Todo lo que sabemos sobre Vampire: The Masquerade - Bloodlines 2
Cual vampiro antiguo que se despierta tras años de reposo, Vampire: The Masquerade - Bloodlines 2 ha salido a la luz después de pasarse décadas acechando en las sombras. Los fans del RPG de acción original han esperado casi 20 años para volver a hincarle el diente a sus bajos fondos vampíricos de estilo neo-noir, con tintes oscuros y casi hasta seductores. La espera está a punto de acabar, aunque parece que el aspecto de la secuela ha cambiado un poco desde que le echamos el primer vistazo.
Al principio, el desarrollo estuvo en manos de Hardsuit Labs, pero, el año pasado, el galardonado estudio indie The Chinese Room anunció que iba a tomar las riendas del proyecto. Conocido por aventuras con una gran carga narrativa, como Dear Esther o Everybody's Gone to the Rapture, el estudio reinició el desarrollo de Vampire: The Masquerade - Bloodlines 2, y se espera que los jugadores puedan volver a sumirse en el Mundo de Tinieblas en otoño de 2024.
Tenemos una muy buena idea de lo que nos encontraremos cuando lleguemos: un mundo tan preparado para los no muertos que vuelven a él como para los que aceptan la maldición de la inmortalidad por primera vez.
Mundo de Tinieblas
En las décadas posteriores a su lanzamiento, en 2004, Vampire: The Masquerade - Bloodlines ha ido convirtiéndose en un título de culto. Tras su desarrollo estuvo Troika Games, un estudio de corta vida creado por varios de los diseñadores principales del primer Fallout. Las cifras de venta del juego fueron muy humildes, pero sus dilemas morales, su oscuro y mágico entorno ambientado en Los Ángeles y la calidad y el empaque de su guion consiguieron captar la atención de los jugadores.
Vampire: The Masquerade - Bloodlines 2, ambientado en el mismo universo del longevo RPG de mesa de White Wolf, con el que comparte nombre, cuenta con más de un giro. En lugar de asumir el papel de un retoño cuyas marcas de mordisco aún están abiertas, te pondrás en la piel de Phyre, una vampira de estirpe antigua (Elder Kindred) que, tras pasar 100 años durmiendo, se despierta y descubre que una fuerza desconocida ha anulado sus poderes sobrenaturales, que tiene una extraña marca en la mano y que una molesta voz le habla desde su interior. Fabian, un vampiro de sangre débil, se ha quedado atrapado dentro de Phyre, y aunque no empiecen siendo mejores amigos, tendrán que apañárselas para explorar juntos el confuso mundo moderno de Seattle.
Desde que te metiste en tu ataúd, las facciones y los grupos de élite de la ciudad no han hecho más que enfrentarse entre sí, por lo que deberás sortear sus luchas de poder y sellar el destino de una ciudad que está al borde de iniciar una guerra vampírica sin cuartel. Y, aunque Phyre sabe lo que es vivir como vampira, los no muertos de los bajos fondos de Seattle no la conocen. Todos querrán sacar tajada de ti, y normalmente por motivos egoístas.
Como no podría ser de otra manera en un juego de rol, tus decisiones acarrearán consecuencias para el destino de los no muertos que viven en los bajos fondos de Seattle. Eso sí, según The Chinese Room, esos sistemas de rol no se limitarán a elecciones binarias; no habrá que elegir solo entre la luz o la oscuridad, entre la opción de virtud o la de rebeldía. En cambio, se pone un mayor énfasis en las exigencias personales y los miedos de los personajes más importantes, así como en equilibrar tu relación con Fabian, al cual no le dará miedo decirte su opinión sobre cómo tratas a los demás.
El vínculo de la sangre
Una de las elecciones más importantes aparecerá ya al principio de la aventura, ya que deberás elegir con qué clan vampiro aliarte. La sociedad de los no muertos que forma el mundo de Vampire: The Masquerade no es que sea muy estable. Los grandes linajes vampíricos, entre ellos algunos cuyos orígenes se remontan a los mitos bíblicos, compiten por poder y dominio. Todos tienen sus propios deseos, necesidades y odios, y cada uno le otorgará a Phyre diferentes habilidades sobrenaturales.
Los miembros del clan Brujah son macarras de la contracultura que disfrutan llevando chupas de cuerpo y machacando cráneos. Son los irrespetuosos anarquistas de la sociedad vampírica, descendientes de filósofos analíticos que ahora prefieren defender sus argumentos a base de puñetazos que con tratados polémicos. A los Brujah, rebeldes con causa y con el poder sobrenatural para defenderla, les gusta el combate cuerpo a cuerpo. Ya hemos visto que tienen a su disposición un ataque de carga que les permite agarrar a los enemigos y estamparlos contra las paredes cercanas. No es que destaquen por su sutileza, que digamos.
