(PDF) La cartografía de Nueva España en la Real Academia de la Historia durante el virreinato de Juan Ruiz de Apodaca (1816-1821) | Carmen Manso Porto - Academia.edu
Seminario Iberoamericano de Descubrimientos y Cartografía ÍNDICE Nota del Consejo de Redacción ........................................................................................................... In Memóriam Caminheira do destino: Entre História, Política e Poesias VANESSA RIBEIRO SIMON CAVALCANTI (In memóriam Dra. Sonia Cavalcanti) ............................. 7 In memóriam Dr. Paulino Castañeda Delgado ................................................................................. 17 In memóriam Dr. Pedro Borges Morán .............................................................................................. 19 Artículos La Cartografía Histórica JESÚS VARELA MARCOS ........................................................................................................................ 21 El plano de México a través de la Sección Capellanías del Archivo General de la Nación JAIME GONZÁLEZ RODRÍGUEZ .............................................................................................................. 31 La cartografía de Nueva España en la Real Academia de la Historia durante el virreinato de Juan Ruiz de Apodaca (1816-1821) CARMEN MANSO PORTO ...................................................................................................................... 43 Especial Independencia Pactismo e Independencia en Iberoamérica: 1808-1811. MIGUEL MOLINA MARTÍNEZ ................................................................................................................ 61 Los peruanos y el exilio español en los siglos XIX y XX. (Apuntes). OSWALDO HOLGUÍN CALLO ................................................................................................................. 75 Bibliografía sobre La Independencia en la obra de Demetrio Ramos Mª EMELINA MARTÍN ACOSTA ............................................................................................................. 91 Reseñas MARTÍNEZ DE SALINAS ALONSO, Mª Luisa: NOTICIAS DE CUBA: Cartas de emigrantes vallisoletanos en la segunda mitad del siglo XIX Mª EMELINA MARTÍN ACOSTA ............................................................................................................. 103 Revista de Historia militar: Repercusiones de la Guerra de la Independencia en América. Instituto de Historia y Cultura Militar. Año LI, número extraordinario (2007). Mª EMELINA MARTÍN ACOSTA ............................................................................................................. 104 LA CARTOGRAFÍA DE NUEVA ESPAÑA EN LA REAL ACADEMIA DE LA HISTORIA DURANTE EL VIRREINATO DE JUAN RUIZ DE APODACA (1816-1821) Carmen Manso Porto Departamento de Cartografía y Artes Gráficas Real Academia de la Historia RESUMEN La Real Academia de la Historia conserva un valioso fondo cartográfico manuscrito que perteneció a Juan Ruiz de Apodaca, último virrey de Nueva España (1816-1821). Este virrey impulsó el desarrollo de una buena cartografía que facilitase el conocimiento del territorio con fines militares y reformistas. Los mapas y planos fueron levantados por oficiales de las jurisdicciones militares y muchos están dedicados al virrey. Los más interesantes ilustran las operaciones militares emprendidas para sofocar las actuaciones de los independentistas y lograr la pacificación del territorio. Ruiz de Apodaca no pudo controlar la situación y fue relevado en el mando. El Plan de Iguala, pactado por Agustín de Iturbide y Vicente Guerrero en febrero de 1821, culminaría el proceso de la independencia. El 28 de septiembre se firmó en la Ciudad de México el acta de la declaración de independencia y el establecimiento del Imperio mexicano. Palabras clave: Cartografía, fortificaciones, independencia, Juan Ruiz de Apodaca, México, Nueva España, Real Academia de la Historia, virrey. ABSTRACT The «Real Academia de la Historia» has a valuable manuscript cartographic fund which belonged to Juan Ruiz de Apodaca , the last vicerroy of «Nueva España» (1816 – 1821). This vicerroy ordered the development of a good cartography in order to facilitate the knowledge of the territory for military and reformist purposes. The maps and drawings, sketches were drawn by officers of the military jurisdictions and many were dedicated to the vicerroy. The most interesting ones illustrate the military operations encountered in order to put down the actions taken by the independences and pacify the territory. Ruiz de Apodaca was not able to control the situation and was relieved from command. The Iguala plan was agreed by Agustín de Iturbide and Vicente Guerrero on February of 1821, which drove to the independence. On the 28th of September the act of the independence declaration was signed in Mexico City therefore giving birth to the Mexican Empire. Key words: Cartography, fortifications, independence, Juan Ruiz de Apodaca, México, Nueva España, Real Academia de la Historia, vicerroy. C a r m e n • 44 M a n s o • P o r t o P ensando en el XV Congreso Internacional sobre Descubrimientos y Cartografía, dedicado a 1808 y el nacimiento del nuevo mapa americano, me ha parecido oportuno revisar y volver a estudiar el fondo cartográfico del virreinato de Nueva España (1816-1821), propiedad del último virrey Juan Ruiz de Apodaca que conserva la Real Academia de la Historia1. Al mismo tiempo, este fondo se ha ido incorporando a una nueva base de datos en la que se ha empleado el formato MARC 21 para la descripción de documentos cartográficos2. Hemos localizado algunas vistas inéditas del fuerte de San Gregorio, que pertenecen a la misma colección. Se comentarán junto con los demás mapas y planos que tratan de las intervenciones militares dirigidas por el virrey de Nueva España Juan Ruiz de Apodaca para sofocar las actuaciones de los independentistas en algunos puntos del virreinato e intentar la pacificación del territorio durante unos años que fueron muy conflictivos en la Península y en Nueva España. Todas estas actuaciones desembocaron en la destitución del virrey por la guarnición de la capital, en el plan de Iguala, también llamado Pacto Trigarante, y en la declaración de la Independencia y formación del Imperio mexicano el 28 de septiembre de 1821. Los mapas y planos seleccionados nos permiten seguir e ilustrar la trayectoria del virrey y de sus oficiales en la misión que se les había encomendado en Nueva España. El virrey Juan José Ruiz de Apodaca no dejó memoria de su gobierno, pero sí una interesante documentación que se conserva en la Real Academia de la Historia (Figura 1). El fondo de Juan Ruiz de Apodaca fue legado a la Real Academia de la Historia en 1883 por su nieto Fernando de Gabriel Ruiz de Apodaca, académico correspondiente por Sevilla desde 1857, militar, escritor y político3. Fig. 1. Retrato de Juan José Ruiz de Apodaca y Eliza, virrey de Nueva España. Anónimo. (Publicado en Jiménez Codinach (p. 226). La colección sobre el virreinato está formada por cincuenta y ocho tomos manuscritos en folio bajo el título Virreinato de México. Gobierno del Excmo. Sr. D. Juan Ruiz de Apodaca. Índices diarios de todos los asuntos despachados por la Secretaría de Cámara y Capitanía General, desde 20 de Septiembre de 1816 hasta 30 de Junio de 1821. – Cincuenta y seis cuadernos apaisados con este título: Virreinato de México. Gobierno del Excmo. Sr. D. Juan Ruiz de Apodaca. Estados diarios de entrada y salida de caudales de la Tesorería general, desde 20 de Septiembre de 1816 hasta 30 de Abril de 1821 4. 