Las 30 mejores películas europeas de Netflix que puedes ver
Recopilamos las mejores películas de directores europeos, desde clásicos atemporales hasta debuts pequeños pero matones. Todas, claro, disponibles en Netflix.
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¿Pero qué es una película europea? Lo que pareciera una pregunta diseñada para una respuesta breve y de nariz alzada, funciona, en efecto, para delimitar algo que todo cinéfilo cree saber, pero nunca ha planteado, no de forma honesta. ¿Qué estilo tiene el cine europeo? ¿Qué historias cuenta? ¿Qué diferencia un taquillazo europeo de un superéxito estadounidense? Y, más importante que todo ello: ¿para qué nos sirve tener un cine europeo?
Con el auge de los "World Cinemas", desde los 60 hasta las postrimerías del siglo XX, la noción de cine europeo fue tomando relevancia. Venía de la necesidad, claro, de explicar un nuevo sistema de producción de películas, una red de colaboración entre las industrias del cine de los países miembros de la UE que ya superaba los cines nacionales en los que la teoría de cine había confiado durante años con la Nouvelle Vague francesa, el Neorrealismo italiano, el Nuevo cine alemán... El "cine europeo" identificaba un momento en la historia en que todo empezaba a ser más complejo y difuso.
La Academia de Cine Europeo tiene un sistema para definir cuándo una película es verdaderamente europea, que es, básicamente, si suficientes europeos han trabajado en un proyecto, aunque esté rodado fuera de las fronteras de la UE. Asimismo, hay películas que se han "hecho en Europa", que se han rodado aquí con equipos extranjeros y que, sin embargo, siguen siendo historias muy claramente europeas (no significa eso que podamos hablar de Europa como un todo indisoluble, pero sí tenemos profundas diferencias culturales respecto al resto de continentes, que son fácilmente rastreables y que hemos aprendido a conocer bien).
Que está claro que el cine europeo del Este viene de una historia post-soviética que solo tiene treinta años y que aún arrastra métodos de financiación y desarrollo de antes. También sabemos que Francia, Alemania, Reino Unido... dedican muchos de sus impuestos al cine, con un corolario de nuevas ayudas a la producción y a la exhibición y distribución, actividades en filmotecas, proyectos de conservación del patrimonio cinematográfico. Y si algo sabe cualquier persona que trabaje del cine en España es que los presupuestos en Francia son muy, muy diferentes a los números de la Ley del cine español.
No obstante, Europa es casa de las coproducciones. Si el continente aún es algo, fuera de discusiones políticas, es la unión de sus países para sacar proyectos adelante. Porque el presente, donde las plataformas han democratizado el acceso y la competición entre películas y series de todo el mundo (para lo bueno, también: véase el auge del cine y las series asiáticas, hoy al alcance de todos), ha convertido al pequeño cine europeo en rival directo y sin diques de las grandes majors americanas, con presupuestos de vértigo y sin cuotas a cumplir.
Convertir la competencia entre cinematografías del mundo en una carrera enriquecedora es, en parte, tarea de los festivales (como el de Sevilla, referente con su nueva sección 'Hacia otra historia del cine europeo') y, en parte, nuestro trabajo como críticos y escritores de cine. Por ello, hoy vamos a surfear el catálogo de Netflix para descubrir qué perlas europeas orean entre su torrente de producciones estadounidenses, y cuáles valen la pena. Advertimos, a primera vista, que no hay tantas. Las que figuran aquí son, eso sí, las mejores disponibles en España (cuyo país no hemos contado en la lista, a pesar del muy buen cine español en Netflix).
Especialista en películas de estreno y series de actualidad, festivales internacionales y todas las novedades de cine de autor. Se graduó en Comunicación Audiovisual en la Pompeu Fabra, en el área de Análisis y crítica.
Lleva seis años escribiendo reseñas y cubriendo noticias en Fotogramas, es la firma semanal de cine en Tot és Comèdia de SER Catalunya y Va de Cine de Radio 4, y colabora regularmente en Gara, El Cultural y SensaCine desde el festival de Cannes, Venecia y Berlín. Se ha colgado la medallita por ser la segunda persona de España en recibir el distintivo Berlinale Talents como periodista.
Le apasionan las series (habla de ellas en Plaça Tísner de Betevé) y el anime, del que escribe en Serielizados y al que da vueltas en el podcast Sopa de Miso, de la misma revista. Podréis leer sus artículos sobre videojuegos indie en la revista LOOP, de GameReport, y ha publicado un capítulo en el libro “Pier Paolo Pasolini. El grito que no cesa” (Semana Internacional de Cine de Valladolid y Caimán, cuadernos de cine, 2022).
Es parte del comité de programación del Festival l’Alternativa de cine independiente de Barcelona, para quienes también lleva la prensa. Desde el año pasado, programa películas sobre vino en el Festival Most. Le veréis como participante y coordinando actividades educativas alrededor del cine, en colaboración con ciclos, festivales y escuelas como La Casa del Cine o ESCAC. Hoy se gana el sueldo, también, como docente de Narrativa Audiovisual en el Grado de Videojuegos de la Universitat Politècnica
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