La histórica clavadista mexicana, Paola Milagros Espinosa Sánchez, nació el 31 de julio de 1986 en La Paz, Baja California Sur. Como la mayoría de los atletas olímpicos, Paola Espinosa llegó a los clavados después de pasar por muchos deportes tratando de canalizar la energía que tenía de pequeña. La adrenalina que le causó su primer clavado hizo que se enamorara del deporte, y hoy, tras más de 20 años de trayectoria es la clavadista más reconocida de México.
Con solo 11 años, Paola comenzó a entrenar como atleta de alto rendimiento cuando la llamaron para concentrarse junto al equipo nacional en la Ciudad de México. La clavadista dejó su casa en Baja California Sur y tuvo un cambio de vida radical para convertir al deporte en su prioridad.
La principal motivación de Paola Espinosa para convertirse en atleta olímpica fueron los Juegos de Barcelona 1992, y aunque cuando comenzó a competir los mejores clavadistas eran hombres, Paola demostró que las mujeres también podían ganar medallas y empezó a formar lo que se convertiría en la nueva generación de clavadistas mexicanas.
Comenzó su participación en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004, donde destacó tanto en la modalidad individual como en saltos sincronizados, aunque no se llevó ninguna medalla. Su segunda participación la tuvo 4 años después en los Juegos Olímpicos de Pekín 2008, Paola y su equipo se habían preparado y su esfuerzo dio resultados al obtener, junto a Tatiana Ortiz, la medalla de bronce en clavados sincronizados. Además, Paola Espinosa fue elegida abanderada de la delegación mexicana durante la ceremonia de inauguración.
Un año después, en julio de 2009, vendría uno de sus mayores logros de su trayectoria deportiva. En el Campeonato Mundial de Natación celebrado en Roma, Italia, Paola obtuvo la medalla de oro en la plataforma de 10 m, ganado a la clavadista china Chen Ruolin, favorita y recién campeona de los Juegos de Pekín.
Sumadas a la victoria del Mundial y los Juegos Olímpicos, se encuentran las medallas obtenidas en distintos Juegos Panamericanos, Paola suma en total 8 oros, 3 platas y 2 bronces. Sin duda, una inspiración para la nueva generación de clavadistas que nacía en México, entre ellas Alejandra Orozco, quien, con solo 15 años, fue su compañera de podio (plata) en los Juegos de Londres 2012, donde Paola se llevaría su segunda medalla olímpica.
Paola y Alejandra asistieron a los Juegos Olímpicos de Rio 2016 para buscar el oro, aunque solo llegaron al sexto lugar. Por su parte, Paola terminó con un amargo cuarto lugar en la prueba individual y se quedó cerca de ganar su tercera medalla olímpica.
Tras 25 años de trayectoria, Paola Espinosa obtuvo el Premio Nacional de Deportes 2019 al Mérito Deportivo otorgado por el gobierno mexicano. Además, la clavadista comenzó su propia Fundación, donde actúa a favor de niños y sus familias desarrollando acciones para prevenir la obesidad, el sobrepeso y bullying infantil.
Aunque la prensa deportiva daba por terminada su carrera como clavadista, el nacimiento de su hija Ivana fue una motivación para Paola, quien demostró que los sueños son para quienes los persiguen regresando en 2018 a los entrenamientos con su nuevo entrenador Iván Bautista. En 2019, mostró que aun tiene mucho por delante al ganar 2 medallas en los Panamericanos de Lima y el bronce en sincronizados durante el Mundial de Gwangju, Korea.
Solo por detrás de María Espinoza, medallista de taekwondo, Paola Espinosa podría convertirse en la segunda mexicana de la historia con 3 medallas olímpicas de resultar victoriosa en los Juegos de Tokio 2020, su próxima meta.