1 Mi agradecimiento al Dr. Jesús Varela Marcos por haberme invitado a participar en este Congreso, que me permitió encontrarme con amigos y colegas muy queridos. En el libro MANSO PORTO (1997): Cartografía histórica de América. Catálogo de Manuscritos (siglos XVIII-XIX), Madrid, Real Academia de la Historia, he incluido la colección manuscrita de las expediciones al Pacífico desde el Virreinato del Perú, la de la isla de Cuba y la del virreinato de Nueva España. Estos documentos cartográficos corresponden a las tres etapas de la carrera militar de Juan Ruiz de Apodaca y fueron de su propiedad. Mi gratitud a Óscar Torre, que me hizo las fotografías en el Departamento de Publicaciones y Reproducciones de esta Real Academia de la Historia. 2 Los ciento ocho registros publicados en MANSO PORTO (1997) se han volcado a la base de datos Oracle del sistema de información ArchiDOC de la Real Academia de la Historia. Los registros se pueden visualizar en formato MARC 21 y en ISBD. Está en proyecto el acceso a ellos por internet a través de la web de la Real Academia de la Historia. 3 El inventario del legado de Juan Ruiz de Apodaca fue publicado al año siguiente en Boletín de la Real Academia de la Historia, t. V (1884), pp. 37-47; y tres años después en un cuaderno complementario del t. X de Memorias de la Real Academia de la Historia (1886), pp. 843-850. 4 Real Academia de la Historia, Biblioteca, 9-6547-6657 (colección documental manuscrita). En la colección de Juan Ruiz de Apodaca de la Real Academia de la Historia también figuran algunos títulos de folletos y hojas impresos fechados entre 1805 y 1831 (Véase Memorias de la Real Academia de la Historia, pp. 843). N u e v a E s p a ñ a e n l a A c a d e m i a d e l a H i s t o r i a . . . 5 Véase el inventario de mapas en Boletín de la Real Academia de la Historia (1884), pp. 39-47; Memorias de la Real Academia de la Historia (1886), pp. 844-850. 6 El inventario del Museo Naval está fechado el 16 de noviembre de 1883. 7 GABRIEL Y RUIZ DE APODACA (1846), pp. 1-61. 8 En octubre de 1821, Francisco Javier de Gabriel acompañó a su suegro cuando éste embarcó rumbo a La Habana con otros oficiales y el resto de su familia, después de haber cesado en el virreinato de Nueva España. Véase PAVÍA Y PAVÍA (1873), p. 802. 9 GABRIEL Y RUIZ DE APODACA (1846), pp. 1-61; Para la biografía de Ruiz de Apodaca he consultado los siguientes estudios PAVÍA Y PAVÍA (1873), tomo III, pp. 765-809 (biografía) y pp. 809-831 (35 documentos en apéndice); Enciclopedia general del Mar (1982), pp. 992-996; LUQUE TALAVÁN (2004, a); RIVERA CAMBAS (1971); CERVERA PERY (1990). 10 MANSO PORTO (1997), nos 1-3, 6-8, 11-12, pp. 1, 4, 7-9, 11-14. 11 Se conserva en el Archivo General de Marina Álvaro de Bazán, Palacio Viso del Marqués (Ciudad Real). 12 Para esta etapa véase TORRA-BALARI Y LLAVALLOL (1944), pp. 405-414. 13 MANSO PORTO (1997), nº 17-21, pp. 21-26. 14 PAVÍA Y PAVÍA (1873), pp. 787-789. R e a l Fig. 2. Virreinato de México. Año de 1816. Gobierno del Excmo. Sr. D. Juan Ruiz de Apodaca desde 20 de septiembre de dicho año. Índices diarios de todos los asuntos despachados por la Secretaría de Cámara y Capitanía General. Portada. 45 Juan José Ruiz de Apodaca y Eliza nació en Cádiz en 1754 (Figura 2). En su vida profesional destacó como marino, diplomático y virrey de Nueva España. Sus servicios prestados a la Armada fueron numerosos y brillantes, llegando a alcanzar el grado de capitán general9. A los trece años ingresó en la compañía de Guadiamarinas. A los dieciséis participó en la derrota de la fragata La Anónima desde Ferrol a Puerto Rico y cuatro años más tarde en la tercera expedición española de reconocimiento desde el virreinato del Perú al archipiélago de Tahití, en donde levantó algunas cartas náuticas, que hemos publicado en el mencionado catálogo de cartografía10. En 1778, declarada la guerra a Inglaterra, el teniente de navío desempeñó «varias comisiones a completa d e Fernando de Gabriel escribió una biografía de su abuelo que se publicó en Burgos en 18467. Su padre Francisco Javier de Gabriel estuvo al servicio de Ruiz de Apodaca en Nueva España como brigadier8. c a r t o g r a f í a El mismo año de 1883 Fernando de Gabriel hizo otro legado de planos manuscritos al Museo Naval de Madrid. Casi todos son diseños o planos de materiales navales y corresponden a su mando en el arsenal de La Carraca (San Fernando), en la isla de Cuba y en otros destinos de su carrera militar6. satisfacción», según se lee en su hoja de servicios11. El 23 de agosto de 1809 ascendió a teniente general y en el mes de noviembre fue enviado a la embajada de Londres durante tres años para tratar las negociaciones de paz y establecer una alianza fuerte contra Napoleón, a la que se unieron la mayoría de los países de Europa central12. Cesó en su misión diplomática el 15 de junio de 1811. Desde Cádiz, en febrero de 1812 recibe el nombramiento de gobernador y capitán general de la isla de Cuba y de las dos Floridas, comandante general del Apostadero de aquellos mares y los de Costa Firme y Golfo de México, y la presidencia de la Audiencia de La Habana. De esta etapa conservamos en la Real Academia de la Historia algunos mapas y planos manuscritos de su colección particular13. Su mando en esta colonia fue calificado de «verdadero progreso y humanidad». Fomentó el desarrollo económico, artístico y social de Cuba y de las dos Floridas14. L a – Ciento treinta y siete mapas y planos manuscritos e impresos. Junto a los mapas y planos manuscritos del virreinato de Nueva España, en el inventario de estos fondos cartográficos se relacionan otros manuscritos de la isla de Cuba y de las expediciones al Pacífico desde el virreinato del Perú. Además hay otros mapas manuscritos e impresos de diferentes países que pertenecieron a su colección particular5. P o r t o • 46 M a n s o • C a r m e n En septiembre de 1816, Ruiz de Apodaca sustituye al virrey de Nueva España Félix María Calleja del Rey, que había permanecido en el virreinato desde 1789, primero como general del