El desencanto de Francia por la eliminación del PSG: estacazos contra Luis Enrique y Mbappé

«Petardos mojados, lamentaciones, desencanto… El PSG desperdicia una ocasión en oro«, titula a toda página 'Le Figaro', iniciando su crónica con esta frase: «Ineficacia desarmante que nos hunde en la desilusión».

«Desilusión» que se agrava ante las risas encantadas de los adversarios. 'TF1', primera cadena tv privada, dio la palabra a varios aficionados alemanes, que declaraban entre risas y gritos de alegría: «¡Nunca pensamos que fuese tan fácil!». «La soberbia de un entrenador nulo y el fracaso de un jugador célebre quedan por los suelos. A ver si se entera la afición francesa…«.

Siempre discreto y moderado, 'Le Monde' comienza sus lamentos con esta sentencia: «Escalofriante ineficacia de un equipo adulado sin fundamento«. Sobre Mbappé, un juicio implacable: »Acabó con la boca chupando el césped del campo«. A juicio de 'Le Monde', el presidente del club, el catarí Nasser al-Khelaifi, debiera «repensar» por completo a su equipo, su organización y futuro, a la vista de una catástrofe «desarmante».

Daniel Riolo, por ejemplo, ejecuta al entrenador con esta frase, en RMC: «Presunto entrenador, Luis Enrique es un fraude universal«. Y agrega: »Cuando la estupidez se junta con la estupidez y la presunción, la cosa no puede dar nada bueno. Las cabezas de Mbappé y Luis Enrique se estrellaron contra el Dormund. Más allá de un penúltimo fracaso, la derrota es la culminación de un año largo de gestión catastrófica. Mbappé puede endosar la responsabilidad de todo el equipo, pero, en verdad, se trata de un fracaso colectivo«.

La inmodestia de Luis Enrique, estimando que su equipo había jugado «bien», considerando «injusta» la derrota, suscita reacciones muy duras. BFMTV comenta con ironía cruel: «Luis Enrique Pertenece a una banda de entrenadores que, desde los años de Guardiola, se cree genial por ser un 'discípulo'. Está dejando al descubierto el desastre de su trabajo. Dicen que fue el rey de Barcelona. Al frente de la selección española se pasó mucho tiempo lamentando la mala suerte y la injusticia. Tristes hábitos, que ahora está pagando el PSG. Comenzó limpiando los vestuarios de manzanas podridas. Vale. Ante el Dormund ha demostrado los límites de un trabajo que obliga a repensar el futuro del PSG«.

'Le Parisien' no hace sangre con nadie, pero lamenta una derrota que algo tiene de «tragedia»: «La eliminación hace mucho daño. Deja al descubierto unos fallos que tienen flecos individuales, personales, confirman el fracaso de todos«