La historia detrás del retrato de los esposos Battista Sforza y Federico de Montefeltro - SAVINARTE

La historia detrás del retrato de los esposos Battista Sforza y Federico de Montefeltro

Desde hace más de cinco siglos estos esposos se miran de manera idílica, el uno al otro. Ellos son Federico de Montefeltro y su esposa Battista Sforza, quienes fueron inmortalizados por el pintor renacentista Piero della Francesca.

 

Se trata de un díptico pintado por ambas caras; en la primera parte aparece el retrato de Battista Sforza y su esposo Federico da Montefeltro, quien fue un amante de la guerra y de la cultura, asimismo, fungió como el duque de Urbino desde 1444 hasta el fin de su vida. En el reverso de la obra, aparecen también dos escenas, que representan una alegoría del triunfo de los dos esposos en el momento de entrar a la Villa de Urbino en carruajes triunfales. Ambos llevados por unicornios y acompañados por ángeles.


Doble retrato de Battista Sforza y Federico da Montefeltro. Ufizzi. Foto©Miguel Hermoso Cuesta


Doble retrato de Battista Sforza y Federico da Montefeltro, reverso. Uffizi. Foto©Miguel Hermoso Cuesta

 

La técnica con la que fueron realizados los retratos es temple sobre madera y se encuentran en la Galería de los Uffizi en Florencia, Italia. La fecha de realización de las obras es un dato que no se tiene seguro, pero al perecer, primero se realizó el retrato de Federico cerca de 1469 y posteriormente el de su esposa Battista en 1472, quien murió a los 26 años. Se tiene la idea de que, en honor a su memoria, el retrato de ella fue realizado después de su muerte, utilizando su máscara mortuoria para realizarlo.

Los dos personajes tienen de escenario un paisaje renacentista, con una perspectiva profunda que representa una parte de la región de Urbino. Ella lleva un atuendo con muchos detalles en la vestimenta muy a la moda del Renacimiento italiano; el cabello adornado con velos, perlas y finas piedras preciosas cubriendo las orejas, con un cuello largo y una frente muy amplia.

Piero di Cosimo. Retrato de Simonetta Vespucci como Cleopatra. ca. 1480. Museo Condé de Chantilly

Antonio Pollaiuolo. Retrato de joven dama. 1465. Gemäldegalerie de Berlín

Federico aparece con un birrete y un atuendo rojo, característico del poder, la nobleza y el humanismo. En la actualidad se conservan varios retratos de Federico, la mayoría de ellos fueron encargados por él mismo, por lo que él fue una de las personas más retratadas de su tiempo, siendo inmediatamente identificado por la peculiar forma de su nariz.

 

Pedro de Berruguete. Federico da Montefeltro y su hijo Guidobaldo. Galleria Nazionale delle Marche. Palacio Ducal de Urbino.

Piero de la Francesca. Virgen con el Niño y Santos, con Federico de Montefeltro. 1469-1474. Pinacoteca di Brera

La encomienda que el pintor Piero della Francesca recibió era representar la grandeza y el poder del duque de Urbino, asimismo, personificarlo como un hombre educado, promotor y amante del arte y de la ciencia, pues el duque fue uno de los mecenas de artistas más importantes de su tiempo, asimismo fue gracias a él, que se construyó el Palacio Ducal de Urbino. Sin embargo, la tarea que tenía el pintor no fue tan fácil, pues también tenía que buscar la manera de otorgarle dignidad a los rasgos poco agraciados del Duque, quien padecía una enfermedad en la piel que causaba grietas y arrugas, y además estaba tuerto, pues en 1450 había perdido su ojo derecho y parte del arco nasal durante su participación en un torneo.

Castillo de Urbino

Por lo tanto, el rostro de perfil fue la solución perfecta; de esta manera se cuidaba el aspecto de su rostro y además, conservaba su título nobiliario, pues la manera de hacer las figuras de perfil, con un ángulo muy estricto, casi geométrico está asociada a los retratos de los gobernantes representados en las monedas y medallas romanas, las cuales estuvieron en circulación desde mediados del siglo III a. C. hasta mediados del siglo III d. C..

Denario de Cayo Julio Vero Maximino (Maximino el Tracio). Emperador romano

Por otra parte, su esposa Battista nació en 1446 y cuando tenía 14 años contrajo matrimonio con Federico, quien en ese momento tenía 38 años. El primer hijo fue una niña que nació al año siguiente de haberse casado, pero murió poco después del nacimiento. Posteriormente tuvieron siete hijas más, y al final llegó el esperado heredero, Guidobaldo de Montefeltro quien nació el 17 de enero de 1472, mismo año en que Battista murió.

  Guidobaldo da Montefeltro. Retrato atribuido a Rafael y a Francesco Francia.

 

 


Referencias bibliográficas

John T. Paoletti, Gary M. Radke. El arte en la Italia del Renacimiento. Trad. Pablo Fuentes Hinojo. Ediciones Akal. Madrid. 2002

 

 

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