MUNDIAL DE RUGBY
Andrew Porter, un pilier heavy con un corazón de oro
El irlandés afronta su segundo mundial con el objetivo de dedicar la victoria a su difunta madre.
Una de las sorpresas de la tercera jornada del Mundial de Francia fue el nivel de la delantera de Irlanda. Los del XV del trébol sobrevivieron a la ya mítica 'bomb squad' de Sudáfrica, en un partido en el que los Springboks contaron con 7 delanteros suplentes para intentar controlar la segunda parte. Uno de los principales representantes de la dominante primera línea irlandesa es Andrew Porter, un pilier de la vieja escuela.
Resumen Irlanda - Sudáfrica
Tatuajes, barba frondosa, orejas de coliflor y una mullet que parece salida de un concierto de Metallica en 1983. Porter lo tiene todo para ser reconocible incluso en lo más profundo de un mol, su hábitat natural desde los 4 años.
Su padre le transmitió la pasión por el rugby y lo entrenó en sus primeros años en Old Wesley, uno de los clubes míticos de Leinster; pero, como casi todos los jóvenes irlandeses durante sus años de formación, Andrew "tonteó" con otros deportes gaélicos como el 'hurling', hasta que con sólo 12 años su vida cambió por completo.
En 2008, la madre de Andrew falleció a causa de un cáncer, pero su padre logró que toda la familia permaneciese más unida que nunca para superar el peor momento de sus vidas. El joven pilier se centró en el deporte, comenzó a ir al gimnasio y a forjar el portentoso físico que le caracteriza hoy en día.
"Mi madre sigue siendo una gran influencia. No lo hago solo por mi padre y mis hermanas, también por su memoria. Espero que mire hacia abajo y esté orgullosa"
Hasta 2014, defendió los colores de su colegio, el St. Andrews College, hasta que dio el salto al rugby universitario en el University College Rugby. Allí, logró llamar la atención de la academia de Leinster, gracias a su potencia física y lo rápido que se mueve por el terreno de juego pesando más de 120 kg.
Dos meses después de entrar en la academia de Leinster, en septiembre de 2016, Porter debutó con el primer equipo frente a Benetton Treviso y a partir de ahí no paró de mejorar. En 2017 se estrenó con la Selección absoluta de Irlanda, y desde entonces ha sido vital en el dominio del trébol en los 6 Naciones. El pilier de 27 años se enfrenta ahora a su segunda cita mundialista, aunque en la anterior no consiguieron romper la maldición de cuartos de Irlanda, esta vez parece que es diferente.
Fuera de los terrenos de juego tiene una vida completamente normal. Le gusta entrenar escuchando metal, batir sus récords en el gimnasio (con tan solo 20 años ya levantaba 350 kg de sentadilla), pasar tiempo con su mujer, colaborar con distintas asociaciones contra el cáncer y, de vez en cuando, jugar al golf con sus compañeros de equipo.
Cuando se pone la elástica del XV del Trébol o de Leinster, ese gran tipo que es fuera del campo se queda en la taquilla del vestuario. Se encienden los focos, suena Pantera a todo trapo en su cabeza y Porter entra en modo 'berserker'.
Si ves un partido de Irlanda, como el último contra Sudáfrica, le puedes ver en todos los fregados protegiendo su escudo y a sus compañeros hasta que suena el pitido final.
Una vez termina el partido, Andrew busca en la grada a su padre, como aquel chaval de 4 años en Old Wesley, lo abraza y juntos dedican la victoria a su madre. Quizás pronto pueda mirar al cielo de Saint-Denis y dedicarle una Copa del Mundo.