ejército bajo el mando del virrey Francisco Javier de Venegas, combatiendo y derrotando al ejército del párroco de Dolores Miguel Hidalgo y Costilla en la batalla de Puente de Calderón (17 de enero de 1811); después, desde 1813, como virrey con el título de conde de Calderón15. A Calleja en Nueva España y a Ruiz de Apodaca en Cuba les correspondió aplicar la Constitución de Cádiz de 1812 y reponer el régimen absolutista en 1814. Calleja había tomado una actitud dura con los insurgentes. Hasta 1815 combatió la sublevación del cura José María Morelos, que actuaba en la tierra caliente del sur, y promovió la Constitución de Apatzingán. Tras el fusilamiento de Morelos, los criollos vieron que los cinco años de perturbaciones no habían dado resultados satisfactorios para formar un gobierno independiente. Cuando Ruiz de Apodaca llega a Nueva España en el mes de agosto y desembarca en el puerto de Veracruz, la guerra de la independencia se había convertido en una guerra de guerrillas dirigida por tres caudillos: Guadalupe Victoria en Puebla, Vicente Guerrero en Oaxaca y el español Francisco Javier Mina, al que nos referiremos con más detenimiento, en la zona del centro. El desplazamiento del virrey desde Veracruz hacia la capital por los campos de San Juan de los Llanos se vio dificultado por los incidentes que protagonizaron algunas partidas de guerrilleros16. El 20 de septiembre entra en México, después de haber tomado el mando el día anterior en Guadalupe, como escribe de su puño y letra en el primer libro de Gobierno17. El virreinato se encuentra en un estado lamentable y tiene que reorganizar la hacienda, recaudar los tributos pendientes con los que pagar a las guarniciones, reparar las vías de comunicación entre las ciudades y las zonas del interior, bus- car medios para el ejército y reclutar hombres de su confianza. Con cierta energía, pero siempre actuando con diplomacia y moderación, afrontó el movimiento emancipador. Envió órdenes a los jefes militares de las provincias para que persiguiesen a los insurgentes y el 30 de enero de 1817 les ofreció un generoso indulto, al que se acogieron muchos insurrectos para reintegrarse a la vida social. Durante los años de su gobierno se llegarían a registrar de 55.000 a 60.000 indultos18. La cartografía de Ruiz de Apodaca (mapas, planos y vistas) que conserva la Real Academia de la Historia de los años 1816-1818 nos ilustra e informa de los momentos más críticos de su gobierno y de las principales acciones militares19. Sus autores son oficiales del ejército (de artillería, infantería o del Real Cuerpo de Ingenieros) que hicieron levantamientos, copiaron o aumentaron otros anteriores para registrar determinadas acciones encomendadas por el virrey a los regimientos que actuaron en el virreinato. En la mayoría de los documentos se indica que fueron levantados o copiados de orden del virrey y muchos están dedicados a él. De algunos se hicieron varias copias para su uso en las expediciones militares. Los originales quedaban depositados en las comandancias militares, en el Real Cuerpo de Ingenieros de la Comandancia de México y en el Real Cuerpo de Ingenieros de la Subinspección de Nueva España. El virrey Ruiz de Apodaca solía recibir una de esas copias. Por eso hoy también se conservan mapas y planos manuscritos en el Servicio Geográfico del Ejército, en el Servicio Histórico Militar, en la Biblioteca del Congreso de Washington y seguramente también en otros archivos mexicanos20. Entre los tres primeros meses de su llegada a Nueva España se levantó el plano y vista de la Mesa y Cerro de Coporo en Michoacán y su autor lo dedicó al nuevo virrey (Figura 3). 15 Para el gobierno de Ruiz de Apodaca en Nueva España he consultado los siguientes estudios: PAVÍA Y PAVÍA (1873), pp. 789-802; DELGADO (1948), pp. 957-966; ANNA (1981); TORRENTE (1988), pp. 295-447; MARTÍN ACOSTA Y GONZÁLEZ QUINTANA (1992), pp. 295-299; D. FERNÁNDEZ (1992), pp. 87, 228-233; TORRE (1992), pp. 114-138 TORRE VILLAR y NAVARRO DE ANDA (1992), pp. 295-447; JIMÉNEZ CODINACH (2001), México. Su tiempo de nacer. 1750-1821; SÁNCHEZ ANDRÉS y FIGUEROA ESQUER (coord.) (2003); LUQUE TALAVÁN (2004, a), pp. 31-37; LUQUE TALAVÁN, Miguel (2004, b), pp. 1-8; ZORAIDA VÁZQUEZ (2005), pp. 18-31; ARCHER (2005), pp. 139-156; CHUST CALERO (2005), pp. 179-198. 16 PAVÍA Y PAVÍA (1873), pp. 790-791. 17 «En ese día entré en México: tomado el mando el día anterior en Guadalupe». Real Academia de la Historia, Biblioteca, 9-6547, fol. 2. 18 PAVÍA Y PAVÍA (1873), pp. 794-795. 19 MANSO PORTO (1997). 20 Los mapas del Servicio Geográfico del Ejército fueron publicados en 1955 en dos tomos. En el primero se transcriben los textos y topónimos de cada uno de los registros del catálogo. El tomo segundo contiene reproducciones, a buen tamaño, de las imágenes. Véase Cartografía de Ultramar (1955). Para los manuscritos conservados en la Biblioteca del Congreso véase HÉRBERT Y MULLAN (1999). c a r t o g r a f í a d e N u e v a El plano de las provincias internas de Nueva España fue levantado por José Caballero, capitán de Artillería provincial de Nueva Vizcaya en 1817, quien lo dedica al virrey Ruiz de Apodaca (Figura 4). L a Manuel Rincón levantó un plano de la villa de Xalapa (provincia de Veracruz) al que acompañan unas noticias geográficas manuscritas en un cuadernillo de cinco folios sobre el número de pueblos y habitantes que abarca su partido. Lo dedica al virrey y lo firma el 14 de noviembre de 1816, deseando que el plano y las noticias geográficas sirvan para la pacificación del reino. En el centro del recinto se localizan los edificios religiosos y civiles. Así, los cuarteles de San José y el de la plazuela del Rey y el fortín del Calvario22. E s p a ñ a e n l a l a Fig. 4. Plano de las provincias internas de Nueva España. José Caballero, capitán de Artillería provincial de Nueva Vizcaya. 1817. Detalle de la cartela. H i s t o r i a . . . MANSO PORTO (1997), nº 73, pp. 85-86. MANSO PORTO (1997), nº 95, p. 109. d e 22 A c a d e m i a 21 R e a l La cartela del título y de la dedicatoria ofrece una filacteria ornada con rocas, árboles, arbustos y en la base instrumentos de cartografía: brújula, compás, libro y pliego de papel con la fecha: «Año de 1816». La fortaleza estaba sitiada por las tropas realistas. En la parte superior se alza la fortaleza de los rebeldes con cuatro baluartes y su cortina, su campamento y varias veredas. Más abajo, en la «Mesa sobre el Cerro de Coporo, elevada del plan del río como 600 varas», se localizan la trinchera, las baterías reales y los ramales del camino cubierto para la formación de la trinchera y baterías del Rey». Al sur se levanta el campamento de las tropas reales. En el llano, por la parte inferior izquierda, se encuentran el pueblo y el río de Jungapeo, zonas de cultivo, caminos y veredas. A la derecha, el arroyo del Coporo y el rancho del mismo nombre21. 