¿Por qué torturaron hasta la muerte al normalista Julio César Mondragón?
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¿Por qué torturaron hasta la muerte al normalista Julio César Mondragón?
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La dignidad en nuestras manos
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¿Por qué torturaron hasta la muerte al normalista Julio César Mondragón?
Julio César Mondragón Fontes, estudiante de la normal rural de Ayotzinapa, perdió la vida en la masacre de Iguala. Nunca fue entregado a grupo delictivo alguno, como supuestamente ocurrió con sus 43 compañeros desaparecidos hasta hoy. Fue detenido, torturado y ejecutado allí mismo por la policía municipal. Para Julio César no hubo compasión. Pero habrá justicia.
05 de noviembre, 2014
Por: CDH Fray Vitoria

Por: Sayuri Herrera Román

                                                                Acudieron a él veinte, cien, mil, quinientos mil,

                                                   clamando: “¡Tanto amor y no poder nada contra la muerte!”

                                                                                                         MASA

 César Vallejo

Veo correr noches, morir los días, agonizar las tardes

Morirse todo de terror y de angustia.

Porque ha vuelto a correr la sangre de los buenos

y las cárceles y las prisiones militares son para ellos.

Porque la sombra de los malignos es espesa y amarga

y hay miedo en los ojos y nadie habla

y nadie escribe y nadie quiere saber nada de nada,

porque el plomo de la mentira cae, hirviendo,

sobre el cuerpo del pueblo persignado.

Porque hay engaño y miseria

y el territorio es un áspero edén de muerte cuartelaria.

¡MI PAÍS, OH MI PAÍS!

Efraín Huerta

 

El mensaje

Julio César Mondragón Fontes, estudiante de la normal rural de Ayotzinapa, perdió la vida en la masacre de Iguala. Nunca fue entregado a grupo delictivo alguno, como supuestamente ocurrió con sus 43 compañeros desaparecidos hasta hoy. Fue detenido, torturado y ejecutado allí mismo por la policía municipal.

El cuerpo no fue ocultado, sino expuesto, abandonado en una calle de Iguala. Arrancado el rostro, extraídos los ojos. Pronto esta imagen comenzó a circular en las redes sociales, alguien, no sabemos quién, le tomó una fotografía que pronto se hizo pública. El mensaje fue enviado.

Es importante recuperar las significaciones inscritas en el cuerpo de Julio César, un mensaje que se ocuparon de allegarnos desde que le arrancaron la vida. Esa forma de matar, la técnica ocupada, no se practicó y planificó para no ser vista. Es la razón por la que abandonaron el cuerpo y no lo ocultaron, así fue desde que se tomó la foto y se reprodujo.

foto dos julio cesar

Los torturadores

La tortura ha tomado tales proporciones que se ha convertido ya en un instrumento de gobierno. Uno que no debemos ignorar.

Las técnicas de tortura son enseñadas, mecanizadas y se exportan de un país a otro. Hay un aprendizaje de la tortura, un entrenamiento en ello y los “expertos” van ofreciendo sus servicios de “capacitación” de un gobierno opresor a otro. La tortura generalizada es evidentemente un asunto político y económico, no solamente psicológico.

El psicoanalista Raúl Páramo Ortega, en el artículo “Tortura, antípoda de la compasión”, nos ofrece valiosas claves para comprender la magnitud de la tragedia a la que nos enfrentamos, así como fundamentos para señalar la responsabilidad del Estado mexicano por practicar la tortura y además generar, en distintos niveles y dimensiones, condiciones favorables para la masificación de esta práctica. Páramo comenta:

Las explicaciones a nivel de psicopatología individual siguen fracasando al querer caracterizar la personalidad del torturador. Ninguna explicación individual basta porque en realidad la personalidad del torturador corresponde a un tipo determinado de sociedad con la que se confunde. (…) si algo tiene ese tipo de personalidad es precisamente no ser a-social sino producto neto de un tipo de sociedad”.

