Conchita lanza nuevo disco, 'La orilla'. Muchos la llaman cursi, pero no hay que confundir algo así con sensibilidad. La cantante es una mujer fuerte, como muestran las vivencias que plasma en sus canciones, como las que componen su nuevo trabajo. La maternidad le cambió la vida, y no sólo por el hecho de traer un niño al mundo: la cantante pasó unos días en coma tras dar a luz al hijo que esperaba con el productor discográfico Pablo Cebrián, y todo debido a una preeclampsia severa. Ahora Conchita, Pablo y su 'pichón' han empezado un viaje nuevo en la vida.

¿Por qué has elegido para tu nuevo disco el título 'La orilla'?
Porque para mí es signo de calma y, en los momentos difíciles, me imagino que estoy en la orilla.

¿Es un disco muy sentimental?
Me han pasado muchas cosas desde el anterior disco hasta ahora y he colocado el foco en otras cosas. Según te van pasando cosas, vas componiendo. Tenía muchas canciones hechas, incluso casi terminado el disco, y, como me pasaron una serie de cosas, cambié todo el disco.

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¿Cuesta contar tu vida a través de las canciones?
No, porque cuando escribo no pienso en que la gente las vaya a escuchar. Para mí es como un desahogo, y lo he hecho desde pequeña. En momentos difíciles o de subidón, me ayuda a canalizar las cosas.

Eres una chica muy dulce, pero tus canciones hacen pensar porque llegan a ser duras...
Hay una frase que me dijeron una vez: "No se puede confundir sensibilidad con debilidad". Yo soy sensible, pero también soy muy cañera conmigo misma y me hago mucha autocrítica.

Hay una canción del disco, que se titula 'Fuengirola', en la que cuentas un romance de juventud.
Es una canción donde hay muchos recuerdos de mi vida, en esa canción sí hablo de un beso, pero también que dejé de trabajar por dedicarme a la música.

Eres española, pero viviste mucho tiempo en Burdeos (Francia), ¿compones en español o en francés?
En español, pero cuando volví a España todo lo pensaba en francés. Ahora ya no, e incluso sueño en español.


En esa canción hablas de dejarlo todo por la música, ¿nunca pensaste que podías vivir de la música?
Sí, y por eso lo hice. En aquella época tenía 21 años y tampoco tenía mucho que dejar. Así que me arriesgué. Trabajaba como profesora de Primaria, pero sólo estuve cuatro meses.

Te duró poco. ¿No aguantabas a los niños?
Me encantaba, y tengo un recuerdo muy bonito. Cuando me fui, fue un dramón.

¿Qué te hizo cambiar?
Me fichó una discográfica y tenía que tomar la decisión. Mi familia se lo tomó con un poco de miedo, porque este mundo es complicado, y entiendo su posición. Pero a esa edad era cuando me la tenía que jugar.

También compones para otros cantantes, ¿es difícil hacer temas para otros?
No tiene nada que ver. Yo tengo la forma de contar las cosas para mí, pero cuando lo haces para otros intentas cambiar y contar las cosas de otra manera. Es un ejercicio que me gusta mucho porque te desprendes un poco de ti para que las cuenten otros.

"Los problemas son como pompas de jabón, los explotas y se solucionan"

Hablabas de que te han pasado muchas cosas. Una de ellas fue la maternidad y ese coma en el que entraste al dar a luz. Supongo que eso te ha hecho madurar.
Claro, y me ha hecho ver la vida de otra forma. Cuando la vida te da un golpe fuerte, inevitablemente aprendes y recolocas tus prioridades. Te das cuenta de que los problemas que tenías no eran tales. Los problemas son como pompas de jabón, los explotas y se solucionan, y si no, hay que seguir adelante.

Cuando despiertas de ese coma, ¿qué es lo primero que piensas?
Una cosa curiosa es que siempre había pensado que, cuando hiciera balance de mi vida, estaría la música. Y no fue así, pensé en otros momentos de mi vida y te das cuenta que las cosas importantes son haber pasado una tarde con tu amiga, tu familia... o una simple carcajada.

Y cuando le ves la cara a tu hijo, ¿qué pasó entonces?
Realmente, con todo lo que me pasó, no era consciente de que había tenido un niño. Yo estaba más centrada en luchar por mi vida y, cuando lo cogí en brazos, me di cuenta que mi prioridad era otra. En ese momento, me olvidé de mí. Fue un momento precioso.

¿La maternidad también te ha cambiado a la hora de trabajar?
Aprendes a utilizar el tiempo mucho mejor, porque quiero pasar el mayor tiempo con él, con mi pichón.

Tu pareja va contigo también de gira, ¿a tu pichón te lo vas a llevar?
Es muy pequeño todavía para tanto tute. No sabemos qué vamos a hacer. Pero, mira, gracias a la pandemia, en lugar de tener que separarme teniendo él sólo un año y medio, lo voy a hacer ahora que tiene ya tres.

¿Qué sientes cuando, en plena promoción, durante la entrevista que te estaba haciendo Sara Carbonero ella empezó a llorar?
Es curioso, porque la gente se emociona mucho con esa canción, 'El viaje'. Para mí fue muy bonito verla emocionarse con algo que yo había hecho con tanto amor.

"Le he compuesto una canción a Luz Casal"

Para ti dedicarte a esto era un sueño, ¿sigues soñando?
Claro, en cada canción que hago me imagino un millón de cosas y siempre me pongo pequeñas metas, como tocar en Las Ventas.

Pues es curioso, porque no eres taurina.
Ya, pero para tocar me parece un sitio brutal.

¿Quién es tu mayor crítico?
Yo creo que yo, porque me fustigo mucho.

¿Cuál ha sido tu peor autocrítica?
Igual que cuando empecé daba una imagen tímida y me lo tuve que currar mucho. Yo sé que mi voz es especial y no le voy a gustar a todo el mundo, pero a mí ya me resbala mucho.

¿Con quién te gustaría componer una canción?
Le he compuesto una canción a Luz Casal, que para mí es un referente. Me ha hecho mucha ilusión.

¿Cómo surge?
Me llamó por teléfono después de escuchar una canción mía en la editorial. Esto me dicen que me iba a pasar hace quince años y no me lo creo.

Trabajas con tu pareja, ¿es fácil?
Sí. Las canciones las hago yo y son mías, luego lo otro es producción y otro terreno. Nos entendemos muy bien y es muy fácil. Es una suerte.

Texto: Daniel I. Carande. Fotos: Ana Ruiz. Ayudante de fotografía: Cristina Martínez. Estilismo: María Álvarez. Maquillaje y peluquería: Javier Reyes para Clarins París. Agradecimientos: Hotel Wellington y Distrito 41.