47 Fig. 3. Plano y vista de la Mesa y Cerro de Coporo en Michoacán. 1816. Se identifican villas, capitales, pueblos, misiones, presidios, destacamentos, reales de minas, haciendas, naciones e indios ambulantes y naciones e indios fijos. En el ángulo inferior derecho, la cartela del título se alza sobre una mesa de escritorio en la que se colocan instrumentos de cartografía: regla, escuadra, compás y esfera armilar; el sable y el casco del virrey y una filacteria con la siguiente dedicatoria: C a r m e n • 48 M a n s o • P o r t o «Exmo. Sor. Tengo la satisfacción de prestar a VE el corto fruto de mis tareas en el plano de las provincias más leales y pacíficas de NE y ojalá pudiera presentar del mismo modo la total pacificación del Reino, pues con ello lograrían y tendrían todo el lleno y descanso las continuas tareas de VE y los deseos de...» [la última línea es ilegible]23. LOS MAPAS, PLANOS Y VISTAS DE NUEVA ESPAÑA: 1816-1818 El 15 de abril de 1817, siete meses después de haber tomado el mando del virreinato, Ruiz de Apodaca recibió la notificación del intendente de la provincia de Oaxaca de que «los puestos fortificados por los rebeldes de Tehuacán, Cerro Colorado, San Esteban, Silacayoapan y Panacattán» se habían rendido a las armas del rey, y que la provincia de su mando ya disfrutaba de la calma y paz que el virrey le había proporcionado24. El Plano y vista de la fortificación de Cerro Colorado en Puebla, «rendida a las armas de SMC en 21 de enero de 1817, gobernando el reyno de NE el Excmo. Sr. D. Juan Ruiz de Apodaca», fue copiado, después de la rendición de los rebeldes, por el ayudante mayor retirado del regimiento de infantería de la Corona, Rafael María Calvo, y está dedicado al virrey (Figura 5). El Servicio Histórico Militar conserva el original firmado por el comandante de artillería del ejército Manuel Varela y Ulloa y fechado el 6 de enero del mismo año en el cuartel general del ejército del sur en Puebla. Éste no lleva dedicatoria y en su lugar se lee: «gobernando el reyno de Nueva España el Exmo. 23 24 25 26 27 28 MANSO PORTO (1997), nº 23, pp. 29-30. PAVÍA Y PAVÍA (1873), doc. nº 25, pp. 827-828. Cartografía de Ultramar (1955), nº 63, pp. 183-185 y lám. 63. MANSO PORTO (1997), nº 77, pp. 90-91. MANSO PORTO (1997), nº 80, pp. 93-94. Cartografía de Ultramar (1955), nº 62, pp. 181-182 y lám. 62. Fig. 5. Plano y vista de la fortificación de Cerro Colorado en Puebla. 1817. Señor D. Juan Ruiz de Apodaca»; lo cual confirma lo que apuntaba más arriba a propósito de los ejemplares que se copiaban para el virrey Ruiz de Apodaca y se ornaban con sus armas y cartelas muy decorativas25. En el plano y vista de la fortificación de Cerro Colorado hay mucha información sobre la fortaleza, los caminos, el tipo de terreno, etc. Además se incluyen un plano geométrico del Cerro Colorado y un plano topográfico o itinerario desde Puebla a Tehuacán y Cerro Colorado, este último a dos leguas de la ciudad de Tehuacán26. Como se indica en el título del plano, la fortaleza de Tepejí de la Seda se había rendido al ejército del sur de Puebla el 6 de enero de 1817. Al día siguiente se firmó la rendición en Tepeaca. Los rebeldes habían ocupado y fortificado el convento franciscano de Tepejí de la Seda. En el plano se indica la disposición de la iglesia y de las dependencias conventuales, así como los destinos militares que se le dieron durante la ocupación. Además se detalla la disposición del ataque que hizo la división del coronel de Castilla Francisco Hevia, cuya artillería de batir mandaba el teniente del cuerpo de artillería José Roca, con otros oficiales agregados que le ayudaron27. Como el plano anterior, es copia del original conservado en el Servicio Histórico Militar28. N u e v a H i s t o r i a . . . 35 l a 34 d e 33 Al norte limita con las provincias de Zacatecas y San Luis de Potosí; al sur con la provincia de Valladolid, al este la de México y al oeste con la de Guadalajara. La cartela del título está ornada con herramientas y sacos de mineral alusivos a la riqueza de la explotación minera de la provincia. En el lado izquierdo se inserta una nota explicativa sobre la historia de la provincia de Guanajuato, que es «el mayor Real de minas de la América Septentrional». Esta provincia, junto con las de Michoacán, San Luis Potosí, Valladolid y Veracruz protagonizarán el movimiento independentista que va resurgir en los primeros meses de 181735. A c a d e m i a 32 R e a l 31 MANSO PORTO (1997), nº 67, p. 78. MANSO PORTO (1997), nº 69, p. 80. MANSO PORTO (1997), nº 70, p. 81. MANSO PORTO (1997), nº 71, p. 82. MANSO PORTO (1997), nº 61, pp. 72-73. MANSO PORTO (1997), nº 62, pp. 73-74. MANSO PORTO (1997), nº 41, p. 51. l a 30 Fig. 6. Mapa que manifiesta la provincia de Guanajuato por los cuatro rumbos. 1816. 49 29 e n Al mismo año de 1817 pertenecen dos planos de los puestos militares de los alrededores de México. Uno de ellos comprende la comandancia de puntos militares de norte a poniente y fue levantado por Manuel Peredilla, teniente de carabineros del cuerpo mixto urbano de la villa de Santa María de Guadalupe y se lo dedica a su comandante el sargento mayor Rafael Casasola. Allí se encontraba el cuartel general que en el plano se indica con dos banderas con los palos cruzados33. El otro plano E s p a ñ a En otro mapa topográfico de la misma jurisdicción del Real de Temascaltepec se señalan las principales poblaciones y puntos militares. Su autor Antonio María de Hierro, diputado de la Minería de dicho Real, lo dedica al virrey. Además sobre el camino que parte de Zitaguaro se lee: «Camino por donde los insurgentes se van a Tierra Caliente». Al Este: «serranía que ocupan Vargas y P.e Izquierdo»31. Es también interesante el plano geográfico de la sección de Texcoco levantado en 1817 y firmado por el comandante Antonio de Elías Sáenz. En él se precisa que la ciudad de Texcoco era la sede del cuartel general y que en algunos pueblos y haciendas de su jurisdicción se alojaban destacamentos de hombres32. d e El primero de diciembre de 1816 se levantó en la ciudad de México un «mapa que manifiesta la provincia de Guanajuato por los cuatro rumbos» (Figura 6). c a r t o g r a f í a El mapa topográfico de la jurisdicción de Temascaltepec y de sus circunvecinas, extendiéndose por el suroeste y oeste suroeste de Toluca hasta la Sierra Madre, fue formado bajo la dirección de Pedro de Ochoa «para cooperar a la pacificación de estos territorios conforme a las benéficas intenciones del Excmo. Señor don Juan Ruiz de Apodaca, virrey de esta Nueva España, a quien se dirige». El mapa se había levantado para las operaciones militares y le acompañaba un plan que no conservamos30. abarca el territorio de la línea de puestos militares de norte a poniente en los alrededores de México, en el que