Redacción NM
Sonic the Hedgehog fue ampliamente aclamado como una adaptación de un videojuego de acción real bien hecha, gracias a tomar prestada una fórmula muy gastada de Hollywood: un viaje por carretera con amigos con el sheriff de un pequeño pueblo James Marsden como su compañero humano. Ahora llega Knuckles, un programa de seis partes que empareja al compañero de Sonic con el compañero de Marsden, el ayudante Wade Whipple (Adam Pally). Pero mientras que las películas de Sonic se centraron principalmente en el erizo y utilizaron el personaje de Marsden para que Sonic rebotara, la adaptación de Knuckles le da la vuelta a ese precedente. Wade Whipple es el foco principal aquí, y Knuckles (Idris Elba) es alternativamente el compañero, el mentor y MacGuffin, según lo requiere la trama. El resultado es una comedia familiar generalmente entretenida sobre el diputado y aspirante a campeón de bolos Wade Whipple, en la que aparece Knuckles.
Knuckles aparece en gran medida en el primer episodio, ya que vemos sus tradiciones guerreras chocando con la familia de Sonic, incluidos breves cameos de Sonic, Tails y la matriarca Maddie interpretada por Tika Sumpter. (El personaje de Marsden, Tom, se menciona pero nunca se ve). Pero cuando Knuckles descubre que Wade necesita aliento para ganar un torneo de bolos, lo aprovecha como una oportunidad para entrenar a un protegido en sus tradiciones guerreras. Los dos emprenden un viaje por carretera hacia Reno, con figuras sombrías detrás de ellos con el objetivo de robar el poder de Knuckles. Cue travesuras.
Centrarse en Wade significa que su disfrute de Knuckles dependerá en gran medida de cuánto le guste el personaje cómico de Adam Pally. No está haciendo nada sorprendente aquí: está interpretando al mismo idiota simpático y tonto que quizás hayas visto en otros papeles, incluidas las dos primeras películas de Sonic. Es especialmente amplio en Knuckles, y pasa algunos momentos en el primer episodio guiñándole un ojo demasiado a la cámara, pero funciona. Y dado que esto lo coloca firmemente más en el lado de la «comedia» del espectro de la comedia de acción, la verdadera prueba está en las risas. Knuckles pasó esa prueba por mí, con al menos una gran risa por episodio y un puñado de leves risas a su alrededor.
Wade es un perdedor y lo sabe, pero Knuckles ve que tiene un gran corazón y quiere ayudarlo a desarrollar más confianza. El viaje a Reno, aparentemente para ganar un torneo de bolos, también es una oportunidad para que Wade se ocupe de los problemas de su padre. Su padre ausente (Cary Elwes) es una gran celebridad en la escena de los bolos, aparentemente, y solían jugar juntos antes de que el padre abandonara a la familia. También conocemos a los otros miembros de la familia de Wade: la cariñosa madre judía Wendy (Stockard Channing) y la desagradable y autoritaria hermana Wanda (Edi Patterson). Patterson se destaca particularmente, ya que ha acaparado el mercado interpretando a hermanas hilarantemente horribles (ver también: The Righteous Gemstones, Violent Night). Esta vez ella es una agente del FBI, que domina a Wade, quien solo se ha convertido en un diputado de un pequeño pueblo. Todo esto ayuda a informar qué ha convertido a Wade en una persona atrofiada y necesitada, y crea una vía sólida para la comedia que no tiene nada que ver con extraterrestres o agentes malvados.
Al mismo tiempo, es extraño tener un programa llamado Knuckles que se centre tan poco en Knuckles. Aún más extraño es que el programa tiende a ser mejor cuanto más se centra en Wade. ausencia de Nudillos. El cuarto episodio gira en torno a que Wade se ve obligado a valerse por sí mismo sin su amigo equidna con superpoderes, lo que significa que Knuckles apenas aparece en el episodio, y es uno de los mejores y más divertidos de la serie. Más tarde, una vez que el dúo llega al torneo de bolos, los comentaristas Paul Scheer y Rob Huebel pasan mucho tiempo en pantalla, quienes parecen estar principalmente improvisando colores deportivos. Todo esto funciona, pero también significa que el propio Knuckles pasa a un segundo plano en su propio programa.
