Garrone, un famoso arquitecto, ha sido asesinado. El encargado de la investigación es el comisario Salvatore Santamaria, un romano de guardia en la Jefatura de Policía de Turín, al que ya desde el principio de su investigación, ciertas pruebas como la presunta arma homicida (un falo de mármol) y las circunstancias de la muerte lo llevan a sospechar de Anna Carla, una bella y encantadora dama de la alta burguesía por la que el agente se siente atraído de forma irremediable, y de Massimo, un amigo suyo que está unido por una especial amistad con Lello, un empleado municipal. Poco después, se comete otro asesinato…
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