Día de muertas: Jack el Destripador y sus víctimas olvidadas | Artículo | Aristegui Noticias

Día de muertas: Jack el Destripador y sus víctimas olvidadas | Artículo

Sólo cuando en México concibamos a cada una de las mujeres víctimas del feminicidio como seres humanos, con todas sus virtudes y complejidades, podremos dimensionar el tamaño de la tragedia

  • Redacción AN / ER
02 Nov, 2020 16:36
Día de muertas: Jack el Destripador y sus víctimas olvidadas | Artículo
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Ana Carolina Briceño de la Rosa*

En estos días en los que recordamos a nuestros muertos en el espacio privado, como sociedad también recordamos de manera pública a aquellos que hemos perdido, como los fallecidos por el Covid-19 este año o las miles de mujeres víctimas de feminicidios en México. Los seres queridos de las mujeres asesinadas en nuestro país reclaman justamente que ‘En México todos los días son días de muertas’.

Tristemente los feminicidios no son exclusivos del México actual. Si nos trasladamos al otoño de 1888 en Londres, nos encontramos con uno de los feminicidas más famosos de la historia: Jack el Destripador, quién asesinó de manera cruenta y vil al menos a cinco mujeres y causó terror en esa ciudad, para nunca ser atrapado. Poco se sabe de la vida de estas cinco mujeres. La idea que ha quedado en la historia es que eran prostitutas que murieron degolladas y que a cuatro se les extrajeron las entrañas. Es por ello que la historiadora Hallie Rubenhold, al darse cuenta de que ningún libro se había escrito sobre ellas, se dio a la tarea de narrar sus vidas nunca antes contadas en ‘Las cinco mujeres: Las vidas olvidadas de las víctimas de Jack el Destripador’ (2020).

Este fascinante libro está dividido en cinco partes, una para cada una de las mujeres asesinadas por Jack el Destripador: Polly Nichols, Annie Chapman, Elizabeth Stride, Kate Eddowes y Mary Jane Kelly. En un exhaustivo y bien documentado trabajo de investigación histórica, Rubenhold reconstruye las vidas de estas cinco mujeres y nos cuenta cómo es que terminaron en el barrio de Whitechapel, en la parte este de Londres, donde Jack el Destripador las asesinó brutalmente en 1888.

La narración de las vidas de Polly, Annie, Elizabeth, Kate y Mary Jane se ve enriquecida por la excelente contextualización histórica realizada por Rubenhold, la cual nos permite entender las condiciones de vida de las mujeres de clase trabajadora en Inglaterra del siglo diecinueve. Las cinco mujeres son las indudables protagonistas del libro; Jack el Destripador queda como parte del trasfondo, pero no se ahonda en los asesinatos. Estamos ante un libro sin morbo alguno y que devuelve toda la dignidad a las cinco víctimas. Originalmente publicado en inglés en 2019, ‘Las cinco mujeres’ estuvo en el primer lugar de libros de no ficción más vendidos en Reino Unido y Estados Unidos, y ganó el Baillie Gifford Prize al mejor libro de no ficción del 2019.

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Sociedad victoriana patriarcal

Según Rubenhold, si los asesinatos de Whitechapel sirvieron para algo, fue para exponer las horribles condiciones en que las poblaciones empobrecidas de ese distrito vivían. Burbujas de destitución, crimen y miseria florecían a través de Londres, y Whitechapel era una de las más sórdidas.

Polly, Annie, Elizabeth, Kate y Mary Jane llevaron vidas distintas y sin embargo parecidas en cuanto a que tenían todas las de perder desde que nacieron. No sólo porque sus familias pertenecían a la clase trabajadora, sino porque nacieron mujeres. Esto las destinaba a trabajos mal pagados como la limpieza doméstica o trabajos de fábrica que les impedían sostenerse a sí mismas y menos aún a otros miembros de su familia. En el caso de las cinco, de una u otra manera, sus padres, esposos o parejas murieron o las abandonaron, por lo que fue casi imposible para ellas sobrevivir. Las mujeres de su condición, sin un hombre a su lado, estaban destinadas a vivir como ciudadanas de segunda, rechazadas por la sociedad, y obligadas a trabajar y vivir en los temidos workhouses (asilos de trabajos forzados), a dormir en los hostales que abundaban en las zonas pobres de Londres o de plano en la calle.

