El archiduque Diego Ernesto de Austria
1607 - 1612. Óleo sobre lienzo, 116 x 109 cmDepósito en otra institución
El retratado lleva media armadura y posa su mano derecha sobre el casco que hay sobre una mesa a la izquierda. La mano izquierda sujeta la empuñadura de la espada que lleva colgada a la cintura. Ernesto de Austria (Viena, 1553 - Bruselas, 1595), fue hijo del emperador Maximiliano II y de la infanta española María de Austria y Portugal. Se educó, junto con su hermano Rodolfo (futuro Rodolfo II, emperador) en la corte de Felipe II. Fue candidato al trono de Polonia (1573-87), gobernó en Austria desde 1576, impulsando la Contrarreforma, siendo nombrado gobernador regente de Austria durante la minoría de edad de su hermano Fernando II de Habsburgo. En 1594 fue designado gobernador de los Países Bajos, bajo el reinado de Felipe II.
En 1581, Ana de Dietrichstein, dama de la corte, escribió a su madre Margarita de Cardona sobre un retrato del archiduque Ernesto de Austria: "El retrato del prínsipe Ernesto e visto, que para galán está muy gordo. Y débelo de [h]aser el nombre de Galaor en no tener mucho quydado de su dama, sino [h]aser el corasón de todas". El retrato del archiduque que vio fue, sin duda, el enviado a Ana de Austria en octubre de 1580, que debía ser una copia del que realizó Martino Rota del archiduque con armadura, quizá el identificado por DaCosta Kaufmann en la Hispanic Society of America o una copia muy similar. De hecho, parece que este retrato que llegó en 1580 fue posteriormente llevado a Valladolid, quizá con el traslado de la corte a dicha ciudad en 1600. Poco después del incendio que destruyó la galería de retratos de Felipe II en el Pardo (1604), una serie de retratos del Palacio Real de Valladolid fueron llevados a Madrid "para sacar las copias dellos" para la nueva galería que Felipe III encargó a Juan Pantoja de la Cruz. En una copia mecanografiada del documento en el que se da cuenta de la devolución a Valladolid de esos retratos en 1615, conservada en el archivo del Prado, Pedro Beroqui realizó unas anotaciones en las que indica que ciertos retratos aparecían en otro inventario de 1606, que no fue copiado y que no ha sido localizado. Entre los retratos que salieron de Valladolid en 1606 y regresaron en 1615 se encontraba uno "en lienzo, al olio, de la rodilla para arriba, del archiduque Arnesto [sic], armado, con calzas coloradas y el morrión sobre vn bufete", que muy probablemente era la obra que recibió Ana de Austria en 1580. Tal y como afirma Magdalena de Lapuerta, parece que la copia realizada para la nueva galería del Pardo es este retrato del archiduque conservado en la colección del Museo del Prado, obra claramente inspirada en la de Martino Rota, con variaciones en el color, disposición del cortinaje y elementos arquitectónicos, y en la que se incluyó un guantelete. El retrato del Prado, en efecto, aparece en la tasación de 1612 que recoge las 35 obras encargadas a Pantoja de la Cruz, donde encontramos una con cuya descripción encaja perfectamente -"del Archiduque Arnesto [sic], armado, con calças encarnadas bordadas y una mano sobre una çelada y la otra en la espada"- y, además, sus medidas (116 x 109 centímetros) son muy similares a las del resto de pinturas que componían la nueva galería: "bara y media de alto y bara y cuarta de ancho", algo menos de 126 x 105 centímetros con marco. Por tanto, la obra debió realizarse entre 1607 -fecha en la que el pintor firmó el encargo de los retratos- y 1612. Siguiendo igualmente a Lapuerta, el retrato del Prado podría ser obra de Pantoja de la Cruz o Bartolomé González, quien terminó "de su propia mano" algunos de los retratos de la galería, aunque será necesario un estudio técnico detallado de la obra para revelar el nombre de su autor.
Cruz Medina, Vanessa de, Damas de Palacio y retratística en la corte de Felipe II: retratos de los Austrias y de 'dama desconocida' en el Museo del Prado. Boletín del Museo del Prado., 2019-2021, p.69-84 [77-79 f.9]