Fútbol: el doloroso adiós de Ronaldo

  • Daniel Gallas
  • BBC Brasil
Ronaldo en el partido contra Deportes Tolima.

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Pie de foto, Tras la derrota de Corinthians ante Deportes Tolima, los hinchas comenzaron a llamar a Ronaldo "el gordo".

Ronaldo Nazário, uno de los futbolistas brasileños más famosos y exitosos de todos los tiempos, anunció formalmente su retiro de las canchas este lunes, después de 18 años de una carrera marcada por triunfos espectaculares y dramáticas decepciones.

"O Fênomeno" siempre fue un jugador de superlativos: es el máximo anotador en la historia de la Copa del Mundo con 15 goles -uno más que el alemán Gerd Müller- y uno de los dos jugadores que obtuvieron tres veces el título de Jugador del Año de la FIFA, junto a Zinedine Zidane.

Para muchos brasileños, Ronaldo pertenece además al exclusivo grupo de los grandes. Y aunque en su país natal nadie se atrevería a compararlo con Pelé, la estrella de 34 años sí tiene un lugar seguro al lado de otros genios del fútbol, como Romario y Zico.

Su récord como goleador y su larga lista de triunfos, sin embargo, contrastan dramáticamente con el tono amargo y humillante con el que terminó su carrera.

Sus últimos dos años en el equipo brasileño Corinthians, que empezaron con victorias y vítores en 2009, terminaron con violentos y amargos enfrentamientos con aficionados y periodistas, que culminaron con el anuncio del lunes.

Pleitos y violencia

Se suponía que 2011 iba a ser el año de la coronación de la carrera de Ronaldo. Su objetivo era guiar al Corinthians a la Copa Libertadores, el equivalente sudamericano de la UEFA Champions League.

Ronaldo celebra un gol clave, pero en la Copa Mundial de 1998.

Fuente de la imagen, AP

Pie de foto, Ronaldo celebra un gol clave, pero en la Copa Mundial de 1998.

El equipo de la ciudad de Sao Paulo es uno de los más populares de Brasil, con más de 25 millones de hinchas. Pero a pesar de una historia rica en títulos, Corinthians nunca ha ganado la Copa Libertadores.

Las expectativas, sin embargo, pronto se tradujeron en amargos enfrentamientos y violencia.

A inicios de mes, Corinthians fue eliminado en la fase de clasificación para la Copa Libertadores por un pequeño y poco conocido, muy poco conocido: el Deportes Tolima.

La derrota, por 2 a 0, constituyó una humillación histórica, pues nunca un club brasileño había sido eliminado tan temprano en la competencia.

Ronaldo fue identificado por los hinchas como el principal responsable de la eliminación y recibió la mayoría de las críticas.

Y, al día siguiente, la cancha de entrenamiento del Corinthians estaba cubierta de grafittis en los que se burlaban de él llamándolo "O Gordo", en referencia a su peso.

Un día después, 300 hinchas se reunieron frente a la misma cancha y le lanzaron piedras al bus que transportaba a Ronaldo y a sus compañeros.

Ronaldo usó Twitter para tratar de defenderse. Admitió su responsabilidad en la derrota del Corinthians, pero condenó la violencia.

Dijo que había pensado incluso en retirarse, pero añadió que no se iba a rendir por culpa de "críticos y vándalos".

También respondió a las críticas de Neto, uno de los ex jugadores más populares del Corinthians.

Neto, quien actualmente se desempeña como comentarista de televisión, acusó a Ronaldo de ser un "mercenario" que sólo jugaba por dinero.

La acusación se refería a un escándalo de abril de 2008, después de que Ronaldo recogiera a tres transvestistas prostitutos, a quienes denunció posteriormente por extorsión.

El viernes pasado, la presión sobre los jugadores del Corinthians cobró una nueva víctima: el integrante de la selección ganadora del Mundial de 2002, Roberto Carlos, informó de su partida hacia un club ruso, citando, entre otras razones, amenazas recibidas por su familia de parte de hinchas en Brasil.

El domingo, Ronaldo avisó que se retiraría del fútbol.

El ariete aseveró que la principal razón era que su cuerpo ya no podía lidiar con el dolor de las lesiones, a pesar de que sólo unos días antes había dicho en Twitter que estaba en buen estado físico y dispuesto a jugar de nuevo.

Relación amorosa

Sólo dos años atrás, cuando Ronaldo fue transferido a Corinthians, desde el AC Milán, el delantero describió su relación con el club como una "relación amorosa".

El trato fue descrito en Brasil como un hito en la reciente historia de las transferencias futbolísticas, aunque muchos críticos la descartaron como poco importante, asegurando que era la manera dignificada de retirarse de una estrella en declive.

Pero el comienzo de Ronaldo pareció desmentir a los críticos.

En 2009, el delantero anotó goles clave que llevaron a Corinthians a ganar dos títulos en el primer semestre del calendario brasileño: el campeonato del estado de Sao Paulo y la Copa de Brasil, el segundo trofeo en importancia de Brasil.

Sin embargo, ese mismo año, durante el campeonato nacional, resultó lesionado y permaneció en la banca por el resto de la temporada.

2010 fue otro año de grandes expectativas con Corinthians apuntando a ganar la Libertadores, pero Ronaldo y sus compañeros de equipo no lograron derrotar al Flamengo durante la etapa eliminatoria.

Los hinchas se impacientaron durante el resto de la temporada. Corinthians consiguió un tercer lugar en el Campeonato Nacional, pero el astro brasileño mantuvo un bajo perfil en la campaña.

Su retiro no produce gran sorpresa entre muchas personas, dada su lucha con varias lesiones, el dolor y los problemas del peso. Pero incluso entonces conservaba una reputación de hombre que no deja derrotar fácilmente.

Algunos comentaristas declararon su carrera terminada en 1999, cuando Ronaldo sufrió su espectacular lesión a la rodilla. El delantero regresó en gran forma, ganando la Copa Mundial de 2002 y La Liga Española.

Para muchos hinchas brasileños, las amargas circunstancias del adiós de Ronaldo a su carrera pueden ser sólo una nota al pie de página de su fantástico legado y de su controvertida carrera.

Muchos preferirán recordar los dos goles que anotó contra Alemania, en la final de la Copa Mundial de 2002.

Otros insistirán en el controversial colapso nervioso que sufrió horas antes de la final de 1998 contra Francia, cuando Brasil fue derrotado por tres a cero.

Sin embargo, nadie lo olvidará jamás.