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Resumen del libro “El 18 Brumario de Luis Bonaparte” de Karl Marx, Resúmenes de Ciencia Política

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2018/2019
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Análisis del golpe de Estado de Napoleón durante la revolución de mitad del siglo XIX
Subido el 10/14/2019
daniel_sanchez
daniel_sanchez🇦🇷
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¡Descarga Resumen del libro “El 18 Brumario de Luis Bonaparte” de Karl Marx y más Resúmenes en PDF de Ciencia Política solo en Docsity! 85 Revista de Estudiantes de Ciencia Política N.o 7. Medellín, julio-diciembre de 2015 ISSN 2339-3211 RESEÑA DEL LIBRO “EL 18 BRUMARIO DE LUIS BONAPARTE” DE KARL MARX* ANDREA GIRALDO GARCÍA* CÓMO CITAR ESTE ARTÍCULO Giraldo, A. (2015). [Reseña del texto El 18 de brumario de Luis Bonaparte]. Revista de Estudiantes de Ciencia Política, 7, 85-100. Tras años de vivir los efectos de la revolución burguesa que tuvo lugar a finales del siglo XVIII en Francia, a mediados del siglo XIX se retomaron allí las intenciones burguesas de ascender al poder, derrocar los regímenes exis- tentes y crear unos nuevos, propios de esta. Se retornó también a las muertes y al sometimiento de unas clases sociales por otras. Se empezaba a condensar una nueva revolución burguesa. El 18 brumario1 de Luis Bonaparte, escrito por Karl Marx, relata los sucesos que acontecieron en Francia durante el lapso de 1848 a 1851, que además incluyó el gobierno de Luis Bonaparte. Para ello, Marx detalla los acontecimientos más relevantes y cómo la burguesía, con sus diferentes representaciones, movimien- tos y dinámicas propias, estuvo implicada en estos hechos. De entrada, Marx plantea un análisis sobre cómo las revoluciones nuevas tienen su inspiración en las anteriores, hecho que termina por desviar el espíritu revolucionario, pues suelen generarse imitaciones, casi cómicas, en lugar de otorgarles a estas un verdadero sentido que las oriente hacia el alcance de sus propósitos. Uno de estos hechos cómicos fue la elección presidencial de Luis 1 “18 de Brumario” es una fecha del calendario republicano francés, equivalente al 9 de noviembre de 1799, en la cual Napoleón Bonaparte ejecutó su golpe de Estado, con el cual se dio fin a la Revolución Francesa del siglo XVIII. Karl Marx recurre a este acontecimiento, de forma metafórica, para referirse al golpe de Estado de Luis Bonaparte durante la revolución de mitad del siglo XIX. * Esta reseña es producto de un ejercicio académico realizado en el curso Teoría del Estado en el pregrado en Ciencia Política de la Universidad de Antioquia. ** Estudiante de último semestre de Ciencia Política en la Universidad de Antioquia, administradora de la misma institución y especialista en Gerencia Social de Uniminuto. Revista Estudiantes Ciencia Politica 7 ver 3.indd 85 4/09/2017 9:56:24 a. m. 86 ANDREA GIRALDO GARCÍA Bonaparte, la cual se dio por el reconocimiento de este apellido2: “Todo un pue- blo que creía haberse dado un impulso acelerado por medio de una revolución, se encuentra de pronto retrotraído a una época fenecida” (p. 8). En ese sentido, lo que implica este texto es que en la revolución podía presentirse la vergüenza que le esperaba al final del camino, que todas las ex- pectativas burguesas fueron aplacadas de una u otra forma y que finalmente, a la luz de los acontecimientos, todo debía perecer. Dada la complejidad histórica y conceptual de los hechos que recrea el 18 de Brumario, pueden identificarse en él ciertos aspectos claves que permitirían al lector captar algunos elementos para comprender lo que sucedió: los grupos de actores sociales involucrados y sus dinámicas de integración y desintegración, los hechos que originaron cada cambio en virtud de unos u otros grupos, los efectos colaterales que cada situación generó, entre otros. Para lograr este cometido, conviene hacer referencia a los tres momentos claves en los que se dividió esta revolución para, con base en cada uno de ellos, dar cuenta de las referencias que plantea Marx. Se tratan de: el período de febrero, el período de constitución de la república o de la Asamblea Nacio- nal Constituyente y el período de la república constitucional o de la Asamblea Nacional