Adiós, felicidad (2021), de Ken Scott (II)

El día después del funeral de su padre, cuatro hermanos de personalidades opuestas, regresan a la casa de su infancia en las Islas Magdalena, en Quebec. Se trata de Charles-Alexandre, hombre de negocios obsesionado con seguir la carrera de su progenitor, el nostálgico Thomas, William, escritor en crisis de inspiración, y por último el distraído cocinero Nicolas. Acompañados de sus esposas e hijos, pretenden rendir un último homenaje al difunto. Por desgracia, Nicolas pierde la urna que contiene las cenizas…

Ken Scott escribió el guión de La gran seducción, de 2003, una de las mejores comedias canadienses de todos los tiempos, que después dio lugar a una revisión irlandesa. Tras muchos años fuera de su país, en los que entre otras cosas dirigió el film francés De la India a París en un armario de Ikea, el cineasta ha regresado a su país, para componer un film que de nuevo homenajea la belleza natural de su tierra, con mucho humor, y personajes muy humanos.

Pese a su título y a que toca un tema tan dramático como la pérdida de un ser querido, resulta bastante optimista, y tiene varias escenas que hacen sonreír. En el reparto destaca Louis Morissette, que consigue hacer entrañable al avaricioso Charles-Alexandre. Por desgracia, tiende al sentimentalismo fácil, y en ocasiones parece un anuncio para potenciar el turismo. Podría haber dado más de sí.