Es difícil evitar la sensación de que esto podría deberse a restricciones presupuestarias. Ser un tonto de Adam Pally no cuesta tanto como animar a un equidna alienígena, y algunos de los momentos con el elenco principal de Sonic parecen notablemente menos pulidos que sus contrapartes cinematográficas, particularmente en la animación de su sincronización de labios. Después de todo, este es un programa de televisión en streaming, no el estreno de una película de gran presupuesto, por lo que esa limitación puede haber influido en las opciones de narración. Y no es una mala elección, per se; una vez más, el arco de Wade es interesante y permite mucha buena comedia, pero aún así destaca.
Knuckles tiene su propia historia, más o menos. Los agentes que actúan como antagonistas principales buscan su poder, lo que aumenta las apuestas y crea escenas de lucha ocasionales. El propio viaje de Knuckles gira en torno a aceptar la Tierra como su nuevo hogar, después de haber sido entrenado desde su nacimiento como un guerrero errante que nunca se establece en un solo lugar. Y obtenemos algunos lindos huevos de Pascua de la serie, como una escena que presenta su habilidad de deslizarse u otra donde obtiene su sombrero característico.
De manera similar, no todos los movimientos en el viaje de Wade se sienten particularmente merecidos. Un elemento continuo de la trama gira en torno a su colección de CD mixtos, que es el impulso para frecuentes lanzamientos de agujas al estilo Guardianes de la Galaxia. Pero cuando su caja con cremallera de CD-R se utiliza para soportar parte del peso emocional de su complicada relación con su padre, todo fracasa. (Es difícil imaginar esta versión pomposa y elegante de Cary Elwes incluso fingiendo disfrutar de la música pop con su tonto hijo). Y, finalmente, el drama familiar se entrelaza con la historia del villano de una manera que pone a prueba la credulidad de todo lo que sigue después.
Hablando de los villanos, esos son un punto débil particular para Knuckles. Quizás sea injusto esperar que algo iguale la energía maníaca de Jim Carrey como Robotnik, pero estos tipos malos son absolutamente inolvidables. El gran malo es un maquinista brillante pero brutal (Rory McCann) que intuimos que tiene alguna conexión con Robotnik, mientras que los dos secuaces (Kid Cudi y Ellie Taylor) son agentes descontentos que buscan un día de pago. Sus actuaciones son útiles, pero nunca se les da la oportunidad de brillar como algo más que carne de Knuckles, incluso relegando sus motivos a una sola exposición donde simplemente se explican sus historias de fondo uno al otro.
Todo esto conduce a una batalla final entre Knuckles y el maquinista, que parece un buen final para Wade, pero no está bien fundamentado en todos los demás sentidos. El deus ex machina que resuelve el problema es de memoria y el villano es eliminado con relativa rapidez. Además, en este punto ya habíamos visto a Wade lidiar con los principales obstáculos de su vida, por lo que la gran batalla parecía superficial, para atar cabos sueltos.
Como continuación del universo cinematográfico de Sonic the Hedgehog, Knuckles se siente ligero. No avanza la historia de ninguna manera notable, no hay huevos de Pascua o cameos de Keanu de cara al futuro que haya visto, y el propio Knuckles no tiene mucho arco. Simplemente se siente un poco más cómodo llamando a la Tierra su hogar. Sin embargo, como comedia de amigos generalmente familiar sobre un perdedor adorable que gana algo de confianza, Knuckles funciona bastante bien. Funciona sin problemas y provoca algunas risas con escenas de lucha ocasionales no demasiado violentas, pero no intenta ni logra ofrecer nada más.