Legislativa. Cada uno arrastró consigo diversas situaciones que son desarrolladas a lo largo del texto y que se pretenden narrar de manera sintética en esta reseña. En primer lugar, se ubica el período de febrero, que transcurrió desde el 24 de dicho mes de 1848 – fecha de la caída de Luis Felipe – hasta el 4 de mayo del mismo año. La principal característica de esta etapa es que el gobierno, y todo aquello que con él se configuró, fue provisional. Lo que se proponía era una reforma electoral para ampliar el círculo político y derrocar a la aristocracia financiera. El conflicto estalló cuando el pueblo va a las barricadas. Se presentan graves confusiones en la forma de entender la república, e incluso el proletariado la reclama como suya denominándola República Social. Finalmente, a las viejas fuerzas de la sociedad se les unen los campesinos y los pequeños burgueses, agrupándose para entrar en la escena política. En segundo lugar, se encuentra el período de la constitución de la república, que aconteció desde el 4 de mayo de 1848 hasta el 28 de mayo de 1849. Este momento inició con la reunión de la Asamblea Nacional Constituyente. Una de las premisas de dicha asamblea fue que “si en nombre del rey, había dominado 2 Luis Bonaparte era sobrino de Napoleón Bonaparte. Revista Estudiantes Ciencia Politica 7 ver 3.indd 86 4/09/2017 9:56:24 a. m. 89 RESEÑA DEL LIBRO “EL 18 BRUMARIO DE LUIS BONAPARTE” DE KARL MARX* Legislativa el problema es el mismo que el del período de la Constituyente: la simple lucha entre republicanos y realistas” (p. 26). Es evidente, pues, que sigue haciéndose presente la dialéctica marxista, es decir, la construcción de la historia a partir de la lucha de clases. También, es necesario tener en cuenta que, en esta etapa, contrario a lo que se produjo en la revolución burguesa de finales del siglo XVIII, se presentó un descenso con respecto a los actores que participaron en ella. Esto se percibe en la necesidad del partido proletario de apoyarse, inicialmente, en el partido pequeño burgués-democrático, quienes lo traicionaron y derrotaron, para posteriormente aliarse con en el partido republicano-burgués, los cuales, a su vez, se deshicieron de los demócratas buscando los hombros del partido del orden. Estos últimos, una vez asegurada su posición, hicieron a un lado a los republicanos burgueses y se refugiaron en el poder armado, cuyos miembros, finalmente “se han convertido en bayonetas” (p. 24). Dos actores sociales cobraron relevancia en este período de la revolución. De una parte, se encontraba el partido del orden, conformado por legitimistas y orleanistas, dos fracciones representativas de la burguesía, unos en defensa de la propiedad del suelo -o, como diría Marx, burgueses con “coquetería feudal” (p. 27)- y los otros, en cambio, defensores del capital, la industria y el comercio; cabe aclarar que, pese a que cada fracción buscaba imponerse a la otra, su ejercicio como partido fue cohesionado. La otra cara de la moneda estaba constituida por los pequeños-burgueses y obreros, quienes se unieron en el partido socialdemócrata denominado como La Montaña5, valiéndose de situaciones como la alianza establecida con los jefes socialistas y la re- cuperación de la popularidad por parte de este grupo. La Montaña defendía los derechos del hombre, pero estos no eran su fin último. La burguesía buscaba suprimir a los socialdemócratas, igual que lo había necesitado con el proletariado, y por eso aprovecharon la participación que aquellos tenían en la Asamblea Nacional para tenderles una trampa que los pusiera por fuera de este escenario. De acuerdo con la nueva Constitución, el bombardeo efectuado en contra de Roma por iniciativa de Bonaparte en 1849, infringía los artículos 5 y 54, situación que fue denunciada el 11 de junio de dicho año por Ledru-Rollin, 5 Este partido tuvo su germen en el grupo revolucionario que participó entre 1793 y 1795 en la Revo- lución Francesa y que se denominaba de la misma manera, confirmando nuevamente el importante papel que tuvo el pasado en esta nueva revolución. Revista Estudiantes Ciencia Politica 7 ver 3.indd 89 4/09/2017 9:56:24 a. m. 90 ANDREA GIRALDO GARCÍA quien se encontraba al frente de La Montaña. La Asamblea Nacional desechó esta denuncia, el 12 de junio, obligando a