Las condiciones de destitución y precariedad social experimentadas por estas cinco mujeres (y por miles de personas en la época victoriana), las dejaron vulnerables a ser víctimas de tan famoso asesino serial.  Si bien es cierto que Jack el Destripador las asesinó, también lo es que la sociedad patriarcal de la época victoriana las dejó vulnerables y a merced de este u otro asesino serial.

¿Sólo prostitutas?

 Durante el reino de terror de Jack el Destripador, los periódicos, ansiosos por escandalizar a la nación con detalles de los barrios pobres, aseguraban que los hostales de Whitechapel eran prácticamente burdeles y que la mayoría de las mujeres que ahí habitaban eran prostitutas. El público, en medio del horror de los asesinatos, estaba inclinado a creerles. Los números más confiables indican que la mayoría no lo eran.

‘Jack el Destripador mataba prostitutas’. Esto es lo que se ha creído desde entonces, pero no hay evidencia que sugiera que tres de sus cinco víctimas ejercieran jamás esa profesión (Polly, Annie y Kate). Cuando los cuerpos fueron descubiertos en calles oscuras, la policía asumió que eran prostitutas y que habían sido asesinadas por un maniaco que las había llevado allí para tener sexo. Tampoco hay evidencia de ello. Por el contrario, fue comprobado que el asesino nunca tuvo sexo con sus víctimas, y es probable que las matara mientras dormían.

Afirmar lo contrario ha servido a través de la historia y hasta nuestros días para hacer de la existencia de este asesino serial algo más digerible. Tal como lo hizo en el siglo diecinueve, la noción de que las víctimas eran ‘sólo prostitutas’ busca perpetuar la creencia de que hay buenas y malas mujeres. Sugiere que hay un estándar de comportamiento femenino aceptable y que aquellas que se desvíen de él merecen ser castigadas, De igual manera, reestablece la doble moral exonerando a los hombres de los crímenes cometidos contra aquellas mujeres.

Rubenhold expone la misoginia que ha alimentado el mito de este asesino serial durante más de cien años. Tan arraigada está la narrativa que la historiadora ha sido víctima de ataques en internet de parte de hombres que defienden que las víctimas eran prostitutas.  Rubenhold afirma contundentemente a través de su libro que ‘Las víctimas de Jack el Destripador nunca fueron ‘sólo prostitutas’, eran hijas, esposas, madres, hermanas y amantes. Eran mujeres. Eran seres humanos’

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Cuestionar la historia

‘Las cinco mujeres’ es una obra de investigación histórica necesaria para cuestionar y corregir la perspectiva exclusivamente masculina (y empapada de misoginia) de la narrativa dominante sobre las víctimas asesinadas por Jack el Destripador. Rubenfold escribe este libro de revisión feminista de la historia para que podamos escuchar sus historias con claridad y para que les devolvamos aquello que les fue arrebatado tan brutalmente con sus vidas: su dignidad.

Regresando a México, y en un acto paralelo, será sólo cuando concibamos a cada una de las mujeres víctimas del feminicidio como seres humanos, con todas sus virtudes y complejidades y con el hueco que dejaron en sus seres queridos, que podremos siquiera dimensionar el tamaño de la tragedia que han causado en nuestro país la misoginia, la violencia estructural y la indiferencia de nuestras autoridades.

*Es maestra en literatura comparada por la Universidad de Edimburgo y maestra en estudios humanísticos por el Tecnológico de Monterrey.

 

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