La figura de Lady Di sigue despertando interés y admiración más de dos décadas después de su muerte. La Princesa del Pueblo fue protagonista de muchos momentos que forman ya parte de la historia y uno de ellos es el baile que compartió con John Travolta en la Casa Blanca. Durante unos segundos, ambos se adueñaron de la pista de baile, y bajo la atenta mirada de Nancy y Ronald Reagan y un grupo de público privilegiado, derrocharon magia con sus movimientos.
Más de tres décadas después, Travolta ha vuelto a recordar ese momento que se mantiene indeleble en su memoria y ha dado nuevos detalles que lo hacen aún más especial. El actor de Saturday Night Fever confesó producción para Esquire que no se había preparado para bailar con Diana de Gales "No pensé que me iban a pedir que bailara con ella. Tuve el gran privilegio y el honor de hacerlo, y pensé, 'Debe haber una razón para hacer esto y será mejor que lo dé todo'. Eso significaba dirigir bien el baile y asegurarme de que nos divirtiéramos. Esa fue la parte fácil, pero el solo hecho de saludar a Diana adecuadamente, tener confianza y pedirle que bailara fue una tarea complicada".
Travolta ha contado también que la experiencia le hizo sentir como en un cuento de hadas: "Piensa en el escenario. Estábamos en la Casa Blanca. Es medianoche. El escenario es como un sueño. Me acerco a ella, le toco el codo, la invito a bailar. Se da la vuelta y me regala esa sonrisa cautivadora, solo un poco triste, y acepta mi invitación. Y ahí estábamos, bailando juntos como si fuera un cuento de hadas", ha desvelado Travolta.
Fue precisamente Nancy Reagan quien le dijo a John Travolta que Diana de Gales deseaba bailar con él, tal y como le había confesado. "Nunca lo olvidaré. Me siento muy honrado de haber podido experimentar esto, y sé con certeza que fue lo más destacado de su viaje a Estados Unidos; fue su momento favorito. Así que siento que hice su vida mejor, ella mejoró mi vida y lamento mucho que no esté aquí", dijo Travolta recordándola.
Precisamente el vestido de terciopelo de escote bardot y cuerpo drapeado que lució Diana aquella noche se ha convertido en uno de los más icónicos de cuantos se conservan de la princesa, y fue el escogido el verano pasado para exhibirse en la Palacio de Kensington coincidiendo con su reapertura tras la Covid-19.
