La canción "Gone Girl: 'Cool Girl' Monologue (Movie)" de Gillian Flynn explora temas de identidad, expectativas y la presión de conformarse en las relaciones. Las letras profundizan en la realización de la protagonista de que ha estado fingiendo ser alguien que no es para complacer a su pareja, Nick.
A lo largo de la canción, la protagonista, Amy, reflexiona sobre su papel como la "Chica Cool". Describe a esta persona como una mujer que posee todas las cualidades atractivas que los hombres desean: ser atractiva, brillante, divertida y disfrutar de actividades típicamente masculinas como el fútbol, el póker y los chistes sucios. Amy reconoce que ser la Chica Cool también implica ser sexualmente aventurera y no expresar ira o emociones negativas hacia su pareja, siempre manteniendo una fachada de comprensión y aceptación incondicional.
Sin embargo, a medida que Amy continúa examinando su relación con Nick, comienza a resentir las expectativas que se le imponen como la Chica Cool. Se da cuenta de que estas expectativas son injustas y que ha estado reprimiendo su verdadero yo para cumplirlas. Amy expresa frustración de que, en lugar de fomentar la autenticidad y la individualidad, otras mujeres también hayan adoptado la personalidad de la Chica Cool, convirtiéndola en un papel casi obligatorio para las mujeres y perpetuando un ciclo de degradación.
El punto de inflexión en la canción llega cuando Amy se compromete a ser su verdadero yo, en lugar de sucumbir a la presión de ser la Chica Cool. Rechaza la idea de que ser la Chica Cool es la clave de la felicidad y enfrenta el hecho de que Nick no la amaba realmente por quien era. Amy abraza su identidad auténtica, simbolizada por su transformación en apariencia: cortándose el pelo, cambiando su ropa y usando gafas de montura metálica.
Al final, Amy encuentra liberación al abrazar su verdadero yo y comprender que merece ser amada por quien realmente es, en lugar de conformarse a las expectativas sociales. La canción enfatiza la importancia de ser auténtico y no comprometer la propia identidad por el bien de una relación.