este partido a abandonar el Par- lamento. En vista de esta situación, el 13 de junio se efectuó una procesión callejera de guardias nacionales demócratas que se hallaban desarmados, y que al encontrarse con las tropas del general Changarnier contaron con diversa suerte, una parte de este grupo debió abandonar la república, otros tantos se vieron entregados ante el Tribunal Supremo de Bourges, bajo el cual Barbès6 es condenado a cadena perpetua, Blanqui7 a diez años de prisión, y los demás a prisión, deportación y vigilancia. Para analizar estos acontecimientos, Marx resalta que “ningún partido exa- gera más ante el mismo sus medios que el democrático, ninguno se engaña con más ligereza acerca de la situación” (p. 30). De esta manera, es posible inferir que La Montaña estaba seguro de su triunfo ante la burguesía, sin tener en cuen- ta que aún había recuerdos de la insurrección de junio, y que eran necesarios grandes intereses comunes entre los pequeños burgueses y el proletariado para superar las diferencias que los aquejaban, siendo insuficiente una infracción constitucional, dado que esta ya había sido violada en otras ocasiones: Pero el demócrata, como representa a la pequeña burguesía, es decir, a una clase de transición, en la que los intereses de dos clases se embotan el uno contra el otro, cree estar por encima del antagonismo de clases en general (p. 31). Sin embargo, la situación presentaba, nuevamente, otra cara: la del partido del orden. Si bien este “no sólo había quebrantado la fuerza de La Montaña, sino que había impuesto el sometimiento de la Constitución a los acuerdos de la mayoría de la Asamblea Nacional” (p. 32), ahora se encontraba en medio de su propio encierro, pues en cuanto el Poder Ejecutivo violase la Constitución en contra de la burguesía, esta estaría cerrándose el camino a la insurrección. Vale la pena considerar otra implicación del 13 de junio. Se trata de resaltar que esta victoria del partido del orden frente a los democráticos fue reclamada 6 Armand Barbès, diputado de La Montaña, fue uno de los líderes del movimiento obrero que salió a las calles el 13 de junio. 7 Auguste Blanqui también lideró este movimiento obrero, fue un personaje de gran relevancia en el socialismo europeo, impulsando no sólo las luchas del proletariado, sino también las de los movimientos estudiantiles, y promoviendo luchas para que se dieran cambios sustanciales en el Gobierno durante este período de tiempo. Revista Estudiantes Ciencia Politica 7 ver 3.indd 90 4/09/2017 9:56:24 a. m. 91 RESEÑA DEL LIBRO “EL 18 BRUMARIO DE LUIS BONAPARTE” DE KARL MARX* por Bonaparte como suya. Además, aunque sólo se hubiera tratado, como ya se mencionó, de una mera procesión callejera, el mismo partido del orden hizo de esta una batalla de gran envergadura. Otros eventos relevantes de este período fueron la disolución de la Guardia Nacional de la burguesía y los largos períodos de vacaciones que se tomó la Asamblea Nacional, en los cuales sólo aparecía una figura: la de Luis Bonaparte. Esto finalmente conllevó que el partido del orden comenzara a descomponerse en las partes realistas que lo integraban, dejándose llevar por sus apetitos de restauración en pugna. “[…] sólo faltaba una cosa para consumar la verda- dera faz de esta república: hacer permanentes las vacaciones parlamentarias y sustituir su lema de liberté, égalité, fraternité por estas palabras inequívocas: ¡Infanterie, Cavalerie, Artillerie!” (p. 34). Entre tanto, en el seno de la revolución, se fraguaban más conflictos de intereses, más luchas de clases. De un lado, la burguesía, aún a la cabeza de la Asamblea Nacional, se hallaba en contraposición al presidente, y este, a su vez, buscaba los medios necesarios para hacerse con su favorabilidad. De esta manera, destituyó al ministro Odilon Barrot, que contaba con apoyos de legitimistas y orleanistas, ubicando allí a un prestamista de fama parlamenta- ria y con una de las peores reputaciones en las altas finanzas, lo que dinamizó las acciones bonapartistas en la Bolsa de París, a partir del 1 de noviembre de 1849; además, nombró como prefecto de la policía de París a una de sus fichas, denominado Carlier8; se trataba, pues, de dos figuras representativas de los in- tereses burgueses. Por otro lado, el interés político