Memorias del fantasma de San Carlos

Memorias del fantasma de San Carlos

Rodri Garc�a A CORU�A / LA VOZ

A CORU�A CIUDAD

Cedida

Mark Guscin descubre y publica el manuscrito in�dito con los recuerdos de lady Hester Stanhope, as� como la primera biograf�a de su m�dico, Charles Lewis Meryon

04 sep 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

�Ten�a una piel incre�blemente blanca, tanto que cuando se pon�a un collar de perlas no se notaba�. Era alt�sima, 1,85 metros, delgada y �le daba igual todo, hac�a lo que le daba la gana�. As� define a lady Hester Stanhope Mark Guscin, este brit�nico afincado en A Coru�a que ha descubierto el manuscrito in�dito de las Memorias adicionales de Lady Hester Stanhope y lo acaba de publicar en ingl�s.

El autor de las �nicas biograf�as que hay en castellano de sir John Moore y de lady Hester, publica al mismo tiempo, tambi�n en el sello Sussex Academic Press, una biograf�a de Charles Lewis Meryon. Este era el m�dico de la mujer que siempre se vincul� con sir John Moore hasta el extremo de que, seg�n cuenta la leyenda basada en un texto que Manuel Murgu�a escribi� en 1860, en la ma�ana del 16 de enero, d�a de la muerte del general, el fantasma de lady Hester merodea por su tumba en el jard�n de San Carlos. Esta no es su �nica vinculaci�n con la ciudad, ya que un hermano de la apodada Reina del Desierto, Charles, muri� durante la batalla del Elvi�a.

A todo ello alude Guscin antes de reconocer: �Para cualquier historiador descubrir un manuscrito es lo m�s emocionante del mundo�. El hallazgo se produjo cuando el ganador del premio Fernando Arenas con una biograf�a novelada de lady Hester estaba investigando los papeles del m�dico Meryon en el Archivo de la Historia del condado de Kent, en Inglaterra, donde el manuscrito �llevaba 150 a�os�.

El documento ahora publicado como un libro aparec�a mencionado en una biograf�a que escribi� la sobrina de lady Hester, �en la que tapaba sus excesos�, apunta Guscin, si bien no recog�a nada del contenido del mismo. �Cuando lo vi por primera vez solo estaban los dos primeros cap�tulos, pero insist� con los bibliotecarios�, recuerda el historiador. Tanto insisti� que �cuando volv� lo hab�an encontrado: Estaba mal colocado en la biblioteca�. Y evoca: �A m� siempre me gust� la vida de los acad�micos del siglo XIX que pasaban meses y meses copiando, pero en este caso lo que hac�a era sacar fotos de todo y despu�s trabajar sobre ellas�. As� pasaron cuatro a�os en los que dedic� tiempo libre y viajes a esta labor. Uno de los lugares en los que estuvo fue en la Fundaci�n Stanhope, �que guarda todos los papeles del conde Stanhope, t�tulo que se perdi� en 1967 porque el �ltimo no tuvo descendencia�.

Sobre la posibilidad de traducir al espa�ol estas memorias reconoce que le gustar�a, si bien considera que tiene m�s inter�s la biograf�a del m�dico, que fue quien escribi� el manuscrito de las memorias de la mujer que conserv� hasta su muerte un guante ensangrentado de sir John Moore.

�Los recuerdos los escribe el m�dico con lo que ella le va contando cuando est�n juntos�

Mark Guscin explica que �la primera biograf�a que hice de sir John Moore me llev� a lady Hester y de ah� a su m�dico, Meryon�. Para poder investigar en los archivos ingleses aprovech�, entre otras cosas, los viajes que hac�a para obtener el doctorado en Historia que termin� hace poco: �Lo hice sobre iconograf�as bizantinas y griego medieval en Londres. Cuando alguien me pregunta y digo esto ah� se acaba la conversaci�n� [risas].

Detalla que las memorias aluden sobre todo a los a�os en los que lady Hester y Meryon estuvieron juntos, aunque con muchos detalles de etapas anteriores y posteriores, y se basan �en las conversaciones en las que ella le iba contando cosas�. Tambi�n destaca la personalidad de una mujer con una vida de pel�cula, que despu�s de un naufragio solo se pon�a ropa masculina y montaba a caballo como un hombre, �algo que entonces era impensable y escandalizaba a la gente�, apunta Guscin.

Se�ala asimismo que la vida del segundo hermano de lady Hester, James, tambi�n daba para un filme, puesto que despu�s de resultar herido en San Sebasti�n, durante la guerra contra Napole�n, le quedaron perdigones en la espalda por lo que sufr�a unos fuertes dolores; cuando su mujer muri� dando a luz a su segunda hija se quit� la vida. Esto �bloque� a lady Hester que se encerr� en su casa y no volvi� a salir en 14 a�os, hasta que muri�.