PRIMERA PLANA
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20 a�os del 'esc�ndalo Muehlegg'

El esquiador de fondo nacionalizado espa�ol logr� el 10 de febrero de 2002, en los Juegos de Salt Lake City, el primero de los tres oros que acab� perdiendo por dopaje

20 a�os del 'esc�ndalo Muehlegg'
FOTOS: ALLSPORT / HELIOS DE LA RUBIA

"A m� Johann me da pena. Estaba influido por un entorno peculiar", asegura Luis Algar, que era presidente de la Federaci�n de Deportes de Invierno cuando se tramit� la nacionalizaci�n. "Se dej� asesorar, le asesoraron mal y su error lo pagamos todos", desliza Benjam�n Fern�ndez, m�dico del equipo espa�ol durante los Juegos en cuesti�n. "Lo que le rodeaba era peculiar y nos hizo pasarlas canutas", completa V�ctor S�nchez, secretario general de aquel Comit� Ol�mpico Espa�ol que presid�a Alfredo Goyeneche. Han pasado 20 a�os desde que estall� el 'esc�ndalo Muehlegg', pero esta historia comienza mucho antes y en otro lugar. En Marktoberdorf, concretamente...

Entre Marktoberdorf y Salt Lake City hay m�s de 8.500 kil�metros. En la regi�n de Suabia del estado de Baviera nac�a el 8 de noviembre de 1970 Johann Muehlegg, que en la capital de Utah vivi� su particular auge y ca�da, embols�ndose primero tres medallas en los Juegos de Invierno de 2002, la primera tal d�a como hoy hace justo dos d�cadas, perdi�ndolas despu�s por dopaje en uno de los esc�ndalos m�s sonados del olimpismo moderno.

Los �nicos que le han hecho da�o son su hermano y la portuguesa que los acompa�aba

Luis Algar (expresidente de la Federaci�n Deportes de Invierno)

Entre Marktoberdorf y Murcia hay unos 1.900 kil�metros. Fue precisamente �sa la federaci�n territorial para deportes de invierno que acogi� a Muehlegg cuando consigui� la nacionalidad espa�ola, a finales de 1999, despu�s de haber roto sus v�nculos con Alemania acusando a Georg Zipfel, seleccionador entonces, de "da�os espirituales". Las instituciones de nuestro pa�s vieron en el esquiador de fondo que destacaba desde j�nior una oportunidad de oro para mejorar un raqu�tico palmar�s. "Me lo propusieron los t�cnicos y yo lo vi bien", explica Algar. "Se consigui� despu�s de que estuviera un a�o sin competir", a�ade.

Muehlegg, tras una prueba con su hermano y con la santera.
Muehlegg, tras una prueba con su hermano y con la santera.RODOLFO ESPINOSA

Entre Marktoberdorf y Natal hay casi 7.500 kil�metros. Convertido en un personaje esquivo durante las dos d�cadas que han transcurrido, a Muehlegg se le sit�a todav�a en la ciudad brasile�a, con una familia formada y al frente de una inmobiliaria que, por cierto, vivi� sus mejores momentos coincidiendo con el Mundial de f�tbol de 2014. Hasta all� huy� hace a�os, all� consigui� reinventarse, all� se esconde del periodismo que busca respuestas. Cuentan los que tratan con �l que sus visitas a Europa resultan cada vez m�s espor�dicas.

Entre Marktoberdorf y Grainau apenas hay 85 kil�metros. Caprichos de las monta�as, la ruta m�s r�pida pasa por Austria aunque se trate de dos localidades alemanas. En la segunda de ellas, al pie del Zugspitze, muy cerca de la estaci�n Ganmisch-Partenkirchen, se encuentra el Alpenchalet Zum Jeremia, una especie de hotel rural dedicado a la figura del profeta despu�s de que la ultrarreligiosa familia Muehlegg pagara unos 2,5 millones de euros para hacerse con las instalaciones. A d�a de hoy el nombre de Johann aparece a�n como propietario. Junto a Martin, su hermano, influencia notable en su trayectoria deportiva. Junto a Magdalena, su madre, que en su d�a volvi� a utilizar el apellido Eiband para dar esquinazo a las amenazas.

Se dej� asesorar, le asesoraron mal... y su error lo pagamos todos

Benjam�n Fern�ndez (m�dico equipo espa�ol en JJ.OO. de 2002)

En Marktoberdorf naci� Johan... que durante un tiempo fue Juanito. Que el 10 de febrero de 2002, por ser m�s concretos, era Juanito.

Aquel d�a gan� el primer oro en los 30 kil�metros. Eran sus cuartos Juegos, porque tambi�n hab�a participado en los del 92, en los del 94 y en los del 98, pero se nunca se hab�a subido al podio. La carrera de 10 kil�metros persecuci�n tambi�n fue poco despu�s para �l. Llov�an las felicitaciones desde Espa�a, incluidos Rey o presidente del Gobierno, y hay quien apunta que fue esa presi�n social la que lo llev� a competir en una �ltima prueba, los 50 kil�metros, que no estaba prevista. La apoteosis del tercer �xito apenas dur� unas horas: el control antidopaje oficial detect� darbepoetina, una versi�n sint�tica de la eritropoyetina que por su capacidad para aumentar el n�mero de gl�bulos rojos permite mayor llegada de ox�geno a los m�sculos en ejercicio... y que antes de viajar a Estados Unidos se hubiera podido detectar en laboratorios espa�oles si se hubieran hecho los an�lisis correspondientes.