se indican la capital del reino, el cuartel general, los pueblos y haciendas, ranchos, ventas y puntos fortificados. Fue «formado de orden» de Joaquín Fuero y Carrascosa, teniente coronel de los reales ejércitos y comandante general, quien lo dedica al virrey, gobernador y capitán general de Nueva España Juan Ruiz de Apodaca34. L a Durante los primeros meses del gobierno de Ruiz de Apodaca se levantaron muchos mapas topográficos o planos geográficos para conocer las comunicaciones entre ciudades, pueblos y haciendas, y los principales puntos militares. Entre ellos podemos destacar el plano del valle de Río Frío en México29. C a r m e n • 50 M a n s o • P o r t o Antes de la llegada de Francisco Javier Mina a Nueva España, el 10 de marzo de 1817 las tropas reales de la división del sur, al mando del comandante general coronel Cristóbal Ordóñez, asaltaron la fortificación de Mesa de los Caballos en Guanajuato. En una nota que acompaña al plano se indica el número de rebeldes que defendieron la fortaleza, el armamento que tenían y otros detalles del asalto. Su autor José María Calvo, capitán de cazadores de Celaya, se lo dedica al virrey36. La carta topográfica de las provincias de Guanajuato y Michoacán de 1817 muestra los principales itinerarios de ambas provincias y está dedicada al virrey Ruiz de Apodaca37. Es en estos momentos de aparente calma y pacificación del virreinato cuando tiene lugar la expedición de Francisco Javier Mina el Mozo a Nueva España. Oriundo de Navarra y sobrino del general Francisco Espoz y Mina, Francisco Javier Mina estudió en la Universidad de Zaragoza y allí conoció la ideología liberal. Durante la guerra de la Independencia luchó al frente de las guerrillas en España, siendo temido por los franceses, quienes le apresaron y le trasladaron a Vincennes hasta el término de la guerra en 1814. A su regreso a España, luchó en Navarra junto a su tío contra el absolutismo de Fernando VII. Al ser vencido, huyó a Francia y desde allí se exilió a Londres. En esta ciudad organizó, con otros liberales, una expedición a los Estados Unidos para combatir el absolutismo en Nueva España. El 15 de abril de 1817 desembarcó en la boca del río Santander cerca de Soto la Marina, al mando de 300 hombres, con ayuda inglesa y norteamericana. A ellos se unieron un centenar de mexicanos. En el «plano que comprende parte de las cuatro provincias: Guanajuato, Valladolid, San Luis Potosí y Zacatecas» se precisa que el 8 de julio de 1817 es «actual teatro de la guerra»38. Mina se dirige a San Luis Potosí con la intención de llegar hasta Guanajuato. Poco a poco otros mexicanos se fueron uniendo a su causa. Mina adoptó el título de general del ejército auxiliador de la república mexicana. Se interna en México, cruza el río Támesis y consigue su primera victoria el 15 de junio 36 37 38 39 40 sobre los realistas en la hacienda Peotillos (San Luis Potosí). En Jaujilla, la Junta insurgente le entrega el mando supremo de las tropas. Mina advirtió entonces de su indisciplina y de la escasa formación de sus jefes. El 24 de junio toma Real de Pinos (Zacatecas) y llega al Fuerte del Sombrero (Guanajuato) que estaba en poder de los insurgentes al mando de Pedro Moreno. En el plano de las Provincias de Guanajuato y Valladolid, que abarca también los límites de la provincia de Nueva Galicia, se señalan las líneas de los ejércitos de Guanajuato y de Nueva Galicia. En la parte superior central se localizan el cerro y fuerte del Sombrero (o Comanja), más abajo el cerro y fuerte de San Gregorio («enemigo»), y al sur, Cienega y fuerte de Zacapol (Jaujilla)39. Los barcos de la expedición de Mina fueron hundidos en Soto la Marina y los miembros de la guarnición se trasladan a las prisiones de San Carlos y de San Juan de Ulúa en Veracruz. Mina continúa sus campañas. Ruiz de Apodaca reúne las mejores tropas y despliega contra él, en varias direcciones, hasta 10.000 soldados. En abril de 1817 llegó a Nueva España el Regimiento de Infantería Expedicionaria de Zaragoza al mando del mariscal de Campo Pascual de Liñán, que iba a ser el último envío de tropas desde España para la defensa de la causa realista. Se componía de dos batallones formados por 1.547 soldados. Según ha señalado Archer, este Regimiento, que tenía una buena formación y experiencia en la Península, habría de sufrir las mismas penalidades que venían padeciendo los demás regimientos en Nueva España: escasez de recursos económicos y de uniformes, poco descanso en las campañas y dificultades de adaptación al clima, entre otras40. Por orden del virrey Apodaca, Pascual de Liñán es destinado a combatir al ejército de Francisco Javier Mina y enseguida advierte que sus principales objetivos para salvar el virreinato habrían de ser los fuertes del Sombrero y de San Gregorio. Primero se dirige al fuerte del Sombrero con la intención de sitiarlo y conseguir su rendición y entrega de armas. Entre el 8 y 20 de julio per- MANSO PORTO (1997), nº 47, p. 57. MANSO PORTO (1997), nº 42, p. 52. MANSO PORTO (1997), nº 36, p. 44. MANSO PORTO (1997), nº 38, p. 46. ARCHER (2005), pp. 154-155; CHUST CALERO (2005), pp. 184-185. E s p a ñ a e n l a 51 R e a l A c a d e m i a d e l a H i s t o r i a . . . Cartografía de Ultramar (1955), nº 64, p. 186 y lám. 64. MANSO PORTO (1997), nº 54, p. 64 . 43 Cartografía de Ultramar (1955), nº 64 , p. 186 y lám. 64. 44 MANSO PORTO (1997), nº 51, p. 61. 45 MANSO PORTO (1997), nº 44-46, pp. 54-56. Del plano topográfico que aquí reproducimos se conserva otro original en la Biblioteca del Congreso de Washington. Véase HÉRBERT Y MULLAN (1999), nº 578, pp. 167-168. 42 N u e v a El fuerte de Los Remedios vulgarmente denominado San Gregorio se alzaba sobre un escabroso monte de más de diez leguas de circunferencia, en la sierra de Pénjamo45. Allí se habían practicado fortificaciones de mampostería. Lo agreste del terreno dificultaba el sitio de las tropas realistas al mando de Pascual Liñán. Durante meses se preparó el sitio y se combatió a las guerrillas, se formaron fosos, se cubrieron los caminos y se hicieron frecuentes ataques a la plaza para hostigar a sus defensores (Figura 8). d e 41 El 16 de septiembre de 1817 Javier Mina, Lucas Flores, Encarnación Ortiz y Trinidad Magaña al mando de 600-700 rebeldes atacaron la hacienda de Zanja en Guanajuato, que defendía el subteniente del regimiento de infantería de Celaya Antonio Alvarado con solo sesenta y cinco hombres. La llegada de refuerzos de Salvatierra esa madrugada, al mando del capitán del mismo cuerpo Manuel Díaz de la Madrid, hizo que los rebeldes abandonaran el combate. El plano de esta fortificación, situada a cinco leguas de Salvatierra, detalla la tropa que había en su interior el día del asalto y el ataque de los cabecillas y sus seguidores44. c a r t o g r a f í a Fig. 7. Croquis del cerro de Comanja. Real Cuerpo de Ingenieros. Comandancia de México. 