Ahora pasemos a los Tremere. Son un joven clan de hechiceros de sangre descendientes de una orden secreta de brujos cuyos intentos para crear una receta para la inmortalidad los ha llevado a ser no muertos para siempre. La magia de sangre es su especialidad. No les importa hervir la sangre de sus enemigos mientras aún corre por sus venas, y en un vídeo ya hemos visto a Phyre extrayendo su propia sangre para convertirla en proyectiles que lanza contra sus enemigos. Como podrás imaginar, muchos otros clanes vampíricos ven a los Tremere son suspicacia y desdén.
El clan Banu Haqim, por su parte, es mucho más moralista. Son justicieros que actúan como jueces, jurados y verdugos, y suelen seguir un código muy estricto con el que no dan cuartel al culpable. Por otra parte, también se alimentan de sangre de vampiro y actúan como asesinos que cazan desde las sombras. En lo que hemos visto hasta ahora de Vampire: The Masquerade - Bloodlines 2 hemos podido comprobar que el clan Banu Haqim es capaz de pausar el tiempo en combate temporalmente, lo que permite a Phyre sortear las balas y atacar a los enemigos antes de que puedan defenderse.
Por último, los Ventrue son los aristócratas adinerados, ávidos de poder y elitistas de la sociedad de los no muertos. Reyes, comandantes y mandamases que creen que el liderazgo les pertenece por derecho y que exigen obediencia a todos los demás mientras los tratan como peones para sus tejemanejes políticos. La tradición es primordial para ellos, al igual que la servidumbre total de los demás bajo su reinado vigilante y a menudo despiadado. Los Ventrue pueden dominar psíquicamente a los individuos de mente más débil, y si Phyre se une a ellos, podrá hipnotizar a sus presas. Si eso no funciona, alimentarse de la sangre de los enemigos más débiles reforzará sus defensas y le permitirá sufrir más daño cuando se enfrente a oponentes con una mayor resistencia mental.
The Chinese Room ya ha dicho que, tras el lanzamiento de Vampire: The Masquerade - Bloodlines 2 , dos clanes más se añadirán al título. El quinto estará disponible mediante un contenido descargable para el juego principal. El sexto, sin embargo, aparecerá en una expansión independiente.
Vampiro: La Mascarada, el juego de mesa de rol original, incluye más clanes que también podrían hacer acto de presencia, como el de los Nosferatu, muy querido por los fans de la franquicia. Son monstruos deformes que se parecen a su homónimo cinematográfico (con dientes afilados y rostros macabros) y cuya característica más distintiva es su terrorífico aspecto. Se pasan la mayor parte del tiempo en las alcantarillas, pues son demasiado horripilantes como para dejarse ver en la sociedad mortal sin delatar la existencia de un mundo sobrenatural y acabar con la Mascarada que protege a todos los vampiros de la ira de los humanos. Los Nosferatu eran uno de los siete clanes jugables del Vampire: The Masquerade - Bloodlines original, por lo que tal vez puedan volver a aparecer en un contenido descargable.
Juega con la comida
El Vampire: The Masquerade - Bloodlines original no fue aclamado tan solo por lo bien construido que estaba su mundo. El título mezclaba de un modo muy ambicioso la calidad narrativa de los RPG isométricos tradicionales con la acción de simuladores inmersivos como Deus Ex.
Y eso todavía está presente en esta secuela. The Chinese Room asegura que el primer pilar de diseño de Vampire: The Masquerade - Bloodlines 2 es hacer que los jugadores "se sientan vampiros". Es evidente que las habilidades sobrenaturales de los Brujah, Tremere, Banu Haqim y Ventrue que hemos visto hasta ahora capturan a la perfección los poderes ocultos de esos míticos chupasangre. Incluso fuera del combate, la exploración evoca esa fantasía de poder vampírica, y te permite recorrer el mundo como solo podría hacerlo una criatura de la noche.
Aunque el combate en primera persona y con habilidades recuerda mucho a los simuladores inmersivos de Arkane, y hasta The Chinese Room ha dicho que las mecánicas de juego de las primeras versiones del título eran similares a las de Dishonored, no te sentirás tan desprotegido como en aquel juego de sigilo de corte steampunk. Como vampira antigua (Elder Vampire), Phyre puede esconderse en las sombras para obtener ventaja, pero, en realidad, es una temible depredadora que no necesita huir de los problemas.
Elijas el clan que elijas, ya te vuelvas un hacha con los poderes arcanos de la hechicería de sangre, aprendas a sacar los puños a pasear o te conviertas en un noble de la alta sociedad que prefiere manipular al rival de lejos, tu presa no podrá evitar que la conviertas en tu comida. Quizá el quid de la cuestión no sea cómo despachar a tus enemigos, sino con quién te enemistas y qué facciones de las que tienen a Seattle en su punto de mira se podrán beneficiar más de tu cacería.
Vampire: The Masquerade - Bloodlines 2 ya se puede precomprar en la Epic Games Store.