La sociedad que crea condiciones propicias para la tortura es aquella educada para la competencia, el egoísmo, la obediencia ciega, el autoritarismo y la violencia. Sin duda, todas esas características las encontramos en el México de hoy.

Por otro lado, señala que: “El presupuesto fundamental, el núcleo central para que la tortura sea tortura, es el que el otro esté a mi merced. La disponibilidad –ciertamente forzada- del otro es condición previa para la tortura. En la medida en que se dé la situación de impotencia total, estará dada la invitación/seducción a cierto grado de tortura”.

[contextly_sidebar id=”u1dyp6KVFQ3LVhuKgA4VaFrkmaNvvnE3″]Los mexicanos se encuentran vulnerables e indefensos ante poderes arbitrarios y opresores como la delincuencia organizada, la policía, el ejército y la burocracia, es decir, frente al propio Estado. Esto es desde ya, nos dice Páramo, una tortura incipiente instituida: la arbitrariedad de las autoridades, el abuso de poder, el desprecio por los derechos y la dignidad de las personas por parte de los gobernantes es la antesala de la tortura, ésta es el abuso de poder llevado al extremo.

Con estas condiciones de vulnerabilidad, desde luego dadas en Iguala, los torturadores enviaron su mensaje. De acuerdo con el artículo, el torturador “pretende ante todo mostrar y mostrarse que es él incuestionablemente el más fuerte. Ese es su propósito fundamental, así sea enmascarado con pretextos racionalizadores del tipo de “lo hago para obtener información útil para el Estado”, “estoy obedeciendo”, “cumplo con mi deber”, “defiendo los valores de la civilización occidental”. La tortura requiere ideología. La práctica de la tortura no viene a ser otra cosa sino la concreción más extrema del uso del poder. La tortura es la práctica por excelencia del poder total. Los torturadores son poderosos o no son torturadores”.

Para Julio César no hubo compasión. Pero habrá justicia.

Los responsables

La tortura y ejecución extrajudicial de Julio César Mondragón Fontes es un crimen de lesa humanidad, uno que por su naturaleza agravia a toda ella en su conjunto, es un crimen de Estado. Lo es en muchos sentidos. Por la generación de condiciones sociales prevalentes para el ejercicio de la práctica y su impunidad así como por la autoría intelectual, la realización y comisión del hecho. Es así que el deslinde de responsabilidades abarca desde la policía municipal, el alcalde de Iguala y su esposa, el Gobernador del estado de Guerrero, el ejército, hasta el Poder Judicial de la Federación, el Congreso de la Unión y el presidente de la República y comandante general de las fuerzas armadas, Enrique Peña Nieto.

El gobierno, más que enfrentar a los cárteles, se ha coludido con ellos y, en cambio, silencia a víctimas, defensores de derechos humanos, periodistas y medios de comunicación. En México hay guerra, una que el PRI en su arribo al poder, pretendió ocultar. Una guerra bajo el lema que alguna vez prevaleció como estrategia de Estado en El Salvador: “unidos unos contra otros para que acabemos con ellos”. Terrorismo represivo de contrainsurgencia. Los cárteles y el gobierno, también los partidos (PRI, PAN, PRD) están “unidos unos contra otros” para acabar con el pueblo.

Foto uno julio césar

El amor

La imagen impactante que circulaba en redes sociales pronto llegó a los ojos de Marisa, esposa de Julio y madre de su hija, Melisa Sayuri, de apenas 3 meses de edad. Marisa y el tío Guillermo Fontes viajaron a Iguala a reconocer y recoger el cuerpo destrozado, herido, mancillado, del joven estudiante de 22 años que murió en su deseo de ser maestro. El médico forense y otros burócratas explicaron: “fue desollado vivo”. La aseveración se corrobora, entre otras cosas, por la forma en que sus restos mantienen los dientes y mandíbula apretados. El dolor debió ser inimaginable.

