Jackass 3D (2010), de Jeff Tremaine

Johnny Knoxville y sus gamberros chicos de Jackass vuelven a la carga. Lo de gamberros a muchos les sonará a poco después de las burradas de esta tercera película que ha querido seguir la moda y es en 3D. Los chicos de la calavera continúan en su línea aunque en este título optan más por las bromas y barbaridades que se hacen entre ellos, que por las que tienen como objetivo a los ciudadanos de a pie.

En cuanto al calibre de las bromas y pruebas que protagonizan... Un cámara vomita en dos ocasiones (por supuesto, grabado y recogido para “deleite” del espectador) y está a punto en otras tantas ocasiones. Dos momentos son cruciales: el volcán de excrementos y el cóctel de sudor que segrega uno de ellos para que se lo beba otro. Tampoco se queda atrás el váter volador llenito de mi... Aunque hay que reconocer que tiene cierta gracia la burrada dental con el Lamborghini, por mucho que sea algo que ya han probado en el pasado.

Obviamente se trata de un título exclusivo para los amantes de Jackass. Lo que sorprende es que existan tales amantes. Y es que después de ver estas películas no se puede dejar de pensar en cómo son capaces de disfrutar tanto sus protagonistas haciendo semejantes burradas. Porque no es que se rían, es que no ganan para carcajadas a lo largo de todo el metraje.

En honor de Knoxville hay que decir que ha sabido crear un original género no apto para muchos paladares, pero que encanta a una gran parte del público norteamericano y que tiene también sus adeptos más allá de sus fronteras. Originalidad y sentido del humor a su manera, no le faltan.