¿Alguna vez han tenido un sueño que pasa de momentos tranquilos y mágicos a la locura total con sensaciones aterradoras? Bueno, si nunca tuvieron un sueño parecido pueden vivir una experiencia similar al ver Ceniza (Kül), película del director Erdem Tepegöz que tiene varios giros interesantes, mucho drama y una fotografía espectacular.

Görçe (Funda Eryiğit) está casada con Kenan (Mehmet Günsü), dueño de una famosa editorial en Turquía. Görçe tiene una pequeña boutique en el centro de la ciudad y también lee los manuscritos que llegan a las manos de su esposo. Durante la celebración de su aniversario de bodas comienza a leer “Ceniza”, un libro escrito por una mujer anónima en donde relata su aventura romántica con un carpintero de la ciudad de Barat (Alperen Duymaz). Desde las primeras páginas, el libro despierta las pasiones escondidas de Görçe, quien, intrigada, sigue las referencias del libro para dar con el paradero del misterioso carpintero.

El guion de Ceniza, escrito por Erdi Işık, comienza como una historia de amor y fantasía, sin embargo rápidamente se transforma en un intenso thriller por averiguar la identidad de la escritora del manuscrito y qué fue de ella; además tenemos la subtrama del esposo de Görçe investigando la infidelidad de esta. Todos estos elementos nos dan una cinta bastante entretenida, llena de drama y con giros constantes. Por desgracia la historia presenta varias inconsistencias, los personajes cambian de personalidad de un momento a otro y el mismo guion fuerza los conflictos.

Las actuaciones de todo el elenco son exageradas pero esto, fuera de ser algo negativo, le va a la perfección al guion. Funda Eryiğit (Ethos) hace un gran trabajo como Görçe: le imprime una personalidad seductora y apasionada. Alperen Duymaz (Direniş: Karatay) interpreta al carpintero Ali con mucha intensidad pues acompaña cada uno de sus diálogos con miradas penetrantes y movimientos corporales sobreactuados. Quien destaca sobre todos es Mehmet Günsü como Kenan pues el guion le da mucho material para trabajar: escenas de celos, gritos y peleas en las que el actor explota todos sus talentos y se entrega al drama del argumento.

La fotografía de Hayk Kirakosyan da la impresión de estar en un sueño o una fantasía. Los colores son brillantes y la iluminación llena de calidez cada una de las escenas. La secuencia de Görçe y Ali en el techo de la torre destaca gracias a las tonalidades rosas y anaranjadas del atardecer, la panadería dónde se conocen los amantes vibra gracias a los rojos intensos y amarillos del la comida y la pelea final entre ambos rivales sobresale gracias al juego de luce que consiguen con el agua de la piscina.

Ceniza tiene muchos problemas de guion, sin embargo es entretenida y divertida de ver gracias a las actuaciones exageradas de todo el elenco pues entran a la perfección con el tono que propone Tepegöz. Los elementos técnicos de la película dan la impresión de estar dentro de un sueño o una fantasía donde cualquier cosa es posible y eso nos permite pasar por alto los cambios de personalidad de los personajes o la falta de respuestas respecto al misterio principal.

“Ceniza” ya está disponible en Netflix.