Fue pronto y discreto el regreso de Iguala. Ya en casa, la familia organizó el entierro y novenario para Julio; el levantamiento de la cruz se realizó el 9 de octubre. Los amigos y familiares que le conocen bien aseguran que Julio era valiente, entregado, decidido, no dudan que cuerpo a cuerpo hubiese salido avante en una lucha, “¡pero así, armados y en bola, lo despedazaron!”

“¿Quién torturó hasta la muerte a Julio César? ¿Quién lo mató?”, preguntaba Marisa, con lágrimas en los ojos a Enrique Peña Nieto en la reunión sostenida el martes 28 de octubre pasado. El presidente, ante el reclamo, no dio respuesta.

Memoria, Verdad, Justicia

Los días siguientes al novenario de Julio, Marisa recibió en su casa la visita imprevista de personal del gobierno de Guerrero; para “reparar el daño” se ocuparon de entregarle un cheque por diez mil pesos. Ofende y lastima profundamente el gesto, la ignorancia, la incompetencia.

El daño perpetrado contra el normalista, su familia, el pueblo mexicano, es profundo, la deuda es histórica: verdad, justicia, memoria. Esa es la deuda. ¿Cómo van a pagarla?

El Estado está obligado a suprimir las condiciones que alientan la práctica de la tortura, es decir, a prevenirla. Acabar con la impunidad y transformarse. La reparación debe ser ética y jurídica por medio de la reivindicación de la verdad de lo acontecido y el castigo a los responsables; en cuanto a lo material, los daños provocados, el proyecto de vida alterado, no sólo de Julio, sino de su esposa y su hija, debe ser cubierto a través de indemnizaciones o restituciones adecuado todo ello a estándares internacionales.

También nosotras, nosotros podemos reparar. Podemos reparar a cada paso que damos exigiendo justicia, podemos reparar cuando afrontamos el mensaje de terror que fue inscrito en el cuerpo de Julio y seguimos caminando, con cada poema escrito, con cada acopio ofrendado con cariño, con la memoria que guardamos de lo acontecido, con la transmisión y recuento de la verdad. Por Julio César Mondragón Fontes y los 43 normalistas desparecidos, ni perdón, ni olvido.

 

* Sayuri Herrera Román es colaboradora del área jurídica del Centro de Derechos Humanos Fray Francisco de Vitoria OP, A. C. @CDHVitoria

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Cuál es la importancia estratégica de Rafah, la ciudad de Gaza en la que Israel intensificó su ofensiva militar
7 minutos de lectura
Cuál es la importancia estratégica de Rafah, la ciudad de Gaza en la que Israel intensificó su ofensiva militar

Rafah ha sido durante décadas un punto estratégico por ejercer de límite último entre Gaza y Egipto, y por su papel como punto de llegada de asistencia y puerta de salida para enfermos, heridos y viajeros. Pero Israel ve en ella “el último bastión de Hamás”, al que su gobierno ha prometido destruir.

27 de mayo, 2024
Por: BBC News Mundo
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Es la última frontera de la guerra en Gaza entre Israel y Hamás.

Rafah, el territorio más al sur en la Franja de Gaza, ha sido durante décadas un punto estratégico por ejercer de límite último entre Gaza y Egipto, y por su papel como punto de llegada de asistencia y puerta de salida para enfermos, heridos y viajeros.

Israel ve en ella “el último bastión de Hamás”, al que su gobierno ha prometido destruir.

Según la inteligencia israelí, sus milicianos llevan años construyendo allí una red de túneles y escondites desde la que lleva a cabo sus acciones hostiles a Israel.

Por eso se convirtió en objetivo del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, que en mayo lanzó a su ejército en una operación militar sobre Rafah como parte de su intento de “destruir” a Hamás.

Pero Rafah no solo es uno de los puntos de atención de los militares israelíes.

