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Octubre 28, 2020

Claves para tener en cuenta en los reintegros y reencuentros familiares

Claves para tener en cuenta en los reintegros y reencuentros familiares
Las familias pueden enfrentar situaciones que las llevan a separarse de manera temporal; entre otros motivos, por desastres naturales, problemas económicos e, incluso, conflictos internos que se generan por la dinámica familiar y no encuentran una respuesta distinta a la separación temporal de los integrantes de la familia o de alguno de estos.
Claves para tener en cuenta en los reintegros y reencuentros familiares
Durante el periodo de la separación, diferentes personas o instituciones pueden apoyar a la familia ante las situaciones que están viviendo; en algunos casos, los abuelos u otros familiares se vinculan al cuidado de hijos e hijas, mientras los otros integrantes de la familia buscan sortear la dificultad; en otros casos, el ICBF apoya para garantizar los derechos de los niños, niñas y adolescentes, mientras la familia afronta las situaciones y se fortalece para tenerlos en su seno nuevamente.

Una comunicación clara permite llevar la separación de mejor manera

Es importante que durante el tiempo de la separación se mantengan los vínculos de cuidado, amor, solidaridad y apoyo; posiblemente, algunos de los integrantes de la familia puedan experimentar la separación temporal como un abandono o un desinterés y una manera de mitigar esa sensación es mantener la comunicación, que permite conservar el vínculo a pesar de la distancia.

Sin embargo, es importante que esta comunicación sea clara y guarde los principios de realidad y sensatez sobre el reencuentro. No es adecuado que se generen falsas expectativas de retornos apresurados cuando las condiciones que generaron la separación no han logrado solucionarse. En este sentido, es importante que todos los involucrados actúen y, desde sus posibilidades, aporten para poder dar vuelta a la situación.

Entonces, es fundamental conversar sobre la situación que generó o que genera la separación, utilizar este tiempo para construir posibles acuerdos y desarrollar estrategias positivas que permitan superarla y fortalecer las capacidades para afrontar situaciones similares, de manera tal que aprendan a partir de las vivencias.
 
Afianzar los vínculos de amor, confianza, responsabilidad y respeto

Siempre será importante afianzar los vínculos de amor, confianza, responsabilidad y respeto entre los diferentes integrantes de la familia. Cuando la separación se genera por conflictos que han involucrado maltratos o vulneraciones, además de las acciones que realicen los diferentes integrantes de la familia por sí mismos, seguramente, será importante recurrir a la asistencia profesional que puede brindar un apoyo psicosocial, a través de servicios particulares o, en algunos casos, mediante instituciones del estado como el ICBF.

En los casos de niños, niñas o adolescentes que han ingresado al ICBF a procesos administrativos para restabler sus derechos que implican la separación de su familia, es igualmente fundamental que se promuevan los vínculos de amor, confianza, responsabilidad y respeto, y poder realizarlo de la mano de los equipos psicosociales que apoyan el proceso.

El reencuentro: no se “arranca” en el mismo lugar y momento de la separación

El momento de volver a encontrarse puede ser muy emocionante, lleno de anhelos y expectativas; pero, al mismo tiempo es un nuevo momento de transformación que trae retos para ser afrontados, en el que se mezclan emociones de ansiedad, estrés, alegría o tristeza por lo que se espera y, a su vez, por lo que se deja atrás; todo esto vivido de manera distinta por cada integrante de la familia. Abordar ese momento implica asumir una serie de retos y transformaciones que se han generado durante la separación.

Es probable que los niños, las niñas y adolescentes hayan cambiado o modificado algunas prácticas o rutinas porque estuvieron en instituciones o compartieron con otras familias u otros integrantes de sus familias extensas, quienes tienen diferentes formas de manejar la disciplina, de manifestar el afecto u otros aspectos de la vida diaria. Lo mismo pudo pasar en los padres u otros integrantes de la familia durante el momento de la separación.

Así, los nuevos encuentros implican conciliar las nuevas prácticas y sistemas de valores. Es importante tener presente que no se “arranca” en el mismo lugar y momento en el que se generó la separación.

Al respecto, deben considerarse los sentires que estuvieron allí involucrados y fueron vividos por cada una de las personas de la familia; tener en cuenta probables sentimientos de rechazo, culpa u otros que pudieron generarse con la separación y que es necesario sanar como familia durante el reencuentro y reunificación familiar; también es valioso considerar los aprendizajes de la separación y cómo estos nutren una mejor versión de la familia que construimos.

Es importante, como familia, crear un ambiente de aceptación y permitir que todos puedan sentirse seguros, estables y protagonistas de la unificación familiar. En este sentido, es esencial reconocer y hacer visibles las aspiraciones de todos, proponer y aceptar compromisos para hacerlas posibles. Es fundamental acompañar los comportamientos y las emociones de cada uno y de manera apropiada según su edad, impulsar sus fortalezas y promover la resiliencia, para recuperar los elementos que, individualmente y como colectivo, valoran de su familia.

Ser conscientes y empáticos es el primer paso para crear un entorno apropiado para la reunificación, sobre todo para aquellos que pudieron sentirse más solos en el proceso; la empatía nos permitirá avanzar positivamente hacia la resiliencia y la estabilidad, que siempre fortalecerán los vínculos familiares y ampliarán las capacidades de la familia para constituirse como una versión mejorada de sí misma.