de la burguesía la obligaba a continuar una guerra en contra de la opinión pública y del movimiento de la sociedad civil; “[…] véase forzada, por su situación de clase, de una parte, a destruir las condiciones de vida de todo poder parlamentario, incluyendo, por tanto, el suyo propio, y, de otra, a hacer irresistible el Poder Ejecutivo hostil a ella” (p. 36). A las decisiones de Bonaparte, le siguió su declaración de sumisión a la Asamblea Nacional, razón por la cual sus ministros perdieron toda evi- dencia de respeto hacia él, declarando que “se comportaba como un genio ignorado, considerado por el mundo entero como un bobo” (p. 36). Esto permitió que la burguesía alcanzase una de sus máximas ostentaciones de dominación. Y su poder se fortalecía en el reconocimiento, por parte de 8 Karl Marx no plantea en su texto una descripción clara acerca de este personaje. Revista Estudiantes Ciencia Politica 7 ver 3.indd 91 4/09/2017 9:56:24 a. m. 94 ANDREA GIRALDO GARCÍA En compañía de esta, hizo evidentes sus burlas hacia los grandes actos de Gobierno y luego, tras una declaración, se acusa a los decembristas de un acuerdo para asesinar al general Changarnier y a Dupin, obligando a Bonaparte a disolver formalmente su Sociedad. Posteriormente, con el fin de reclutar y ampliar las tropas de la Sociedad de 10 de diciembre, Bonaparte intenta seducir a los oficiales y suboficiales del ejército que estaban bajo el mando del general Changarnier, quien era consi- derado el “baluarte de la sociedad” (p. 44) por haber sido su salvador el 29 de enero cuando la Guardia Nacional presionó la disolución de la Constituyente, y el 13 de junio en la victoria del partido del orden frente a los democráticos. Esta acción se consideró como una infracción por parte de la comisión permanente (quienes reemplazaron a la Asamblea Nacional durante sus vacaciones de tres meses). Adicionalmente, tras obligar al general de la infantería a retirarse de su cargo, Bonaparte destituyó al ministro de la guerra D’Hautpoul. Bonaparte escribió un mensaje a la Asamblea Nacional en el cual apela, enfáticamente, a la búsqueda de la tranquilidad de Francia, ante lo cual la Asamblea, si bien duda de la sinceridad del mensaje, no tiene elementos para cuestionarlo. “El partido del orden no se atrevió, después de que Bonaparte, en su mensaje, había hablado de «paz», a contestar con «guerra»” (p. 46). Aunque el partido del orden tenía una lucha evidente en contra de Bona- parte, sus causas eran equívocas. Por ejemplo, tras la denuncia del plan de asesinato por parte de la Sociedad del 10 de diciembre, no abrió una investi- gación exhaustiva para acusar a Bonaparte y se ocupó, en cambio, de asuntos más triviales en su contra. Este aprovechó dicha debilidad y provocó al partido del orden, dándole cada vez más temas triviales de los cuales ocuparse. Se declaró a la república en peligro, aunque el anuncio, dados los antecedentes, no fue tenido en cuenta. Baste, como muestra el descubrimiento del intento de estafa al Estado por parte de su presidente, en el cual el partido del orden pasa por alto. Estaba comprobado que el Parlamento se hallaba subordinado al Poder Ejecutivo. Ahora Bonaparte podía implementar la estrategia definitiva para con- solidar su poder que había maquinado desde hacía largo tiempo: destituir a Changarnier. Una vez lo logró, el partido del orden entregó el ejército al presidente, concluyendo de esta manera la primera parte de la lucha entre el partido del orden y el Poder Ejecutivo. La Asamblea Nacional va perdiendo su rol y su poder. Revista Estudiantes Ciencia Politica 7 ver 3.indd 94 4/09/2017 9:56:24 a. m. 95 RESEÑA DEL LIBRO “EL 18 BRUMARIO DE LUIS BONAPARTE” DE KARL MARX* Tras estos hechos, se vio la necesidad de una nueva coalición entre el partido del orden y La Montaña para dar un voto de desconfianza hacia los ministros de Bonaparte. Esa necesidad hizo más evidente, por el hecho de que el parti- do del orden había perdido su mayoría parlamentaria. El error estuvo en que vetaron a los ministros y no al presidente, así, este eligió nuevos ministros, la mayoría sin carácter, lo que le permitió un mayor poder: “Cuanto más simples coristas fuesen sus ministros, más visiblemente concentraba Bonaparte en su persona todo el poder ejecutivo, mayor margen