Chalet alpino que regenta la familia Muehlegg.
Chalet alpino que regenta la familia Muehlegg.SANDRA BEHNE / BONGARTS

Muehlegg neg� cualquier comportamiento antideportivo y la familia habl� directamente de complot, pero donde se hab�a perdido una presea se terminaron perdiendo tres. Porque el complejo proceso legal posterior lleg� hasta el TAS, que en 2003 desposey� definitivamente a Johann tambi�n de los dos primeros oros. El austriaco Christian Hoffmann y el noruego Frode Estil agradecieron tal decisi�n, como hab�a agradecido la anterior el ruso Mikhail Ivanov. Son los que aparecen en el palmar�s.

"Yo me hab�a marchado unos meses antes y la Federaci�n estaba en manos de una gestora, pero acud� a los Juegos invitado por el presidente de la Federaci�n Internacional de Hockey Hielo", recuerda Luis Algar para Primera Plana. "Estuve la primera semana, as� que ya me hab�a ido cuando se supo lo del positivo", matiza. "Los �nicos que han hecho da�o a Johann han sido el hermano y la se�ora portuguesa que les acompa�aba [Justina Agostinho, una especie de santera]. �l era un coraz�n con piernas, pero agachaba las orejas con estas dos personas. Yo trat� de mantenerlos a raya y de hecho tuve una conversaci�n muy fuerte para que se quitaran del medio, pero una vez que me fui ya no pude controlar nada", desarrolla el exdirigente, que lleva tiempo sin noticias de Muehlegg: "Tuve contacto con �l cuando vino a Espa�a. Lo sent�a much�simo, no sab�a qu� hacer ni qu� decir, se defendi� como pudo..."

Su cortejo privado era extra�o... todo lo que rodeaba a Johann resultaba peculiar

V�ctor S�nchez (tesorero y exsecretario general del COE)

A Benjam�n Fern�ndez, como doctor cuyos consejos se dejaron de atender, se le puede considerar v�ctima del enredo: "De todas las experiencias se aprende. El dopaje es asunto muy complejo, en el que resulta f�cil culpar y juzgar desde la distancia. Johann era un tipo positivo que nos aport� cosas en los entrenamientos e hizo grupo durante un tiempo, pero luego se separ� y cre� su propio equipo. Ya no estaba bajo nuestro control a pesar de que con nuestro entrenador, Carlo Petrini, hab�a ganado un a�o antes el Mundial. Si te quieres ir te vas, pero hasta ese momento estuvo bien asesorado. Adem�s se hab�a integrado con naturalidad, porque nos ve�amos continuamente entrenando, en concentraciones... si entonces me dicen lo del dopaje, no me lo creo". El responsable m�dico del equipo espa�ol tiene claro que Muehlegg hubiera destacado en Salt Lake City sin necesidad de atentar contra el juego limpio: "Lo perdi� todo por ambici�n. A lo mejor en los Juegos no hubiera sido primero con tres minutos de ventaja sino tercero dos minutos por detr�s, pero hubiera hecho algo seguro porque sus condiciones eran excepcionales".

Muehlegg, tratando de ocultarse de los fot�grafos tras conocerse su positivo.
Muehlegg, tratando de ocultarse de los fot�grafos tras conocerse su positivo.EPA

V�ctor S�nchez tambi�n tira de recuerdos: "Eran los primeros Juegos tras los atentados del 11-S y resultaron especialmente dif�ciles en materia de seguridad. Para nosotros estuvieron marcados por el conflicto de Johan Muehlegg, claro. La verdad es que yo no le conoc�a, porque se hab�a nacionalizado meses antes y se hab�a clasificado a nivel internacional. Su cortejo privado era un poco extra�o, eso s�. Por la diferencia horaria hac�amos pr�cticamente dos jornadas de trabajo entre sesiones del COI, investigaci�n, instrucci�n del expediente, atenci�n a los medios desplazados, atenci�n a los de Espa�a..."

A las medallas perdidas se a�adieron dos a�os de suspensi�n para el esquiador, que lleg� a solicitar el reingreso en el equipo espa�ol y a estar inscrito para los Juegos de 2006, pero que opt� finalmente por la retirada alegando que no se sent�a apoyado. Efectivamente, no lo estaba. Todo hab�a saltado por los aires cuatro a�os antes. "Min� el ambiente del equipo", apunta Algar. "Todo giraba en torno a �l y no se valoraron, por ejemplo, las buenas actuaciones de su compa�ero JJ Guti�rrez", insiste Fern�ndez. La conclusi�n es colectiva: "La vida es dura a veces, pero todos aprendimos mucho".

Johann era un coraz�n con piernas, pero ante esas dos personas agachaba las orejas

Luis Algar (expresidente Federaci�n Deportes Invierno)

Primera Plana tambi�n se ha puesto en contacto con la familia Muehlegg, recibiendo por escrito una educada respuesta de Martin en la que se contempla la historia de Johan desde el otro lado del espejo: "Por favor, comprenda que no damos entrevistas despu�s de que la familia se haya visto indirectamente afectada durante muchos a�os [...] Ya no creemos en la prensa y nos distanciamos para vivir en paz y de forma independiente, pero esperamos que encuentre algunos testigos imparciales para su historia". Johann, que titul� su autobiograf�a 'Solo contra todos' ['Allein gegen alle'], se refugia desde hace tiempo en el silencio. Parece que fue ayer... pero han pasado 20 a�os.

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