1817. En el plano del Servicio Histórico Militar se indica que es una altura dentro del mismo fuerte y que perjudicaba a las tropas sitiadoras y servía de almacén de pólvora construido en la peña viva43. El asedio fue duro y prolongado. Mina y Moreno lograron huir con algunos insurgentes. El 13 de agosto se ofreció una capitulación con condiciones. El 15 de agosto de 1817 el mariscal Pascual Liñán inicia el combate en el fuerte del Sombrero y se producen muchas bajas. El sitio se prolongó hasta el día 20 en que los rebeldes deciden evacuar la plaza. Liñán se apodera entonces del fuerte y de las armas. Sus tropas se dirigen después al fuerte de San Gregorio, en donde los rebeldes habían reunido a sus mejores hombres. L a manece en la ciudad de Querétaro y prepara el combate. El 24 de julio llega a la ciudad de Guanajuato y a los pocos días recibe la noticia del ataque de Mina a la ciudad de León. A esta ciudad llega Liñán el día 29 y se dispone a formar el plan de operaciones contra el fuerte del Sombrero, situado en el cerro del mismo nombre, en la provincia de Guanajuato, a 20 km de la ciudad de León. Vulgarmente se denominaba fuerte de Comanja. Había sido fortificado por Pedro Moreno y en esos momentos era defendido por el padre Torres, que se titulaba teniente general y jefe de las fuerzas del valle de Santiago y la provincia de Guanajuato. Desde este fuerte y el de San Gregorio se dirigían las operaciones de Mina y sus seguidores. El 24 de junio Mina había entrado en el fuerte del Sombrero. Para evitar bajas por lo agreste del terreno, Liñán decide poner sitio sobre las cuatro leguas de circunferencia del cerro a partir del 31 de julio. El Servicio Histórico Militar conserva un plano del fuerte que se levantó para preparar estas operaciones41. Allí se detallan las posiciones de las tropas y las circunstancias geográficas y técnicas del sitio. El diseño de la Real Academia de la Historia es un croquis con tres vistas en el que se identifican las diferentes partes del cerro y fortaleza. En la segunda vista y en el número tres de su tabla explicativa figura el picacho del Sombrero (Figura 7)42. Bellaco, que era el cuartel general de las tropas realistas en el asedio al fuerte de los Remedios. Francisco Javier Mina había fracasado en su expedición porque en Nueva España se vivía una breve etapa de pacificación tras la muerte de Morelos. Mina no conocía el territorio y tampoco supo ganarse la confianza de los insurgentes. Recientemente hemos incorporado a la colección cartográfica de Ruiz de Apodaca otras seis vistas del fuerte de San Gregorio (Figura 9)47. C a r m e n • 52 M a n s o • P o r t o Fig. 8. Vista que presentaba al Oriente el ya demolido fuerte de los Remedios en el cerro de San Gregorio, tomada desde la Hacienda de Tupataro. Real Cuerpo de Ingenieros. Subinspección de Nueva España. Rafael María Calvo. 1818 Todos estos detalles de la operación se explican en la vista del ya demolido fuerte, tal y como estaba el primero de septiembre de 1817, cuando las tropas de Liñán sitiaban el fuerte46. Por entonces, las tropas realistas habían penetrado por la cumbre de la cruz del Sauce al cerro del Bellaco, que dominaba a tiro de armas la fortificación más alta de Tepeyac, y se habían apoderado de la casa fuerte llamada la Garita, que defendía la entrada de la cañada por el llano de San Gregorio. La noche del primero de enero de 1818, el fuerte de los Remedios se rinde a Pascual de Liñán, según se indica en el título del plano y de los terrenos que lo circundan. Mientras continúa el sitio del fuerte de San Gregorio, el 27 de octubre de 1817 Francisco Javier Mina es alcanzado por la columna del coronel Orrantia y hecho prisionero en la hacienda o rancho del Venadito por el dragón José Miguel Cervantes. Pese a la petición de Liñán, que argumentaba sus méritos durante la guerra de la Independencia, el virrey Apodaca ordenó su ejecución por traidor, siendo fusilado por la espalda el 11 de noviembre 1817 en el crestón del 46 Fig. 9. Vista del fuerte de San Gregorio desde el campo del Vellaco. Manuel Sancho, teniente del regimiento de Fernando VII de línea expedicionario. c. 1818 Las vistas están cuidadosamente iluminadas a la aguada en gris y tomadas desde seis lugares diferentes: «desde el campo del Vellaco, desde el campo del Piquete del batallón ligero, desde el campo del Tigre, desde el campo del Plan, desde el campo de Panzacola y desde el campo de Oriente»48. En la parte inferior de las vistas, sobre un sencillo marco, figuran el título y la mención de responsabilidad. El plano topográfico y las otras dos vistas del fuerte desde la hacienda de Tupataro y desde el campo del Bellaco o campo del cuartel general, ya comen- MANSO PORTO (1997), nº 46, p. 56. Dª Asunción Miralles Imperial localizó las vistas el 10 de junio de 2004 en un armario de la Biblioteca enrolladas con otras estampas y las entregó al Departamento de Cartografía y Artes Gráficas. Desconocemos porqué estaban separadas de los demás fondos cartográficos de la colección. Su similitud con los demás planos y vistas del fuerte de San Gregorio me hicieron sospechar que perteneciesen al fondo de Ruiz de Apodaca. 48 Al verso conservan el número de inventario escrito a lápiz, como los demás fondos, lo cual permitió su identificación en el mencionado inventario publicado en las Memorias de la RAH y en el Boletín de la RAH . A las vistas desde el campo del Bellaco, desde el campo del Piquete del batallón ligero y desde el campo del Tigre les corresponde el número 36 del inventario («tres láminas»). Con el mismo número figuran las tres vistas del fuerte de San Gregorio en el inventario, aunque, por error, las vistas desde el campo del Bellaco y desde el campo del Piquete del batallón ligero llevan anotados al verso otros números: 31 y 22 respectivamente. A la vista desde el desde el campo del Plan le corresponde el número 42 del inventario, a la vista desde el campo de Panzacola, el número 44 y a la vista desde el campo de Oriente, el número 60. 47 N u e v a E s p a ñ a e n Es muy probable, pues, que estas vistas fuesen dibujadas por el teniente Manuel Sancho con fines laudatorios para conmemorar la conquista del fuerte de San Gregorio y la detención y ejecución de Francisco Javier Mina. Por entonces, en Nueva España circularon escritos similares elogiando la victoria del ejército realista52. R e a l A c a d e m i a Desde 1818 Vicente Guerrero lidera el movimiento independentista en el sur. A él se habían unido Guadalupe Victoria, Pedro Asencio y otros. Parecía que la causa española triunfaba, cuando otros países sudamericanos ya estaban emancipados. Fig. 10. (2). Vista de la plaza mayor de la villa de Guadalupe inundada en septiembre de 1819. H i s t o r i a . . . MANSO PORTO (1997), nos 44-46, pp. 54-56. Véase noticias documentales y bibliográficas sobre el título en LUQUE TALAVÁN (2004, a), p. 13, nota 66. 