El futuro de Dembélé pasa por un acuerdo entre Barcelona y PSG | Deportes | EL PAÍS
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El futuro de Dembélé pasa por un acuerdo entre Barcelona y PSG

El conjunto catalán consigue dilatar la negociación y evitar el pago de la cláusula de 50 millones tras la decisión del jugador de buscar una negociación entre las tres partes

DEMBELÉ
Ousmane Dembélé en su último partido contra el Real Madrid en el clásico disputado por el Barça en Dallas (EE UU).Jeffrey McWhorter (AP)

El futuro de Ousmane Dembélé parece alejarse de Barcelona, aunque su traspaso al PSG no se va a ejecutar hoy, tal y como percibían en Can Barça los últimos días. Todo parecía indicar que el internacional francés recalaría en el conjunto parisino antes de que terminara este lunes 31 de julio tras el pago de su cláusula de rescisión, 50 millones, que a partir de mañana, 1 de agosto, ascenderá a 100. La posible salida del jugador, rápida e inesperada, pilló de sorpresa al Barcelona. Para Xavi el atacante es imprescindible e intransferible y temían el pago de su cláusula de rescisión. El PSG y el representante del jugador, Moussa Sissoko, tenían prisa en cerrar el acuerdo antes de acabar el mes de julio. Sin embargo, la decisión final ha recalado en el propio Dembélé, que busca irse del conjunto azulgrana pero que ha pedido que haya un acuerdo entre las tres partes.

A pesar de que su futuro estaría cerca de París, el Barça respira al conseguir que el PSG no se lleve a un jugador capital por 50 millones. Una cantidad de la cual el club solo percibiría la mitad (25 millones) y la otra parte iría a parar a los bolsillos del propio jugador, tal y como habían acordado en su renovación del verano pasado. De momento, Dembélé viajará hoy con el resto de la expedición azulgrana a Las Vegas para el último partido de la gira americana ante el Milan (miércoles a las 5:00). A partir de esta medianoche, con la cláusula fijada en 100 millones, el PSG buscará un acuerdo con el Barça.

El club presidido por Joan Laporta consigue así sentarse a negociar con los parisinos, aspira a un mayor beneficio y a no llevarse solo la mitad del traspaso. Incluso si finalmente no se llega a un acuerdo y el PSG retira su interés, el club catalán y el propio Xavi conseguirían quedarse con un jugador imprescindible para el técnico azulgrana. Para él siempre ha sido una pieza capital en su esquema, insistió al club para renovarlo el verano anterior y ha reiterado varias veces que “puede ser el mejor del mundo en su posición”.

A pesar de este giro de guion, producido por el deseo de Ousmane de una negociación entre las tres partes, el jugador aceptaría irse, pero no quiere abandonar Barcelona cargando con toda la responsabilidad de su salida después de siete años en la capital catalana. El Barça le ofreció una oferta de renovación hasta 2027 y tenían previsto hablar de ella al volver de Estados Unidos. Pero Dembélé y su representante desconfiaban del club, ya que consideraban que la junta directiva culé tenía la intención de deshacerse del jugador. Además, las relaciones con Mateu Alemany nunca han fluido.

El director deportivo no era partidario de la renovación del francés el verano pasado. De hecho, en enero de 2022, cuando se produjo la ruptura de las negociaciones por las altas exigencias económicas de su representante, Alemany fue tajante: “El jugador no quiere continuar en el Barcelona y no está comprometido con el proyecto futuro del Barça. En este escenario se le ha comunicado a él y a sus agentes que debe salir de forma inmediata del club”. El pasado verano Dembélé se marchaba libre del Barcelona y fue Xavi el que insistió a la directiva culé de la importancia de Ousmane en su esquema de juego y consiguió la renovación del francés, que al no tener más ofertas aceptó una más baja que sus pretensiones iniciales.

Una vez sellada la paz con Mateu Alemany, la incorporación a la dirección deportiva de Deco, que todavía sigue sin ser presentado oficialmente, no fue vista con buenos ojos por parte del entorno del jugador. El hecho de que Deco fuera el representante hasta este mismo verano de Raphinha, jugador con el que compite en la banda, no ha ayudado a que la relación con el portugués sea la mejor.

Las próximas horas se antojan decisivas. El Barça acepta negociar con el PSG por el internacional francés. La única certeza es que el club podrá sacar mayor rédito económico que el esperado inicialmente, aunque perdería a un jugador esencial para Xavi. Su posible salida convierte la posición de extremo izquierdo en un nuevo flanco que reforzar. Abde, que tenía ofertas para marcharse, podrá ver cómo aumentan sus minutos y el club liberaría una parte de la masa salarial que podrá ayudar a la inscripción de los jugadores y a intentar algún fichaje que, hasta el momento, parecía inviable.

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