CAMIONERO MUERTO TAPA ALCANTARILLA BÉLGICA | El camionero muerto en Bélgica sustituyó 20 minutos antes al volante a su pareja

El camionero de Almoradí muerto en Bélgica por una tapa de alcantarilla sustituyó 20 minutos antes al volante a su pareja

Los cinco jóvenes detenidos por colgar del puente la pesada tapa de alcantarilla que mató a Gheorghe Tibil se acusan entre ellos

Otro conductor se salvó de milagro la semana pasada de una trampa idéntica en el mismo lugar y denunció su colocación

Gheorghe Tibil y su pareja Maria, y el estado en que quedó la luna del camión tras el impacto mortal.

Gheorghe Tibil y su pareja Maria, y el estado en que quedó la luna del camión tras el impacto mortal. / INFORMACIÓN

J. A. Giménez

J. A. Giménez

Los cinco jóvenes que el pasado fin de semana dejaron deliberadamente una pesada rejilla de alcantarillado colgando en un puente en una autopista de Bélgica, provocando así el fallecimiento del camionero de Almoradí Gheorghe Tibil, estaban bajo los efectos del conocido como "gas de la risa".

Cuando se enteraron de que su acción había causado una muerte, uno de ellos, arrepentido, acudió el domingo por la noche a la policía, según ha informado el medio belga Nieuwsblad.

Los detenidos, todos ellos de la ciudad de Andenne, en Namur, pensaron que sería "divertido" dar a los conductores nocturnos de la E42 entre Andenne y Héron el susto de sus vidas. Y así, pasada la medianoche se dirigieron hacia el puente de la autopista, justo en el límite de las provincias de Namur y Lieja.

Según la fiscalía de Namur, inhalaron ampollas de óxido nitroso y soltaron una rejilla de alcantarillado muy pesada, la levantaron y le ataron una cuerda de un metro de largo. A la 01:35 de la madrugada de ese sábado dejaron colgando sobre la barandilla del puente la tapa de alcantarilla que se acabaría convirtiendo en un arma homicida. 

20 minutos antes sustituyó al volante a su novia

El lugar del accidente mortal del camionero

El lugar del accidente mortal del camionero / Nieuwsblad / INFORMACIÓN

En ese momento se acercó un camión de la empresa de transporte española Castillo Trans, que se dirigía a Francia. Al volante iba el experimentado camionero de origen rumano Gheorghe Tibil, de 50 años, padre y muy apreciado dentro de la compañía por sus muchos años de servicio.

En ese momento circulaba a aproximadamente 90 km/h. Veinte minutos antes había sustituido al volante a su pareja, que también es conductora.

"Mi madre conducía normalmente, pero tuvo que hacer una pausa porque llevaba demasiado tiempo conduciendo. Se detuvieron unos kilómetros antes del lugar de la tragedia en un aparcamiento, donde cambiaron de asiento", declaró Godja Petru, hijo de la mujer que escapó de la muerte, al sitio web rumano Observatornews.

La pesada rejilla rompió la luna del camión y golpeó a Gheorghe Tibil en plena cara. Su prometida se despertó sobresaltada, sin darse cuenta de lo que acababa de pasar, accionó el freno de mano presa del pánico y milagrosamente consiguió aparcar el pesado camión unos metros más adelante en el arcén de la E42.

Maria Godja, la pareja del conductor fallecido, todavía está conmocionada por lo ocurrido: "En un momento vi explotar el parabrisas. Me volví hacia él, pero no dijo nada".

"Mentalmente ella, obviamente, está hecha un desastre. Además de la tristeza, también hay ira e impotencia. ¿Quién hace algo así?", señalan desde su empresa.

Los dos conductores vivían en Almoradí, donde tenían previsto casarse este próximo mes de agosto.

Tres adultos y dos menores culpándose entre ellos

Qué sucedió exactamente y especialmente quién estuvo detrás de la muerte de Tibil siguió siendo un misterio durante todo el fin de semana. Su pareja fue interrogada, pero quedó tan atónita que apenas pudo decir nada. "Apenas hay pistas", señalaba el domingo la fiscal Régine Cornet a Nieuwsblad.

No hay imágenes de cámara en el puente, estaba completamente oscuro y no había testigos. Inmediatamente se convocó a un juez de instrucción de Namur para iniciar una investigación por asesinato. Los pocos indicios apuntaban a un acto deliberado. La fiscalía incluso habló de un intento de asesinato, cometido por varios autores.

Había pocas esperanzas de un rápido avance en la investigación judicial. Mientras tanto, la noticia corrió como la pólvora, sobre todo en medios belgas, españoles y rumanos. La víctima resultó proceder de la región rumana de Maramures y se desplazaba habitualmente entre el norte de Italia y España.

El domingo por la noche todo se aceleró después de que un joven de Andenne acudiera a la policía. Durante un interrogatorio indicó que estuvo involucrado en los hechos ocurridos en el puente. No está claro si el joven que se entregó es menor o adulto, pero informó a los investigadores de la identidad de los otros cuatro compañeros que prepararon la trampa mortal.

Este lunes, la fiscalía de Namur informó de que en el intento de asesinato estaban implicadas un total de cinco personas. Se trata de tres adultos y dos menores. Uno nació en 2005, el resto en 2006. Todos ellos, del mismo barrio, fueron inmediatamente arrestados e interrogados exhaustivamente. Como sus declaraciones eran ambiguas (principalmente se señalaban entre sí), el tribunal organizó un careo por la tarde, según la información publicada por el citado medio local. Fue entonces cuando confesaron que estaban bajo los efectos del gas de la risa.

Otro camionero se salvó la semana pasada

Según la fiscalía de Namur, otro camionero escapó de la muerte el miércoles pasado. Pasó por delante de la misma trampa. Afortunadamente, el conductor no resultó herido y presentó una denuncia contra los desconocidos autores de la peligrosa "travesura", tal y como informó RTL. El alcalde de la localidad confirmó al citado medio que en las proximidades de los dos incidentes habían desaparecido varias tapas de alcantarillado.

Investigaciones futuras deben revelar si se trata de los mismos cinco o de otros jóvenes del mismo grupo de amigos. El puente es el lugar donde los jóvenes de ese barrio suelen pasar el rato. En la zona también hay una institución juvenil abierta, aunque los cinco perpetradores, que no tenían antecedentes penales hasta la fecha, todavía viven en sus casas.

Los dos menores comparecerán hoy martes ante un juez de menores, mientras que los tres adultos lo harán ante un juez de instrucción que deberá decidir si deben ir a prisión. Hasta entonces, permanecerán encerrados en una celda policial.

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