También es el refugio de decenas de miles de palestinos que llegaron allí huyendo de la guerra en otros lugares de Gaza y un territorio de especial relevancia en el conflicto entre israelíes y palestinos y en el complejo equilibrio regional en Medio Oriente.

Tanques israelíes
Getty Images

Una ciudad refugio

Ubicada en la parte sur de la Franja y con unos 55 kilómetros cuadrados de superficie, la localidad de Rafah fue hasta mayo el único acceso a Gaza que no estába controlado por Israel.

Tras el inicio de la guerra actual -detonada por el ataque sorpresa que lanzó Hamás contra Israel el 7 de octubre en el que murieron 1, 200 personas y unas 250 fueron tomadas como rehenes, según las autoridades israelíes- Rafah se convirtió en el último refugio de más de un millón de palestinos, que han sido desplazados de sus ciudades debido a los bombardeos y la incursión terrestre de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI).

Como consecuencia de la llegada masiva de personas, la población de Rafah aumentó de unos 280.000 habitantes, hasta situarse cerca de 1.400.000 personas. El jefe del Consejo Noruego para los Refugiados, Jan Egeland, la catalogó como “el mayor campo de desplazados del mundo”.

Un gráfico que muestra la ubicación de Rafah
BBC

El potencial impacto sobre los palestinos refugiados allí y el temor a una “catástrofe humanitaria” llevaron a Estados Unidos a pedir a Netanyahu que evitara lanzar una ofensiva en la zona sin antes disponer medidas de protección para los civiles.

Sin embargo, el primer ministro israelí decidió seguir adelante con su plan, incluso cuando la Corte Internacional de Justicia falló que Israel debía detener sus operaciones en Rafah.

Rafah y lo que ocurra allí tienen una importancia que va mucho más allá de una operación local.

El “último bastión” de Hamás

Palestinos huyendo de Rafah.
Reuters
Siguiendo las instrucciones de Israel, muchos gazatíes abandonaron Rafah.

Israel sostiene que en Rafah se encuentran miles de combatientes de Hamás, así como algunos de sus líderes. Al comienzo de su ofensiva en mayo cifraba en unos 4 batallones los efectivos de Hamás allí.

Hamás y su refugio en Rafah son vistos como una amenaza para los israelíes que vivien en poblaciones y asentamientos en la zona sur del desierto del Néguev.

Se estima que unos 200.000 israelíes tuvieron que abandonar sus hogares tras el inicio de la guerra con Hamás y se trasladaron a zonas más seguras, lejos de las áreas fronterizas donde podrían ser un objetivo para esta organización o su aliada en Líbano, la milicia chiita Hezbolá.

Mapa
BBC
Mapa
BBC

Muchas de estas personas ya habían vivido durante años bajo el acoso de los cohetes que cada tanto tiempo lanzaban desde Gaza hacia Israel, una situación que el gobierno de Netanyahu parecía tolerar por un tiempo hasta que respondía con un breve conflicto que daba pie a un nuevo cese el fuego.

La inteligencia israelí cree que algunos de los cohetes que Hamás lanza contra Israel están almacenados en depósitos ocultos en su red de túneles en Rafah, que se ha convertido en el refugio para algunos de sus máximos dirigentes.

El 26 de mayo, un ataque israelí en el campo de refugiados de Tal al Sultan acabó con Yassin Rabia y Khaled Nagar, dos de los responsables de sus actividades en la Cisjordania ocupada, en una acción que le costó la vida a decenas de civiles palestinos.

Uno de los edificios dañados del hospital Al Shifa.
Getty Images
Las instalaciones del hospital Al Shifa quedaron destrozadas tras el asalto de las tropas israelíes.

Aunque la presencia en Rafah de los dirigentes encargados de sus acciones en la alejada Cisjordania sea indicio de que el territorio se ha convertido en uno de sus lugares seguros, Frank Gardner, corresponsal de Seguridad de la BBC, advierte que no queda claro qué podría lograr Israel con su operación militar en la zona.

