Una mujer bajo la influencia - Rodaje | ARTIUM - Biblioteca y Centro de Documentación

Una mujer bajo la influencia

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Rodaje

A principios del otoño de 1972, Cassavetes reunió al equipo de rodaje y señaló el 1 de noviembre de 1972 como la fecha de inicio del nuevo proyecto. El director ya tenía a su equipo de trabajo, sólo había un problema: no tenía ni dinero ni actor principal, pero eso a John Cassavetes no le procupó. Posteriormente solventados los problemas de actor y dinero, Cassavetes comenzó a trabajar en Una mujer bajo la influencia, una vuelta al "cine amateur" después de las experiencias de Hubsbands y Así habla el amor.

Con esta nueva película, John Cassavetes retoma sus orígenes, en los que no existían plazos fijos para rodar, y si una escena tardaba varios días en rodarse no pasaba absolutamente nada. Durante el rodaje los que trabajaban en la cinta pasaron tantas horas juntos en la casa que llegaron a sentir que estaban en familia. El rodaje de la película duró sesenta y cinco días, empezando un 1 de noviembre de 1972 y terminando el 24 de enero de 1973.

Fotograma de la película.

Durante el rodaje Cassavetes tuvo que rodar con un equipo bastante viejo, en 35 mm y con una cámara voluminosa una Mitchell BNC. También utilizó una cámara Arri para los exteriores y para la cámara de mano. La mayor parte de la película se rodó en el comedor y en el vestíbulo de la casa. Para los cámaras que trabajaban con Cassavetes solía ser muy frustrante que el director prestara más atención a los actores que a ellos, y que no les diera indicaciones en cada momento de cómo debían actuar.

Cassavetes solía contar en sus rodajes con un equipo de técnicos, casi siempre afionados, ya que era de la opinión que los profesionales no se adaptarían a sus particulares métodos de rodaje. Durante Una mujer bajo la influencia, Cassavetes contó con la ayuda de los estudiantes del Instituto de Cine Americano, sin embargo la experiencia no resultó como el director hubiera deseado, ya que al contrario de lo que pensaba, los estudiantes eran demasiado "profesionales" para adaptarse a sus métodos. Tras una dimisión en masa, sólo quedó del grupo un ayudante de cámara llamado Michael Ferris, a quién ascendió a cámara, a pesar de no estar preparado para dicho trabajo. Según John Cassavetes el trabajo le haría coger experiencia.

Los problemas parecía seguir al director, cuando los sindicatos presionaron para paralizar el rodaje al saber que Peter Falk no estaba afiliado. Amenazaron con emprender acciones legales y bloquear la exhibición de la película, cosa que lograrían dos años después.

Una vez solventados los conflictos, se procedió al montaje y a la mezcla de sonido en el Instituto de Cine Americano. Sin embargo el resultado final del sonido no satisfizo al director, que tuvo que volver a mezclarlo en un estudio profesional. El montaje final duraba cerca de cuatro horas, aunque para el estreno Cassavetes la redujo a 144 minutos.