L7 - Hungry for Stink

Después de lanzar su obra maestra, el exitoso “Bricks Are Heavy” (1992), producido por Butch Vig, el grupo liderado por Donita Sparks tenía una dura tarea por delante: grabar un disco que mantuviera el nivel alto de su antecesor; lo cual no era fácil, teniendo en cuenta que al movimiento grunge al que se asociaba a L7 le quedaba poca vida en 1994.

“Hungry for Stink” es un sucesor que cumple, pero no llega al nivel de su disco más exitoso, tampoco tiene tanto gancho en las canciones y accesibilidad. Es un álbum sólido, con algunas canciones punk de la vieja escuela, otras muy deudoras del grunge y algunas tan pesadas que llegan a estar cercanas del metal alternativo. L7 endurecieron su sonido, buscando a otro productor, por lo que esta placa no fue tan bien recibida. Es un trabajo guitarrero, pesado, tiene garra, potencia y actitud, con una base instrumental sólida y la crudeza y ferocidad del punk.

Las canciones más cercanas al grunge, sobre todo a Alice In Chains y Soundgarden, son “Andres” , “Baggage”, “Questioning My Sanity” , “Freak Magnet” y “Talk Box”. Todas son trallazos súper agresivos y guitarreros con cierta influencia del punk, sobre todo en las voces desprolijas y rugientes de Donita y Suzi Gardner, que le dan un toque diferente al estilo melódico de otros vocalistas. Los gritazos que lanzan las chicas demuestran que éste disco no es nada radioamigable.

Por otro lado, “The Bomb”, “Riding with a Movie Star" y "Fuel My Fire" conforman el apartado de punk rock puro y sonido old school, temas cañeros y energéticos a los que le sobran garra y actitud, en mi opinión, lo más entretenido del disco. “Can I Run” es mi favorita, porque es un tema más melódico, con un riff pegadizo y un canto sencillo, similar a los del “Bricks Are Heavy”. “Stuck Here Again” es otro medio tiempo muy interesante, con un solo de guitarra con wah-wah incluido, de lo más relevante que podemos encontrar aquí. Parecida es “She Has Eyes”, en el que Donita utiliza un canto más melódico.

En este álbum se atrevieron a experimentar un poco más, sobre todo por los medios tiempos, lo que aumentaría en sus próximos álbumes “The Beauty Process” (1997) y “Slap - Happy” (1999) con un sonido muy alejado de sus raíces, incursionado en otros géneros musicales, por lo tanto, obtuvieron criticas mixtas de la prensa especializada.

Para ése entonces, la cúspide de la carrera de las L7 había pasado, ya en 1994 todas las bandas que estaban catalogadas como grunge o rock alternativo estaban esperando su sentencia de muerte. Les quedaban un par de años en escena a las californianas antes de retirarse en el 2001, hasta que volvieron a reunirse en el 2014. Recién en el 2019 salió a la venta el disco “Scatter the Rats”, bajo el sello discográfico Blackheart Records, propiedad de la legendaria Joan Jett.

Para mí, el sonido clásico de las L7 es una mezcla entre la agresividad punk de The Runaways, de quienes son descendientes directas y la actitud desenfadada y rabiosa de las Girlschool, sobre todo por la imagen. No eran mujeres “arregladas” que le daban importancia a la estética, como Courtney Love, al contrario, jamás pulieron su apariencia para obtener éxito comercial, como sí lo hicieron The Donnas, por ejemplo. Además, yo las siento más cercanas, sobre todo en éste álbum, a grupos como Soundgarden o Alice In Chains, que, a Nirvana, aunque eran muy amigas de Cobain y compañía.

Mi puntuación para “Hungry for Stink” es de 7/10, 3 cuernos para las guerreras punks de Los Ángeles. No será lo mejor que grabaron, pero es muy disfrutable y recomendable, un disco lleno de garra, potencia, fiereza y melodía. Considero a L7, junto a Hole, el mejor grupo femenino de rock que surgió en los ’90 que salió de la escena de las denominadas Riot Grrls.