de libertad tenía para explotarlo al servicio de sus fines” (p. 52). Y para reforzar su poder frente a sus aliados circunstanciales, el partido del orden rechazó una solicitud de La Montaña para otorgar amnistía general a 189 presos políticos. De haberla aprobado, se habrían fortalecido en contra del pre- sidente, “pero no se sentía a la altura de la misión de jugar con fuego” (p. 53). En última instancia, Bonaparte atosiga y debilita a la Asamblea sometiéndola a constantes cambios de ministerios, para luego restaurarlos de forma permanen- te. Esto implicó tal toma del poder, que incluso se llamó a Changarnier con el objeto de convencerlo para unirse al partido del presidente, en dicho momento le informan del coup d’état10 que está planeado desde hace tiempo y que ha debido ser aplazado una y otra vez. Changarnier no acepta y en cambio denuncia este plan al partido del orden. Estos creen que no hay peligro, “¿quién cree que las picaduras de las chinches matan?” (p. 53). Ante eso Bonaparte contesta: “te parezco un ratón, pero algún día te pareceré un león” (p. 54). El 28 de mayo fue la señal para la desintegración total del partido del orden. La Asamblea Nacional debía decidir si se revisaría la Constitución, y ello hacía poner en evidencia los fuertes conflictos de intereses al interior del partido. De un lado, los bonapartistas pedían la revisión para derogar el artículo 45 que prohibía su reelección, mientras los republicanos se rehusaban, a toda costa, a dicha revisión, por considerarla un ataque en contra de la república. Como estos últimos tenían más de una cuarta parte de la participación en la Asamblea, lograron que no se alcanzaran las tres cuartas partes requeridas para aprobar la revisión. El partido del orden se hallaba en una contradicción: sabía que, si votaba por la revisión, con el voto republicano no había forma de ganar; por otra parte, sabía que, si rechazaba la revisión, despertaría la furia de Bonaparte, quien entregaría a Francia al proletariado en 1852. 10 Coup d’etat es una expresión francesa que significa “Golpe de Estado”. Revista Estudiantes Ciencia Politica 7 ver 3.indd 95 4/09/2017 9:56:24 a. m. 96 ANDREA GIRALDO GARCÍA Otra oposición que se reveló fue entre los legitimistas y orleanistas, unos por la defensa de la gran propiedad y los otros por la industria. El punto en común para gobernar era la república parlamentaria. Todos los dilemas y dramas en torno a la posibilidad de fusión entre legitimistas y orleanistas, generaron, en última instancia, que el príncipe de Joinville se lanzara a la presidencia, decisión que se proclamó luego de haber rechazado la revisión constitucional, hecho que tuvo lugar el 19 de julio, y que involucró que votaran en contra de esta un conjunto de orleanistas, republicanos y montañistas. El intento de fusión había fracasado, así como se rompió su fusión parla- mentaria. A su vez, tanto legitimistas como orleanistas se vieron nuevamente divididos en sus partes constitutivas. Sin embargo, el Parlamento declaró la Constitución “fuera de la mayoría” (p. 58), la derogó y prolongó así los poderes presidenciales: El partido del orden demostró, con su acuerdo sobre la revisión, que no sabía gobernar ni servir, ni vivir ni morir, ni soportar la república ni derribarla, ni mantener la Constitución ni echarla por tierra, ni cooperar con el presidente ni romper con él. ¿De quién esperaba la solución de todas las contradicciones? Del calendario, de la marcha de los aconte- cimientos. Dejó de arrogarse un poder sobre éstos. Retó, por tanto, a los acontecimientos a que se impusiesen por la fuerza, retando con ello al poder, al que, en su lucha contra el pueblo, había ido cediendo un atributo tras otro, hasta reducirse a la impotencia frente a él. Para que el jefe del poder ejecutivo pudiese trazar el plan de lucha contra él con mayor desembaraso [sic], fortalecer sus medios de ataque, elegir sus armas, consolidar sus posiciones, acordó, precisamente en este momento crítico, retirarse de la escena y aplazar sus sesiones por tres meses, del 10 de agosto al 4 de noviembre (p. 59). Como Bonaparte contaba con representación de la aristocracia financiera en el Gobierno, se mantuvieron sus intereses dentro de la Bolsa, así como la Bolsa mantuvo sus intereses cerca de este. Con los