El legado del terror detrás de los cazadores

Los showrunners David Weil y Nikki Toscano hablan sobre la creación de cazadores salvajes a partir de una tragedia indescriptible.

Nunca has visto una serie de televisión como Cazadores. Creada por David Weil, quien actúa como co-showrunner con Nikki Toscano, y producida por Amazon y Monkeypaw Productions de Jordan Peele, la serie de 10 episodios está ambientada en 1977 y sigue a un grupo heterogéneo y diverso de espías, investigadores y asesinos clandestinos que están se propone encontrar y detener una ola de ___s que se han infiltrado en los Estados Unidos. Los Cazadores están rastreando potencialmente a cientos de monstruos ___s supervivientes, que están aquí para idear un plan diabólico y pronto comenzar a cazar también a los Cazadores.

Si bien perseguir a los ___s en Estados Unidos no es una idea nueva ni, lamentablemente, ficticia, Cazadores lleva el concepto a los extremos. La serie oscila entre flashbacks solemnes de los horrores de los campos de concentración, escenas intensificadas de acción y violencia en su escenario de 1977, y momentos ocasionales de pura locura que rompen el formato, como un número musical en un paseo marítimo de Coney Island o la introducción del Cazadores a través de algo parecido al tráiler de una película de explotación.

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El programa está protagonizado por Logan Lerman como Jonah, un joven disoluto de Brooklyn cuya querida abuela Ruth es asesinada frente a él por un agente por su papel en los Cazadores, del que Jonah no sabía nada. Meyer (Al Pacino, en su primera serie de televisión regular), quien, al igual que Ruth, sobrevivió a los campos y se unió a ella y a otros para vengarse años después, lo pone rápidamente al día. Los otros cazadores incluyen una pareja judía en disputa (Saul Rubinek y Carol Kane), un veterano de Vietnam (Louis Ozawa Changchien), una luchadora tipo Cleopatra Jones llamada Roxy (Tiffany Boone), un actor fracasado y “maestro del disfraz”. ” (Josh Radnor) y un agente del MI6 haciéndose pasar por monja (Kate Mulvany).

Las otras tramas siguen a una agente del FBI (Jerrika Hinton) que está rastreando la conspiración por su cuenta y, por supuesto, los propios villanos, liderados por el gobierno de EE. UU., incluyen a Biff Simpson (un Dylan Baker cadavérico), al sádico asesino Travis (Greg Austin) y el coronel (Lena Olin), el líder sobre el terreno que está allanando el camino para que los ___s lancen su plan.

Weil se inspiró para crear el espectáculo en su propia abuela, Sarah Weil, quien solía contarles a él y a sus hermanos historias sobre cómo sobrevivió a los campos alemanes durante la Segunda Guerra Mundial. “Ella realmente era una persona increíble”, dice Weil en voz baja cuando nos sentamos en el día de prensa de Los Ángeles para Cazadores. “Desde muy pequeña nos contaba sus historias a mis hermanos y a mí. Sobrevivió a Auschwitz-Birkenau, Bergen-Belsen y Unterluss. A una edad tan temprana, esas historias parecían cosa de cómics y superhéroes. Se sentía como una superheroína: esas historias de gran bien versus gran mal”.

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Como el personaje de Jonah, a quien conocemos por primera vez vendiendo marihuana y discutiendo sobre el canon de los cómics y Guerra de las Galaxias con sus dos amigos: la visión de Weil sobre las atrocidades de la historia se filtró a través de la cultura pop y la ficción pulp (“p” minúscula, “f” minúscula). Esa sensibilidad encontró su camino en la estética del ping-pong de Cazadores. “Es paralelo y refleja mi propia evolución de las historias de mi abuela y mi experiencia con esas historias”, dice Weil. “Para mí comenzaron en un lugar de novelas gráficas, cómics y superhéroes. A medida que crecí y aprendí más sobre los grados de horror que ella realmente experimentó, esos colores comenzaron a desaturarse y comencé a ver la cruda realidad de lo que ella experimentó”.

Weil es sincero sobre los cambios de tono del programa (“Para mí, la experiencia de ser judío es una experiencia de horror y humor”) y afirma que no estaba interesado en “dar una lección en cada episodio”. Pero también admite que el programa se oscurece a medida que avanza en su lapso de 10 segmentos. “(Los episodios) ciertamente se vuelven más oscuros”, dice. “Creo que esa es en parte la evolución de la primera temporada. Donde comienza es realmente realzado, una especie de modo estilizado, amapola, cumplimiento de deseos, estilo grindhouse. Los Cazadores nunca incurren en el costo de lo que están haciendo ni sienten el resultado de la violencia que están impartiendo. A medida que aceptan lo que están haciendo, se vuelve un poco más silencioso en ciertos aspectos”.

