Antonio Balsalobre: "Hay que mirar hacia atrás para aprender de los errores y de las guerras inútiles" - La Opinión de Murcia

Entrevista | Antonio Balsalobre Escritor

Antonio Balsalobre: "Hay que mirar hacia atrás para aprender de los errores y de las guerras inútiles"

"La historia de Cieza, como la de tantos lugares, nunca está lo suficientemente reconocida"

Antonio Balsalobre posa con su nuevo libro.

Antonio Balsalobre posa con su nuevo libro. / L.O.

Chema fernández

Tras la publicación de La Cieza de ayer. Historias, leyendas y otras crónicas (2018) y de Maryam de Siyasa (2020), el escritor ciezano regresa con una nueva novela histórica: Cieça, 1477. La sombra del rayo (2024). Esta es una novela coral que utiliza las historias de sus personajes para adentrarse en un convulso siglo XV en la localidad de Cieza y en el Reino de Murcia. La tregua pactada –y luego incumplida– entre el Reino de Castilla y Granada, el saqueo de Cieça dirigido por Abul Hasán, las guerras civiles entre Pedro Fajardos y un trono castellano inestable son solo algunos de los acontecimientos históricos que se fraguan en este libro, en el que la reconstrucción de la historia se teje a través de una trama de amor y desamor entre los personajes. Entre ellos podemos encontrar a un escribano mudable, una joven que conoce las dos caras de la fortuna, un cronista real nazarí en busca de su memoria en Siyasa, una esposa airada y dos capitanes amigos con vidas paralelas que acaban enfrentados. Junto a estos personajes ficticios conviven personalidades de gran importancia histórica, como el comendador Fernando Talón, el adelantado de Murcia Pedro Fajardo y los Reyes Católicos.

¿En qué hecho histórico se centra la novela?

La población de Cieza sufrió una algarada nazarí, una razia o saqueo que acabó con el encarcelamiento de más de 500 ciezanos y ciezanas en las mazmorras de la Alhambra de Granada. A raíz de eso, esta novela histórica se adentra en Cieza y en el Reino de Murcia durante el turbulento periodo del siglo XV, que fue testigo de unas cruentas guerras civiles por el control del Reino.

¿Por qué se titula La sombra del rayo?

Esa tragedia fue en realidad como un rayo: las tropas nazaríes saquearon Cieza en cuestión de un par de días y luego se retiraron con los rehenes. Ese rayo dejó una sombra de horror tanto en la ciudad de Cieza como en las mazmorras de la Alhambra. El ataque fue una tormenta perfecta, porque Cieza se encontraba sin fortaleza debido a que había sido destruida veinte años antes, en una guerra civil entre Fajardos. Esta guerra también forma parte de la novela, ya que la destrucción del castillo determinó que los ciezanos no tuvieran donde resguardarse, y la convirtió en un objetivo fácil de atacar.

Cuenta con otra novela ambientada en esta etapa de la historia, ¿qué le atrae de este periodo?

Creo que son dos siglos importantísimos para lo que ahora mismo es la Región de Murcia. En el siglo XIII, el territorio murciano pasó de ser musulmán a convertirse en cristiano, y ese es un cambio muy determinante en la forma de vida de la gente. El siglo XV también es muy importante para Cieza, porque se produce un acontecimiento verdaderamente trágico, como comentaba antes, que es la algarada llevada a cabo por Abul Hasán.

«Salvando las distancias, en Cieza ocurrió algo parecido a lo que está pasando en Gaza»

¿Cómo es el proceso de investigación para no faltar a la autenticidad de los hechos?

La investigación está fundamentada, sobre todo, en los documentos históricos que tenemos. Al querer centrarme principalmente en la historia, he consultado a grandes historiadores que han tratado ese siglo, como son Juan Torres Fontes e Isabel García Díaz. Mi conocimiento ha bebido de ellos, aunque mi tarea es otra, ya que lo que hacen los historiadores es fijar el pasado, y lo que hacemos los novelistas es darle vida a ese pasado.

En esta novela también hay una historia de amor. ¿Cómo se entrelaza con el contenido histórico?

De forma paralela a los acontecimientos históricos, los personajes viven también su vida, una vida, evidentemente, en la que hay amor y desamor, fortaleza en muchos momentos y, en otros, debilidades. En realidad, no son más que hombres y mujeres que se enfrentan a su destino, como ha ocurrido en todas las épocas.

¿Cómo cree que los lectores contemporáneos ven la novela a pesar de estar ambientada en esa época?

El amor, el desamor, el odio, la venganza, la empatía, la solidaridad... Son temas eternos. La diferencia es que cada uno de nosotros miramos la historia desde un punto de vista. Por eso, con esta novela he querido reflejar una mirada humana, social y crítica. La novela trata un siglo con una nobleza que tiene una bulimia de tierras y de conquista, y arrastran al pueblo en sus guerras. También tenemos unos reyes que, ya sea por razones de Estado o por cuestiones políticas, se desentendieron de los ciezanos, y eso también hay que decirlo.

«Lo que hacen los historiadores es fijar el pasado; los novelistas, por nuestra parte, intentamos darle vida a ese pasado»

Porque, ¿de qué manera miraron para otro lado los dirigentes de la época, entre ellos esos mencionados Reyes Católicos?

Se ve, por ejemplo, en el caso de dos niñas ciezanas con el mismo nombre que las hijas de los Reyes Católicos, Isabel y Catalina, que estaban encarceladas. Isabel I La Católica da como limosna para el rescate de las niñas 4.500 maravedís cuando cualquier rescate necesitaba, mínimo, entre 100 y 300 mil maravedís. Por tanto, se puede ver la generosidad de la reina con los encarcelados ofreciendo una cantidad realmente insignificante... A través de esto queda patente cómo a veces el poder se desentiende de sus ciudadanos. Salvando las distancias, no sé si conviene decirlo, ocurrió algo parecido a lo que ha pasado en Gaza: un grupo terrorista toma más de 200 rehenes, a Netanyahu le interesa el rescate de los rehenes –no digo que no, claro que sí–, pero hay algo que le interesa más, que es arrasar Gaza. Hay razones de Estado por encima de los ciudadanos, y eso es lo que ocurrió en Cieza, por diferentes razones no querían abrir otro frente con el Reino de Granada. De algún modo, los Reyes católicos dejaron tirados a los ciezanos, por eso quiero que mi novela sea crítica.

¿Cree que este periodo de la historia de Cieza se conoce lo suficiente?

La historia de Cieza, como la de cualquier otro lugar, nunca está lo suficientemente reconocida. A veces no miramos lo suficiente hacia atrás para aprender de nuestros antepasados, porque los que vivieron en esa época no eran extraterrestes: eran nuestros antepasados. Y también para aprender de los errores y de esas guerras inútiles, sangrientas, que provocaban dolor y miseria, y que en ningún momento deben volver a repetirse.

¿Qué espera transmitir a los lectores con la novela?

Por un lado, cómo en determinados momentos de la historia se crean tormentas perfectas que provocan que grupos de personas, en este caso los ciezanos, padezcan unas consecuencias verdaderamente horrendas, eso es lo primero que quiero transmitir. Por otro lado, que los personajes pese a poder tener momentos de desánimo, deben seguir adelante: no hay que ceder al desaliento, ya que dentro de la tragedia también hay algunos rayos de luz o de esperanza.