51 LUQUE TALAVÁN (2004, a), p. 13, nota 67. 52 LUQUE TALAVÁN (2004, a), p. 13 menciona, por ejemplo, el del ciudadano Anfriso, Los días a nuestro Virrey el Excelentísimo Señor D. Juan Ruiz de Apodaca, Conde del Venadito, México, 1820. 53 MANSO PORTO (1997), nº 50, p. 60. 54 MANSO PORTO (1997), nº 78, pp. 91-92. Cartografía de Ultramar (1955), nº 65, p. 187 y lám. 65. 55 PAVÍA Y PAVÍA (1873), p. 793. 56 MANSO PORTO (1997), nº 63-64, pp. 74-75. 50 l a 49 d e El 6 de marzo de 1818 tiene lugar la rendición y entrega del fuerte de Jaujilla (Puebla) al comandante general Matías de Aguirre. En su interior se refugiaban los independentistas y algunos miembros del Gobierno, como su pre- l a Fig. 10. (1) Plano de la villa de Guadalupe representando la inundación que sufrió en septiembre de 1819. 53 El teniente Manuel Sancho es también autor del plano del valle de Santiago y su fortificación en Guanaujato, que levantó en febrero de 1818. En media tinta ha marcado lo que habían destruido los rebeldes y en color oscuro y lo que en ese momento permanecía en pie53. d e El 27 de septiembre de 1819 se produjo una inundación en la Ciudad de México55. El virrey supo reaccionar a tiempo y evitó una catástrofe como la ocurrida en 1673. Rescató con canoas a la población afectada de los arrabales y del campo y tomó medidas preventivas, como la construcción de malecones. En la colección de Ruiz de Apodaca conservamos una vista y un plano de la villa de Guadalupe, que sufrió la misma inundación (Figura 10)56. c a r t o g r a f í a sidente Pagola, que sería fusilado. Al este se localiza la isla y el campo del teniente coronel Lara. Al oeste se encuentra el campo del comandante general Matías de Aguirre54. L a tados, contienen mayor información táctica del asedio y toma del fuerte49. Las vistas del fuerte de los Remedios, más vistosas y decorativas, fueron dibujadas por Manuel Sancho, teniente del regimiento de Fernando VII de línea expedicionario y se las dedica al «Excmo. Sr. virrey conde del Venadito». Carecen de claves alfanuméricas que identifiquen los principales puntos del fuerte y tampoco están fechadas. Sin embargo, el texto de la dedicatoria permite situarlas después del 27 de mayo de 1818, que es la fecha del Real decreto de Fernando VII, por el que concede a Ruiz de Apodaca el título de conde del Venadito –nombre del rancho en donde se le había detenido– con el vizcondado de Ruiz de Apodaca, en premio por la captura de Mina y por los servicios prestados en Nueva España50. A su esposa María Rosa Gastón de Iriarte y Navarrete la hizo dama de la Real Orden de la Reina María Luisa en 181951. P o r t o • 54 M a n s o • C a r m e n Ambos dibujos fueron levantados por el teniente José Mendoza, Juez real de la villa. La vista está dedicada al Rey y, en su real nombre, a su virrey el conde del Venadito. El plano, a la reina María Josefa Amalia y en su real nombre al virrey conde del Venadito. Es de destacar la belleza de las cartelas, especialmente la del plano: un óvalo ornado con guirnaldas y corona real, y sendos angelotes sosteniendo un cortinaje. A la derecha del plano se indican las tierras de la Hacienda de la Escalera, que estaban totalmente inundadas. El exceso de sus aguas dominó el albarradón y éstas se derramaron dentro de la villa. En la plaza mayor fue preciso echar canoas para socorrer a algunas personas. Más abajo se halla el río Guadalupe, que recorre el sur de la ciudad. Al parecer, la brecha que se abrió en el río hizo que las aguas se dirigiesen a la capital. Hacia la derecha, junto al río, se localizan las «tierras de la Hacienda Aragón que, como vaso recipiente de las aguas, fue indispensable inundar por medio de sangrías dadas al río para darles curso hacia la laguna». En la vista podemos apreciar dos canoas que transportan a algunas familias con niños. A la derecha se alza la colegiata de Nuestra Señora de Guadalupe, patrona de México. Al pie del Tepeyac se levanta la capilla del Cerro. ÚLTIMAS ACTUACIONES DE RUIZ DE APODACA DURANTE LOS DOS PRIMEROS AÑOS DEL TRIENIO LIBERAL (1820-1821) A principios de 1820 se abre una nueva etapa en la que se consuma la emancipación. Con la llegada a México de las noticias de la insurrección de Rafael Riego en Cabezas de San Juan, el ejército y el elemento criollo, que hasta entonces habían combatido a los independentistas porque estaban en contra de la violencia de los insurgentes, se unen a ellos. Llegan a Nueva España las órdenes de jurar la Constitución de 1812 y de nombrar diputados para las Cortes que se reunirían en Madrid. Primero se jura en Veracruz y después Ruiz de Apodaca manda que se jure en la capital. Se produce una situación de desconcierto en el virreinato. 57 58 MANSO PORTO (1997), nº 75, p. 87. MANSO PORTO (1997), nº 52, p. 62. Algunos planos de estos momentos revelan la situación particular de las jurisdicciones y demarcaciones militares de Nueva España. Así, el de la demarcación de Puruándiro en Michoacán, levantado de orden del coronel Juan Pesquera el 18 de marzo de 1820, señala las operaciones que hizo este coronel57. Lo mismo ocurre con el plano geográfico de la jurisdicción del mando del comandante general coronel Gabriel de Armijo, en el que se ubican los principales lugares y derroteros de México a Acapulco y de Acapulco a Zacatula. Es copia hecha en México el 13 de marzo de 1821, del original levantado en el Cuartel de Tixtla el 29 abril de 181758. Vicente Guerrero pensaba que el nuevo gobierno liberal terminaría sustituyendo al virrey y en una carta fechada el 17 de agosto de 1820 intentó convencer a su contrincante José Gabriel de Armijo del plan de unir las fuerzas realistas y las suyas para independizarse. Armijo, sin embargo, informó al virrey de esta propuesta. En este documento se adelantan los principios del Plan de Iguala. En noviembre de 1821, el criollo Agustín de Iturbide, militar con experiencia, pero de dudoso prestigio, finaliza su campaña contra los insurgentes del Bajío. Persuadido de que era el momento de la Independencia en Nueva España por la vía pacífica, le pide al virrey Ruiz de Apodaca el mando de un gran efectivo del ejército (2.500 hombres y medios económicos) para terminar con los focos de guerrillas del sur de Nueva España. Ruiz de Apodaca le nombra comandante general del Sur en sustitución del coronel Armijo, con el objetivo de atraer a Vicente Guerrero. Agustín de Iturbide toma el mando e informa periódicamente de las operaciones. Poco a poco se da cuenta de la inutilidad de la lucha. El 10 de enero ofrece a Guerrero el indulto si entrega las armas, pero éste se niega y le propone la independencia. Desde entonces Iturbide hace sus propios planes y se entrevista con Vicente Guerrero en el pueblo de Iguala el 24 de febrero de 1821. Ambos acuerdan el Plan de las Tres Garantías o Trigarante, también llamado Plan de Iguala, que establece tres principios: 1) Independizar México como un reino gobernado por Fernando VII o un miembro cercano de su familia. l a R e a l A c a d e m i a d e l a H i s t o r i a . . . DELGADO (1948), pp. 957-966; LANDAVAZO (2003), pp. 178-180. LUQUE TALAVÁN (2004), pp. 40-41. 