acontecimientos que conllevaron la desintegración de los diferentes grupos y partidos representantes de la bur- guesía, Bonaparte contó con un reconocimiento nacional, e incluso continental, como lo declaró el Economist, en el número publicado el 29 de noviembre de 1851: “En todas las Bolsas de Europa se reconoce ahora al presidente como el guardián del orden” (p. 59). La burguesía industrial, notándose disgustada por los roces entre Parlamento y Ejecutivo, y tras ser castigada por su coalición con La Montaña, demostró Revista Estudiantes Ciencia Politica 7 ver 3.indd 96 4/09/2017 9:56:24 a. m. 99 RESEÑA DEL LIBRO “EL 18 BRUMARIO DE LUIS BONAPARTE” DE KARL MARX* una vez más que había cortado por su propia mano los músculos que unían la cabeza parlamentaria con el cuerpo de la nación” (p. 65). Por otro lado, la pro- puesta de enmienda para reducir el tiempo de habitación en un territorio para poder votar, de tres a un año, fue rechazado por un voto; de nuevo se confirmó la pérdida de mayoría dentro de la Asamblea Nacional, y en pocas palabras “había gastado su último hálito de vida, estaba muerta” (p. 65). Para finalizar, conviene ahora, con el propósito de no perder detalles relevan- tes, citar lo que Marx relata con respecto al momento preciso en que Bonaparte hace su golpe de Estado: El 18 Brumario, Napoleón, con menos talla que su modelo, se trasladó, a pesar de todo, al Cuerpo Legislativo y le leyó, aunque con voz entrecortada, su sentencia de muerte. El segundo Bonaparte […] no fue a buscar su modelo en los anales de la historia universal, sino en los anales de la Sociedad del 10 de Diciembre, en los anales de la jurisprudencia criminal. Roba al Banco de Francia 25 millones de francos, compra al general Magnan por un millón y a los soldados por 15 francos cada uno y por aguardiente, se reúne a escondidas por la noche con sus cómplices, como un ladrón, manda asaltar las casas de los parlamentarios más peligrosos, sacándolos de sus camas y llevándose a Cavaig- nac, Lamoriciére, Le Flô, Changarnier, Charras, Thiers, Baze y otros, manda ocupar las plazas principales de París y el edificio del parlamento con tropas y pegar, al amanecer, en todos los muros, carteles estridentes proclamando la disolución de la Asamblea Nacional y del Consejo de Estado, la restauración del sufragio universal y la declaración del departamento del Sena en estado de sitio. Y poco después, inserta en el “Moniteur” un documento falso, según el cual influyentes hombres parlamentarios se han agrupado en torno a él en un Consejo de Estado. Los restos del parlamento, formados principalmente por legitimistas y or- leanistas, se reúnen en el edificio de la alcaldía del 10 distrito y acuerdan entre gritos de “¡Viva la república!” la destitución de Bonaparte, arengan en vano a la masa boquiabierta congregada delante del edificio y, por último, custodiados por tiradores africanos, son arrastrados primero al cuartel d’Orsay y luego em- paquetados en caches celulares y transportados a las cárceles de Mazas, Ham y Vicennes. Así terminaron el partido del orden, la Asamblea Legislativa y la revolución de febrero (pp. 66-67). A modo de conclusión, El 18 Brumario de Luis Bonaparte, como modelo del análisis de coyuntura política, evidencia las tensiones entre los actores de la revolución francesa de mitad del siglo XIX, así como los escenarios y los Revista Estudiantes Ciencia Politica 7 ver 3.indd 99 4/09/2017 9:56:24 a. m. 100 ANDREA GIRALDO GARCÍA acontecimientos que allí tuvieron lugar y que implicaron la transformación en la estructura política de Francia durante dicha época. Como se mencionó al inicio, es un texto de cierta complejidad conceptual e histórica, pues son numerosos los personajes y los hechos a los cuales hace referencia. Sin embargo, es un recurso para reflexionar en torno a las relacio- nes de poder que constituyen el contexto político decimonónico en Francia, a las permanentes luchas de clases que protagonizaron sus conflictos y cómo quienes gozan del poder en cada momento pueden valerse de cualquier medio para instrumentalizar los diferentes sectores sociales, incluso a los enemigos, en ocasiones apelando a la legislación, con el fin de lograr sus propósitos. Revista Estudiantes Ciencia Politica 7 ver 3.indd 100 4/09/2017 9:56:24 a. m.