En la década de los 90, el artista de efectos especiales David Allen al fin comenzó a dirigir The Primevals, su proyecto soñado que llevaba años planificando. Lastimosamente, debido a la muerte de Allen por cáncer en 1999, el filme se puso en pausa indefinidamente. Ahora, más de 20 años después de su fallecimiento, esta película al fin ve la luz para que más personas sean partícipes de la gran imaginación de este creador.

Aunque ahora no es tan común, hubo un tiempo en que las criaturas fantásticas de las películas eran animadas mediante stop motion. Producto de esta técnica tenemos clásicos como The 7th Voyage of Sinbad, Jason and the Argonauts y Clash of the Titans, además de un sinfín de películas con criaturas gigantes y aterradoras. En homenaje a este tipo de trabajos, Allen crea una divertida aventura que le permite presumir su propia habilidad con este tipo de efectos.

Tras descubrir el cuerpo de lo que parece ser un colosal yeti, la doctora Claire Collier (Juliet Mills) prepara una expedición al Himalaya para encontrar el origen de este ser mitológico. Sin embargo, lo que parecía ser un viaje científico la lleva a ella y su equipo de exploradores a un mundo lleno de criaturas fantásticas con sorpresas más allá de su imaginación.

Muy al estilo de Viaje al centro de la Tierra, esta es una clásica historia de aventuras. Lo que la diferencia inmediatamente es su ternura, entusiasmo e impresionantes creaciones: se nota que Allen hizo este trabajo con amor y cuidado, pues cada una de las figuras de stop motion cuenta con muchísimo detalle y dedicación. El yeti en particular es bastante expresivo, tanto que uno se sumerge en las escenas donde éste aparece y se olvida que se trata de una marioneta. Lo mismo ocurre con las demás creaciones: todas se integran perfectamente con el tono de la película y se ven impresionantes.

Aunque fue hecha en los 90, la película tiene un tono exagerado e inocente de una aventura de los años 60 o 70. Los personajes son bonachones, la violencia nunca es exagerada y tiene un bonito mensaje sobre los peligros de la experimentación genética. Esta se trata de una película que toda la familia puede disfrutar en varios niveles: tanto por su historia inocente, sus llamativos efectos y por su bonito discurso sobre no interferir con la naturaleza. 

A ratos da la sensación de que tal vez quedaron algunos huecos narrativos, pero en general el equipo encargado de revivir el proyecto hizo un buen trabajo hilando de manera consistente la narrativa que dejó Allen. La calidad del material también es muy buena: las tomas son coloridas y resplandecen como nuevas, no como si hubieran estado guardadas por años. La dedicación para traer este trabajo en su mejor calidad posible para los espectadores es palpable.

Tanto los fanáticos de la ciencia ficción como de lo clásico no querrán perderse esta película que nos recuerda las maravillas de este tipo de cine. Se habla mucho de los avances tecnológicos y las capacidades de los efectos digitales de alcanzar un realismo antes inimaginable, pero The Primevals es la prueba de que hay algo que ningún avance será jamás capaz de replicar: el corazón de una película hecha con pasión. David Allen ya no está con nosotros, pero su legado al cine es un testimonio de cuánto amaba este arte.

“The Primevals” tuvo su estreno mundial en Fantasia Fest 2023.