“Cuando leí las primeras cinco páginas del guión, pensé: “¡Vaya!”. dice Nikki Toscano sobre su introducción a Cazadores. “Pensé que era muy audaz, original y diferente, y me daba un poco de miedo, y por eso supe que quería ser parte de ello”. Toscano dice que fue la naturaleza diversa de los propios Cazadores lo que fue un punto de venta para que ella se involucrara. “Me encantó la idea de que los Cazadores no eran sólo sobrevivientes del Holocausto o únicamente judíos”, explica. “Había algo muy interesante para mí en la idea de que este grupo de personas que han sido perseguidas, pero no necesariamente perseguidas de la misma manera o por la misma razón, se unieran”.

Al igual que Weil, Toscano dice que encontrar el equilibrio adecuado de Cazadores‘ Muchos tonos y escenarios eran de suma importancia. “Creo que hubo muchas discusiones iniciales sobre cómo diferenciar esos diferentes períodos”, dice. “Fue una conversación que tuvimos mucho con nuestros directores y diseñadores de producción sobre el desarrollo de un estilo visual que diferenciara esas cosas. En 1977 la violencia es más pulposa, donde en las escenas del Holocausto la violencia se sugiere más que se muestra. En todo momento hubo mucha conciencia sobre el hecho de que queremos que la representación del Holocausto sea lo más auténtica posible y reverencial hacia las personas que lo vivieron”.

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Toscano añade que incluso ambientar la serie en 1977 fue una elección específica tanto estilística como narrativamente. “Creo que en 1977 había mucho crimen en la ciudad de Nueva York. Había mucha paranoia”, afirma. “Y creo que se prestó a la paranoia de la idea de que los ___s pudieran estar viviendo en Estados Unidos. Es simplemente un período genial y también es vívido y cinematográficamente interesante. (David) tampoco ambientó la serie, digamos, en 2020 porque no quería que nuestros cazadores de ___s rastrearan a personas de 98 años”.

Infligir el tipo de violencia que los héroes del título del programa imponen a sus objetivos definitivamente se vuelve más aceptable (si esa es la palabra correcta) cuando los propios villanos brindan una amenaza física creíble. “Gran parte de la violencia es cruda y horrible, lo cual es importante para justificar y ayudar a comprender por qué nuestros Cazadores están haciendo lo que hacen en los años 70”, dice Weil. “La violencia del pasado se sugiere más cuando la violencia de los años 70 es mucho más sangrienta. Es mucho más pop. Está mucho más en tu cara. A veces me detengo en un solo cuadro del pasado: ¿mostramos esto o no mostramos aquello? Eso fue muy, muy, muy importante”.

La precisión y la melancolía eran los objetivos de las escenas ambientadas en los campos de concentración, que brindan al espectador las historias de fondo no sólo de Ruth y Meyer, sino también de sus verdugos. “Eso era en lo que me iba a dormir pensando y en lo que me despertaba pensando”, admite Weil. “Sentí la presencia de mi abuela y la responsabilidad hacia ella y hacia los millones de sobrevivientes y víctimas del Holocausto. Diseñamos cada elemento y cada cuadro específicamente, especialmente con esas escenas. Teníamos tres investigadores a tiempo completo en plantilla y todo nuestro equipo de producción iba a los museos. Intentamos representar la verdad de esas escenas y nunca quise que se sintieran realzadas o gratuitas”.

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Tan escandaloso como Cazadores Puede ser, y se vuelve bastante loco en el transcurso de los cinco episodios que hemos visto antes de su estreno el 21 de febrero, Weil dice que el programa es, en última instancia, su forma de mantener vivas las historias de su abuela. “Realmente luché con ese derecho de nacimiento, con esa idea de legado”, dice. “¿Cómo continuaré su historia? Creo que la comunidad de supervivientes hoy, y cada año, se hace cada vez más pequeña. Y creo que es responsabilidad de los descendientes de esos sobrevivientes continuar con la verdad frente a tanto antisemitismo y tanta negación del Holocausto. Entonces Cazadores Realmente se convirtió en una carta de amor para mi abuela… y en el cumplimiento de un derecho de nacimiento y un legado de alguna pequeña manera”.

Los 10 episodios de Cazadores están disponibles en Amazon Prime Video ahora.

Don Kaye es un periodista de entretenimiento radicado en Los Ángeles y editor asociado de BestyGame. Otros medios actuales y pasados ​​incluyen Syfy, United Stations Radio Networks, Fandango, MSN, RollingStone.com y muchos más. Lea más de su trabajo aquí. Síguelo en Twitter @donkaye