La relación entre Mallorca y Atlético a través de sus traspasos y cesiones

Cuando Gregorio Manzano aterrizó, en el verano de 2003, en el Atlético de Madrid, el técnico andaluz hizo una petición al club rojiblanco. Tras salirse la temporada anterior en el banquillo del Mallorca, donde llegó a conquistar una Copa del Rey, el de Bailén pidió al club colchonero la incorporación de dos futbolistas que habían sido clave en el éxito del conjunto bermellón: el 'caño' Ibagaza y Álvaro Novo.

Acabando ambos en las filas del Atlético, aquello fue sólo el preludio de un viaje que, durante los años que Manzano estuvo al frente del Atlético o del Mallorca, llevaría a más de un jugador a coger un vuelo con destino a la isla o a la capital de España. En la víspera del Mallorca - Atlético de Madrid que se disputa esta noche en Son Moix (21:00), basta con echar un ojo para que comprobar que las relaciones, en términos deportivos, ya no son cómo las de antes.

"La relación entre los dos clubes era buena", recuerda a Relevo Gregorio Manzano. Dirigiendo por primera vez al Atlético el curso 03-04, Ibagaza y Novo fueron los primeros que, durante la estancia del entrenador en una de las dos entidades, cambiarían Mallorca por Madrid. "El fichaje que costó un poco más fue el de Ibagaza. Como la temporada anterior habíamos ganado la Copa, el Mallorca iba a jugar la Supercopa de España. Dijeron que hasta que no se disputara la Supercopa, a finales de agosto, la operación no se hacía. Tuvimos que estar toda la pretemporada sin él, pero al final acabó llegando", cuenta. Ese mismo curso, Jovan Stankovic, Txomin Nagore, Fernando Correa y Gonzalo Colsa abandonarían el Atlético para hacer el camino inverso.

"Si a esos jugadores (Ibagaza y Novo) los conozco y entiendo que pueden mejorar las posiciones que el equipo necesita reforzar y son futbolistas que, económicamente, se pueden fichar, evidentemente los recomiendo para esa línea. Esa es una parte del trabajo de los entrenadores. Si hay alguien que conoces y que anteriormente te ha dado un buen rendimiento, lógicamente apuestas por él", explica Manzano.

Siendo los de Ibagaza y Álvaro Novo los últimos movimientos que recalarían en el club madrileño procedentes del Mallorca hasta la fecha, a la inversa, y ya con Manzano ocupando de nuevo el banquillo bermellón, la llegada de futbolistas a la isla procedentes del Atlético sería mayor.

Durante las dos etapas en las que el andaluz volvió a dirigir al Mallorca tras su fichaje por el Atleti (2005-2010 y 2012-2013), siete jugadores con pasado atlético estarían bajo sus órdenes: Braulio Nóbrega (05-06), Ibagaza (06-7), Francisco Molinero (07-08), Mario Suárez, José Manuel Jurado, Cléber Santana (estos tres últimos la campaña 08-09) y Antonio López (12-13).

"Cuando se produce esa llamada del Mallorca al Atlético, normalmente es porque esos jugadores no están teniendo demasiados minutos. Mario Suárez, por ejemplo, no tenía continuidad y despuntó definitivamente en el Mallorca. Hizo dos temporadas preciosas y lo repescó el Atlético de Madrid pagando al Mallorca como así se había pactado. Con Jurado, pasó algo parecido. A ambos tuve la oportunidad de ayudarles en esos inicios tan duros para que luego tuvieran éxito en el futuro".

En todos estos años muchos han sido los cambios de jugadores entre ambos clubes. La mayoría de ellos han sido cedidos, como ocurrió con Santi Ezquerro y Paunovic (en dos ocasiones), que pasaron de la capital a la isla. Desde que Manzano se fue del club, sólo Thomas Partey y Víctor Mollejo salieron cedidos al equipo bermellón. Sí ha habido movimientos 'menores' entre futbolistas del fútbol base, tanto de un lado como de otro, pero el flujo de futbolistas profesionales ha bajado.

¿Y el traspaso más caro? Juan Carlos Valerón, futbolista canario que destacó en el Mallorca llamó la atención del Atlético de Madrid, que se lanzó a por él, pagando nada más y nada menos que 9 millones de euros, que en la temporada 98/99 eran mucho más de lo que son ahora.

Aquella temporada el centrocampista jugó 40 partidos y fue uno de los mejores jugadores de la liga. Entonces el entrenador italiano Arrigo Sacchi apostó por él, al igual que Ranieri y Antic. En total en el club madrileño jugó 86 partidos, marcando siete goles, antes de irse al Deportivo de la Coruña, donde fue un ídolo.

El serbio se ganó el cariño de las aficiones de ambos clubes al conseguir el ascenso con los dos equipos. Primero, con el Mallorca en la temporada 96/97, ya que fue uno de los futbolistas más destacados en el equipo. A pesar de haber fallado un penalti que le podría haber dado una Copa, el peso del ascenso fue más importante.

Tras salir del Mallorca (previo paso por el Marsella), llegó al Atlético de Madrid. Allí también fue artífice importante del ascenso del equipo colchonero a primera división, aunque la temporada siguiente no tuvo una buena actuación, el Mallorca aprovechó la oportunidad para llamar a su puerta y que el futbolista haga el puente aéreo Mallorca - Madrid.

Sobre la relación entre ambos clubes se ha especulado mucho y la realidad es que entre Bartolomé Beltrán, expresidente del club mallorquín primero y después Mateu Alemany, siempre hubo muy buena relación con la familia Gil, la encargada de dirigir al conjunto rojiblanco. A partir de ahí y dependiendo de la parte deportiva, la facilidad para los traspasos era mayor.

Es más, para Manzano, la explicación es puramente deportiva: "Hubo una fase en la cual, por motivos deportivos, el Mallorca bajó a Segunda y luego, también, a Segunda B... Esa discontinuidad del equipo en Primera hizo que se alejara ese intercambio de jugadores entre uno y otro equipo. Pero no te extrañe que un futuro vuelva a suceder ese intercambio", cierra el jienense, que desde fuera verá, una vez más, un Mallorca - Atlético con la salvación en juego para uno y la Champions en juego para otros.