Rafa Nadal se despidió del Barcelona Open Banc Sabadell-71º Trofeo Conde de Godó. "A nivel personal es un regalo estar en Barcelona, me lo tomo como si fuera el último año. No me pongo una fecha límite, la vida te va marcando tu camino", anunció cuando dio el OK a disputar el torneo por decimoséptima vez.
Ha dicho adiós a este Godó. No ha y marcha atrás, porque la competición sólo sabe de supervivencia y eliminación. Y él quedó fuera porque perdió ante el australiano Alex de Miñaur, que se clasificó para octavos de final.
El tiempo dirá si Rafa Nadal encontrará la ruta que le conduzca a una prórroga, pero las sensaciones actuales apuntan a un punto y final en 2024, con 38 años, edad que cumplirá el 3 de junio. Son 22 Grand Slams, 14 Roland garros, 12 Trofeos Conde de Godó. "Casi con total seguridad he jugado mi último partido en el Godó". Pero con el balear nunca digas nunca jamás.
Rafa Nadal en acción hoy en el Open Banc Sabadell ante de Miñaur.
Y Alex de Miñaur, 25 años y nº 11 mundial, expondrá como nuevo ejemplo este partido que ganó por 7-5 y 6-1 en 1h.51'. El sexto mejor jugador de la temporada, en su momento más dulce de forma y con 30 partidos de rodaje, sufrió para someter a un heroico rey de la tierra. Le mostró un respeto absoluto, lo celebró con recato, aplaudiendo como todo el mundo a Rafa Nadal. Por ahora, su último golpe fue una derecha larga.
En su segundo encuentro en el torneo, sólo séptimo en año y medio, Nadal dio un nivel que con tan parca preparación y numerosos problemas físicos sólo está al alcance de leyendas como él.
El doce veces campeón del torneo sufrió su quinta derrota en 72 partidos. De Miñaur se unió a una lista parca que había abierto Àlex Corretja, en la segunda ronda de su estreno en 2003 con 16 años, que siguieron Nico Almagro (cuartos de 2014), Fabio Fognini (octavos de 2015) y Dominic Thiem (semifinales 2019).
Aunque Nadal deja una huella de supercampeón. Un mito en casa, en su Pista Rafa Nadal. Necesitó 24 minutos para inaugurar su marcador (1-2). Sucumbió a cuatro dejadas de De Miñaur, también a su velocidad endiablada de piernas que le permite llegar a todo. El manacorí, 644 en el ranking actual, mantuvo el tipo. Fortaleza mental como remedio al dominio del oponente.
Y fue entrando paulatinamente en el encuentro. Hubo minutos gloriosos, un parcial de siete puntos consecutivos determinó que tomase ventaja de 4-3, confirmase la recuperación del break.
Sin un saque definitivo, por no castigar el abdominal, pero con muchos recursos de fondo. Leyendo lo que precisaba el partido dentro de lo que él podía dar en estos momentos. Ya había avisado que no correría riesgos, que "no es la semana para apretar todo o que mi corazón me dice".
Ha de cuidar el físico. Elevó su nivel de tenis y desgaste pero con tiento. Exigía más De Miñaur que Cobolli, ya de antemano daba por hecho que debería elevar el ritmo. Falta rodaje, la calidad no se pierde y el compromiso tampoco.
Esa falta de competición se notó con la pérdida de ocho puntos seguidos que le costaron los dos juegos que certificaron el primer set, 7-5 De Miñaur en 67 minutos.
Un test completo. Mucho tiempo de pelea. "Que no me pase nada es lo importante", había advertido. Resguardó su cuerpo ante un oponente, alicantino de adopción, que podía aguantar mucha tralla. El segundo set invitaba a la precaución. Pero Nadal enseñó que ha tomado una dirección interesante. Si el físico acompaña, irá aumentando cargas según vaya acumulando días de competición.
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Hasta cuando quieras, Rafa. El Godó te seguirá esperando siempre que desees y puedas, en el modo que tú consideres. Un héroe del primero al último día. Su gesta fue llegar e intentarlo, su épica, haber ganado un partido y haber tuteado muchos minutos a un tenista muy rodado y en plenitud. Cayó demasiado pronto en el cuadro de Rafa Nadal.