Estos son los 10 castillos más visitados de Alemania

El Palacio Residencial de Wurzburgo, en Baviera, es una obra maestra del barroco. En él vivieron los poderosos príncipes-obispos de la región, quienes eran, al mismo tiempo, gobernantes seculares y eclesiásticos, lo que, a todas luces, aportaba mucho dinero a sus arcas. Napoleón quedó tan impresionado con el edificio, que lo llamó "la rectoría más bella de Europa".

Los gobernantes de Prusia construyeron muchos palacios magníficos en Berlín y Potsdam, pero es el pequeño Sanssouci el que goza del mayor favor de los visitantes. Federico el Grande lo hizo construir como residencia de verano, entre 1745 y 1747, basándose en sus propios bocetos. Consta de solo 12 salas, en las que el monarca podía filosofar y hacer música sin preocupaciones.

La residencia de verano del monarca de Baviera era algo más amplia: el Palacio de Nymphenburg, en Múnich, es uno de los complejos palaciegos más grandes de Europa. Con sus 632 metros de ancho, ¡supera incluso al Palacio de Versalles! Uno de los lugares más destacados para los visitantes es la sala donde nació el rey Luis II.

El Palacio Linderhof es el más pequeño de los tres que mandó construir Luis II. Con Versalles como modelo, en el palacio Linderhof también hay un Salón de los Espejos. El pequeño palacio de recreo de Linderhof es el único de los ambiciosos proyectos de construcción de Luis II que se completó y en el que realmente vivió el tímido monarca.

El castillo de Pillnitz se encuentra a las puertas de Dresde, directamente junto al río Elba. A los electores y reyes sajones les gustaba pasar en él los meses de verano. En el castillo de Pillnitz se celebraron magníficas bodas y celebraciones, no solo en el interior del edificio, sino también en el extenso parque y jardín.

Los gobernantes sajones pasaban la mayor parte del año en el Palacio Residencial de Dresde. Fue destruido en la Segunda Guerra Mundial y su reconstrucción no comenzó hasta 1985. Poco a poco, las valiosas colecciones pudieron volver a su lugar original, como la famosa Bóveda Verde, la cámara del tesoro de electores y reyes sajones.

Con alrededor de 150 salas, la Residencia de Múnich es uno de los palacios más grandes de Alemania. A lo largo de los siglos, los gobernantes bávaros de la casa Wittelsbach construyeron esta magnífica residencia. El Antiquarium (foto), de 1571, es la sala más antigua que se conserva. Debe su nombre a las esculturas antiguas que aquí se exponen.

Los príncipes electores del Palatinado pasaban sus vacaciones de verano en la tranquila ciudad de Schwetzingen, no lejos de Heidelberg. Fue fundamentalmente el ilustrado elector Carl Theodor quien transformó Schwetzingen en una obra de arte total en el siglo XVIII. La construcción desempeña un papel casi secundario, mientras que el jardín, de casi 70 hectáreas, ocupa un lugar destacado.

Para visitantes de todo el mundo, Neuschwanstein es el epítome de un castillo de cuento de hadas. Al igual que el castillo de Linderhof, fue construido por el tímido rey bávaro Luis II. Walt Disney utilizó el edificio como modelo para sus castillos cinematográficos en "La Cenicienta" y "La Bella Durmiente", haciendo así famoso a Neuschwanstein en todo el mundo.

¡El absoluto favorito entre los castillos de Alemania se encuentra en Heidelberg! Casi un millón de personas visitaron el año pasado las románticas ruinas del edificio. Antiguamente, fue la magnífica residencia de los Electores del Palatinado, pero fue destruida en las guerras del siglo XVII. Precisamente, esa aura de fugacidad sigue fascinando a los visitantes hoy en día.