“Los últimos meses de devastador conflicto en Gaza no han logrado la tan esperada liberación de los rehenes. La última vez que un número significativo de rehenes salieron vivos de Gaza fue en noviembre y fue como resultado de un intercambio, cuidadosamente negociado por Qatar y Egipto“, señala.

“El ejército israelí evalúa que cuatro batallones de Hamás han sobrevivido sobre y bajo tierra en Rafah y quieren terminar el trabajo tal como se lo han planteado. Pero incluso si logra destruir estas unidades, las posibilidades de que los rehenes escapen ilesos son escasas”, agrega.

Política y alianzas en juego

Palestinos celebrando en Rafah el anuncio de un posible cese el fuego.
Getty Images
En las calles de Rafah, una multitud de palestinos salieron a celebrar la posibilidad de un cese el fuego que no se ha concretado.

Políticamente, lo que ocurra en Rafah puede afectar las negociaciones que durante meses se han llevado a cabo con Hamás, con la mediación de Qatar y Egipto, para lograr un cese al fuego, así como la liberación de algunos de los israelíes secuestrados, y de palestinos detenidos en Israel.

La evolución de la situación en Rafah puede tener también consecuencias sobre lo que suceda en el siempre delicado equilibrio de la región del Mediterráneo oriental, en la que la diplomacia estadounidense lleva tiempo impulsando una normalización de las relaciones de Israel con Arabia Saudita y otros países árabes.

Si la campaña militar iniciada tras los ataques de Hamás contra Israel del pasado 7 de octubre plantearon un obstáculo difícil de superar a esos intentos, la escalada en Rafah ha enrarecido aún más las cosas entre Israel y sus vecinos árabes

Riad ha expresado desde el inicio de las operaciones en Rafah que espera que Israel acceda a poner fin a la guerra con Hamás y se comprometa a seguir una ruta que lleve hacia la creación de un Estado palestino.

La normalización de relaciones entre Israel y Arabia Saudita es vista como un avance importante no solamente por sus implicaciones bilaterales, sino porque ambos países -al igual que Estados Unidos- ven con desconfianza la política de Irán en Medio Oriente y su plan de desarrollo nuclear.

Otra relación tensionada por la ofensiva sobre Rafah es la de Israel y Egipto, que fue el primer estado árabe en reconocer a Israel.

Cruce de Rafah.
Getty Images
El cruce de Rafah, en la frontera entre Gaza y Egipto, ha sido una puerta de entrada de ayuda humanitaria y de salida de heridos.

Desde el inicio del actual conflicto, el gobierno de Abdel Fattah al Sisi ha estado preocupado por la posibilidad de que el desbordamiento de la violencia en Gaza termine llevando a los combatientes y líderes de Hamás hacia el Sinaí.

El Cairo no ve con buenos ojos a los miembros de Hamás, organización que se originó como una rama de los Hermanos Musulmanes egipcios, y a quienes considera como una amenaza a su seguridad.

El temor a la penetración de Hamás desde Rafah es uno de los motivos que El Cairo alega para no abrir la frontera con Gaza y permitir la entrada de refugiados palestinos en territorio egipcio.

Más allá de la política, se encuentra el impacto de la ofensiva israelí en la situación humanitaria en Rafah.

En los últimos meses han sido numerosas las voces en la comunidad internacional que han advertido que existía el peligro de que los cientos de miles de palestinos que se refugian en esa ciudad se vieran empujados hacia la frontera con Egipto.

En Rafah opera también el grupo conocido como Yihad Islámica, aliado de Hamás en su odio a Israel y que también ha lanzado en muchas ocasiones cohetes contra su territorio.

Más gasolina en un polvorín ya en llamas: Rafah.

* Con reportería adicional de Guillermo G. Olmo.

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BBC

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