Felipe III
1606. Óleo sobre lienzo, 204 x 122 cmSala 055
Es pareja del retrato de la reina Margarita de Austria (P2563), y como aquél, una de las réplicas o variantes de los retratos realizados para el Salón de Retratos del Palacio de El Pardo, entre 1606 y 1608. Como contrapunto al de la Reina, la figura del monarca se gira ligeramente a la derecha, dejando ver un amplio paisaje; Felipe III (1578-1621) lleva media armadura y sostiene una bengala con la mano derecha mientras que la izquierda se apoya en la empuñadura de la espada. Esta imagen del Rey como máximo conductor de los ejércitos y por tanto del Reino, fue utilizada por Pantoja de la Cruz en otras ocasiones, pero no parece que pudiera ajustarse a la auténtica personalidad del Monarca, hijo de Felipe II y de su cuarta esposa Ana de Austria.
Felipe III fue tenido por hombre culto y piadoso, pero su carácter blando y falto de voluntad le empujó a entregar el gobierno a su valido, el duque de Lerma. No obstante, el retrato del Rey asiendo con firmeza los atributos del poder, no hacían sino seguir la tradición emprendida por Felipe II con Tiziano y Antonio Moro; aunque se suele subrayar el acento flamenco de esa pintura, con una cierta rigidez en la percepción del modelo, está más cercano a Alonso Sánchez Coello, el maestro de Pantoja. En cualquier caso, y pese a seguir las características de la pintura de Pantoja de la Cruz, el retrato de Felipe III no está a la misma altura que el retrato con el que hace pareja, el de la reina Margarita, autentica cumbre de su producción retratística.
Como su pareja, el retrato perteneció al duque de Uceda, hijo del duque de Lerma, tal vez tras un encargo expreso del famoso valido a Pantoja. Llegó al Museo del Prado en 1934, como Legado de Mª. de los Ángeles Medina y Garvey, duquesa de Tarifa (Texto extractado de Ruiz, L.: El Greco y la pintura española del Renacimiento. Guía, Museo del Prado, 2001, p. 176).