Funchal, la capital del archipiélago de Madeira, fue declarada ciudad en 1500 y se convirtió en un punto importante entre el viejo y el nuevo mundo. La tranquila ciudad se convirtió en un punto de referencia en la escena mundial gracias al azúcar madeirense, conocido como el “oro blanco”. Hoy en día, Funchal es conocida por su magnífico clima, el vino local y los preciosos objetos de artesanía. Entre los mejores lugares que visitar se incluye el Mercado de los Trabajadores, el Blandy's Wine Lodge y el Museo de Arte Sacro, que exhibe obras que se sitúan entre los siglos XV y XIX. No pases por alto el histórico mercado de frutas, flores y pescado de los agricultores. El teleférico de Monte asciende hasta una altura de 580 metros y ofrece unas vistas impresionantes. Los amables residentes, las calles transitables y el buen precio de los taxis facilitan los desplazamientos. ¿Has encontrado la inspiración? Tenemos más recomendaciones a continuación.