica de Sargadelos. / FDV

Formó parte de AGUEA (Asociación Galega de Universitarios, Escritores y Artistas) y dio clases de Geografía de Galicia en los cursos que organizaba este colectivo, teniendo como alumnos a Neira Vilas y a su mujer. Colaboró con las secciones culturales del Centro Gallego de Buenos Aires. Es durante esta etapa cuando escribe y publica su primera novela, Non agardei por ninguén, y es cuando representa, bajo la dirección de Blanco Amor, As bágoas do demo y traduce A camisa, de Lauro Olmo, y O casamento do Latoeiro, de John M. Synge.

En 1962 en Buenos Aires ingresa en el Partido Comunista de España y cuatro años más tarde regresa y se instala en Madrid; por razones económicas se dedica a la docencia, trabaja como maestro en el Colegio Cisneros y enseña Geografía e Historia de Galicia en el Círculo de Estudios Gallegos que funcionaba en el Club de Amigos de la Unesco, aunque viaja mucho a Galicia. Dio numerosas conferencias sobre temas gallegos.

En los últimos años dejó la política por los disgustos originados por la conferencia que, con el título de Historia do galeguismo político, pronunció en 1976 en la Facultad de Económicas de Santiago. Después de todos estos sucesos se sintió desconcertado y desencantado por cómo se estaba llevando a cabo la transición y dedicó sus últimos años a vivir para la familia y su círculo de amigos, a los que les contaba las anécdotas de O Naranxo. Falleció el 27 de octubre de 1980 y fue enterrado en el cementerio de Adina, en Sanxenxo (Pontevedra), en medio de sentidos homenajes.

De Valenzuela, además de una vida que incluyó cárcel, exilio y un trabajo ímprobo, son referencia especial sus obras, en las que está muy presente la figura del lalinense O Naranxo: Non agardei por ninguén (1957), As bágoas do demo (1964), O Naranxo, que inmortalizó Laxeiro (1974), Era tempo de apandar (1980) e Historia do galeguismo político.

Suscríbete para seguir leyendo