“Nunca vi a Messi en el gimnasio. Entraba, le hacían masajes y se ponía a jugar al básquet”. Sin querer, Kevin-Prince Boateng habló del hobbie escondido de Leo. En realidad, el ex compañero del Barcelona quería graficar la capacidad única del mejor de la historia para estar listo sin hacer grandes esfuerzos en los entrenamientos. Pero terminó dando datos de su otra pasión. Que quedó, otra vez en evidencia, cuando este lunes fue al estadio Kaseya Center para ver el partido de playoffs entre el local, Miami Heat, y Boston Celtics, que terminó con victoria del visitante para poner el 3-1 en la serie. Leo se apareció, junto a su familia, y tres compañeros, los amigos de siempre, Luis Suárez, Sergio Busquets y Jordi Alba.
Todos se ubicaron en un palco. Tal vez sea extraño que la NBA -y el Heat- no los ubicó en primera fila, como hace con las grandes celebridades mundiales, pero hay que tener en cuenta dos cosas: primero que era muchos y segundo que Leo, cultor del perfil bajo, no le interesa pasearse por el parquet mostrándose en TV y saludando a otros atletas. Lo cierto es que Leo disfrutó del espectáculo, con sus hijos y amigos, más incluso que el partido, que fue dominado por el N° 1 del Este y determinó la diferencia de Boston en la eliminatoria de primera ronda.
No es la primera vez que Messi muestra su gusto por el básquet. Como cuando decidió escribir el libro de Manu Ginóbili de quien suscribe esta nota. Básicamente porque siempre siguió al bahiense, especialmente fuera de la cancha. “Admiro cómo manejó ser una celebridad desde tan joven”, admitió. En aquel prólogo de El Señor de los Talentos, cuando se animó a decir una frase que captó los titulares de todos los medios del mundo. “Me causa gran orgullo escuchar a algún periodista decir que Manu es el Messi del básquet, en realidad deberían decir que yo soy el Manu del fútbol”.
Ese fue el título, pero no lo único que dijo de MG. “Es un espejo de cómo llevar una carrera tan exitosa. No siempre es fácil hacerlo, ante tanta exposición, elogios, críticas, responsabilidades y obligaciones, y él lidia con todo eso de una forma admirable desde hace años. Nunca estuvo metido en problemas o polémicas y lo noto como alguien muy sencillo y solidario. Sin dudas es un embajador de ese deporte y del país", arrancó. Para seguir con sus talentos.
"En la cancha todos sabemos que es un crack, que hace la diferencia porque además de tener talento siempre está pensando en qué necesita el equipo para ganar. Lo noto con una gran mentalidad y, por cómo actúa y lo que dice, también como un líder positivo, que privilegia lo colectivo por sobre su rendimiento. Ginóbili no tiene un solo talento. En realidad son muchos, algunos invisibles, los que le han permitido construir esta carrera soñada y a mí convertirme en uno de sus seguidores. Gracias Manu, en nombre mío y de todos los argentinos, por hacernos quedar tan bien", rubricó quien además realizó un gran comercial con Kobe, con quien competía a ver quién llegaba a los lugares más recónditos del planeta.
Además de ser un fana de Manu y la NBA, habitualmente se prendía a jugar. Lo hacía en la Selección, cuando había un aro. Y en el Barcelona, donde tenía uno para divertirse cuando llovía y debían entrenar bajo techo. De hecho hay un video que compartimos en el que dos cosas llaman la atención: primero su puntería y segundo que es derecho para lanzar al aro. Su técnica es buena, pulida, ordenada. Se nota que practica… Y que le gusta el básquet.