55 60 e n 59 Como también ha señalado Miguel Luque Talaván, este rico material histórico y cartográfico, se complementa con el que conservan otros archivos militares: el Servicio Histórico Militar y el Servicio Geográfico del Ejército; el Archivo General Militar (Segovia), el Archivo General de la Marina «Don Álvaro de Bazán», el Museo Naval, el Archivo General de Indias, el Archivo Histórico Nacional y el Archivo General de la Nación (México)60. E s p a ñ a El 30 de julio llegaba a Nueva España el general liberal O’Donojú. Ignoraba la sublevación de Iturbide y al conocer la situación real se mostró partidario de la independencia. El 24 de agosto se reunió con Iturbide y aceptó el Tratado de Córdoba como un medio de seguir manteniendo cierta relación con España, y reconoce la independencia americana. O’Donojú se dirigió a la capital y sometió a Novella a su autoridad. Las fuerzas trigarantes de Iturbide y Guerrero llegaron a la capital el 27 de septiem- Los fondos cartográficos y documentales sobre el gobierno del último virrey de Nueva España Juan Ruiz de Apodaca, que conserva la Real Academia de la Historia, constituyen un valioso testimonio histórico y cartográfico de los últimos años del virreinato: 1816 a 1821. Muchos mapas, vistas y planos nos permiten seguir con precisión el movimiento de las tropas realistas en las provincias que apoyaban los primeros movimientos independentistas hasta su culminación en 1821. Otros mapas, planos o vistas testimonian el estado de sus fortificaciones, de las vías de comunicación, de la cuidada traza urbanística de las ciudades y pueblos más importantes del virreinato, o de la riqueza artística de algunas de sus ciudades: como la de la villa de Guadalupe o la de Santiago de Querétaro, etc. Ruiz de Apodaca fue un gran ilustrado, con inquietudes científicas y culturales. Se preocupó por documentar todo lo ocurrido en Nueva España durante su gobierno e impulsó el desarrollo de una buena cartografía que facilitase el conocimiento del territorio con fines militares y reformistas. Desde el punto de vista artístico, alguno de los fondos cartográficos, personalizados con bellas dedicatorias en las cartelas, revelan su gusto por la bibliofilia y erudición. N u e v a Ruiz de Apodaca tenía información de esas reuniones a través de algunos miembros de la Secretaría Virreinal. Su ideología conservadora le hizo mantener una actitud expectativa, lo que produjo el descontento de muchos militares españoles. Al rechazar la propuesta y ordenar al general Liñán la captura de Iturbide, hubo muchos enfrentamientos, lo que llevó a debilitar su posición en el mando del virreinato. Un grupo de oficiales de ideología liberal se asocian y le culpan de la situación: le achacan irresolución, desacierto de sus medidas, inutilidad de la marcha de las fuerzas y la pérdida inevitable de México. El 5 de julio de 1821 exigen al virrey y a la Junta su inmediata dimisión. Ruiz de Apodaca firmó la renuncia alegando que era a «petición respetuosa» de los oficiales y de la tropa. Hasta la llegada del nuevo capitán general y jefe superior político nombrado por el gobierno español, el general Francisco Novella, veterano del Dos de Mayo, se hizo cargo del gobierno. CONCLUSIÓN d e Agustín de Iturbide quería unir a mexicanos y españoles con garantías de independencia y de una monarquía constitucional bajo la soberanía de Fernando VII. Deseaba mantener «la pureza hispánica de las provincias del antiguo virreinato» (J. Delgado). Su Plan atrajo a jefes militares, prelados y a algunos caudillos insurgentes. La mayoría de las ciudades se unieron al Plan. De esta manera, el ejército criollo estaba ganado a la independencia y el peninsular al liberalismo. c a r t o g r a f í a 3) Proclamar la igualdad entre todos los mexicanos y la unión entre americanos y europeos59. bre de 1821. Al día siguiente se firmó el acta de la declaración de independencia y se estableció el imperio mexicano. Este hecho marcó el fin de la guerra de independencia y del Virreinato de Nueva España, y el inicio de la vida independiente de México. La Corona española y las Cortes no aceptaron la independencia e hicieron varios intentos de reconquista hasta su definitivo reconocimiento en diciembre de 1836. L a 2) Garantizar el sometimiento de la Iglesia en el reino. Como se ha dado a conocer en recientes trabajos de investigación, todos ellos testimonian el esfuerzo militar y administrativo que hizo Ruiz de Apodaca por mantener la calma en el virreinato, reducir los movimientos independentistas, mejorar las comunicaciones y los servicios públicos, sanear la hacienda, administrar los escasos recursos económicos y mejorar los sueldos de las tropas desplazadas a Nueva España, que sufrieron importantes penurias económicas, sanitarias, de adaptación al clima, etc. C a r m e n • 56 M a n s o • P o r t o Pese a las circunstancias de la última etapa, sus biógrafos coinciden en valorar estas iniciativas del virrey y reconocer su capacidad como gobernante y como promotor de importantes reformas en Nueva España. Las seis vistas de San Gregorio, dedicadas al conde del Venadito, rememoran uno de los momentos relevantes del virreinato: la derrota de Francisco Javier Mina y su ejecución ante uno de los fuertes más emblemáticos del movimiento independentista. La vista del fuerte desde el campo del Bellaco, que es la que aquí reproducimos, nos muestra el lugar en donde fue fusilado y en donde se había instalado el cuartel general de las tropas realistas durante el asedio al fuerte. BIBLIOGRAFÍA T. E. ANNA, La caída del gobierno español en la ciudad de México, México, Fondo de Cultura Económica, 1981. ARCHER, Christon I. (2005): «Soldados en la escena continental: los expedicionarios españoles y la Guerra de la Nueva España, 1810-1825», en ORTIZ ESCAMILLA, Juan (coord.), Fuerzas militares en Iberoamérica. Siglos XVII y XIX, El Colegio de México, El Colegio de Michoacán, Universidad Veracruzana, pp. 139-156. Cartografía de Ultramar. Carpeta III. México. Relaciones de Ultramar (1955), Servicios Geográfico e Histórico del Ejército, Estado Mayor Central, Madrid, 2 vols. CERVERA PERY, José (1990): «El conde de Venadito: marino, diplomático, virrey», Madrid, Revista de Historia Naval, nº 28, pp. 39-48. 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N u e v a E s p a ñ a e n l a 57 R e a l A c a d e m i a d e l a H i s t o r i a . . . Retrato de Juan José Ruiz de Apodaca y Eliza. Antonio María Esquivel. 1834. (Museo Naval).