Crítica: Spin̈al Tap - Break Like the Wind | El Portal del METAL

Spin̈al Tap - Break Like the Wind

Enviado por El Marqués el Sáb, 13/11/2010 - 07:21
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1. Bitch School
2. The Majesty of Rock
3. Diva Fever
4. Just Begin Again
5. Cash on Delivery
6. The Sun Never Sweats
7. Rainy Day Sun
8. Break like the Wind
9. Stinkin´up the Great Outdoors
10.Springtime
11.Clam Caravan
12.Christmas with the Devil
13.All the Way Home

Back to the nineties again, fellas! Nos situamos una vez más en 1992, otro de esos años que se recuerdan, con el boom de las bandas de Seattle, el rock alternativo, “El Cabo del Miedo”, “Sin Perdón”, “Dirt”, “Fear of the Dark”, “Countdown to Extinction”, y las Leyendas de la Guitarra en Sevilla con motivo de los actos previos a la Expo.

Ahora bien ¿Estaríamos hablando de todo esto si en el entorno de Spin̈al Tap, la mejor y más infravalorada banda de la historia, no hubieran perdido la maqueta, allá por el año 90 o 91, donde se conservaba la única toma del que iba a ser su single de regreso, “Smells like Tap Spirit”?

No era la primera vez que los Tap sufrían un varapalo parecido. En su monumental discografía figura otro momento clave que les impidió alcanzar la fama que a un grupo de este nivel corresponde: En 1975, ya con varios años de carretera a sus espaldas, sinsabores varios y la incomprensión de la prensa especializada, Derek Smalls, Nigel Tufnel y David St. Hubbins pusieron sus gónadas encima de la mesa de sus sufridos productores y presentaron su obra más ambiciosa: “The sun never sweats”, disco conceptual sobre la gloriosa historia de su amada Inglaterra, desde los Celtas a las victorias en los combates navales frente a la Armada Invencible o las fragatas españolas en Trafalgar.

Treinta y cinco años después podemos afirmar que “The Sun Never Sweats” no figura en los hogares de ningún metal-head a día de hoy. Que pasó desapercibido. Cierto que la cutrez de ese título (el sol nunca suda) no ayudó a difundir el mensaje Tap, pero es que el ambicioso tratado debía llamarse “The Sun Never Sets on the British Empire”, y un error de imprenta acortó el título, cerrando a semejante epopeya sónica los portones de hierro del Palacio de Buckingham.

De haber conocido la existencia de la obra conceptual de Spin̈al Tap, la Reina Isabel hubiera hecho sonar en el hilo musical del palacio sus canciones de la primera a la última, el príncipe Carlos se hubiera casado con Lady Di envuelto en pieles y una coraza celta, y a día de hoy la Guardia Real luciría el emblema “Tap Rules!” en sus gorros de piel de oso e interpretaría cada domingo en el Cambio de Guardia ante los turistas la partitura de ese “El Sol nunca se pone en el Imperio Británico”. La hostia. Y Manowar se creen alguien por haber escrito un disco sobre la Guerra de Troya. En 1992 por cierto. La influencia Tap es infinita, como comentaré al final de esta, la más sentida reseña que pueda escribir este aplicado escriba.

St Hubbins, Tufnel y Smalls –para mí Lord Tufnel, Lord Hubbins, Lord Smalls- no desfallecieron, y siguieron esculpiendo en marmol su particular escalera al cielo, peldaño a peldaño, escalón tras escalón… sólo que en horizontal, y claro, así no se llega a ninguna parte. De una lección de historia sobre las Islas no se puede pasar a otra aventura conceptual, esta vez sobre la prensa musical, para luego dedicar un Lp al gospel, el siguiente a la New Wave of British Heavy Metal y el siguiente al cock-rock. Por no hablar de los inicios, que incluían discos de jazz, rythym&blues, flower power hippie y colecciones de poemas sobre la menstruación.

Al canadiense Neil Young su compañía Geffen le demandó por pegar estos bandazos, acusándole de “indefinición estilística”. Polymer, la casa discográfica de Spin̈al, fue más dura todavía: Les demandó por “falta de talento”. Pero ellos, inasequibles, perseveraron, y ni siquiera se plantearon la retirada cuando su batería Mick Shrimpton explotó en escena detrás del kit de batería. Si, si, explotó. En 1983, durante la gira del disco “Smell the Glove”. Algunas enciclopedias sitúan este dato en 1980, en el último show de la gira del anterior Lp “Shark Sandwich”, en Los Angeles. Es lo que tienen las grandes gestas a lo largo de la historia; no consiguen poner a los cronistas de acuerdo.

El teclista Viv Savage fue a visitar la tumba del malogrado Shrimpton, pero había un escape de gas en el cementerio y también explotó, subiendo al cielo de los rockeros junto a Jim Morrison, Hendrix, Bon Scott y compañía. Viv había sido batería en sus inicios, por lo que nuestros héroes llegaron a la convicción de que el puesto tras el doble bombo en Spin̈al Tap estaba gafado. Para evitar problemas, y el envío de royalties a las viudas, desecharon la idea de contratar a un nuevo “drummer” de carne y hueso para la siguiente gira y utilizaron una caja de ritmos. Fue todo bien hasta que la caja explotó en escena provocando un efecto de simpatía en los amplificadores.

Demasiados dramas. La banda tuvo que decir basta a mediados de los ochenta, tras casi veinte años de infortunio, tours agotadores y un amor incontenible por el Rock&Roll. Derek Smalls fundó un grupo de rock cristiano, Nigel Tufnel se interesó por el medio ambiente y la música étnica, y David St Hubbins entrenó a un equipo local de futbol.

Pero el destino juega bien sus cartas. En 1989 se editó en vídeo un documental sobre la banda filmado en 1984, y titulado “This is Spin̈al Tap”, y se puso a la venta un Cd con la banda sonora, captando la atención de millones de fans. Durante el periodo de inactividad, el manager del trío se había deshecho del copyright de todas sus canciones por media libra esterlina, con lo que nuestros tres protagonistas no vieron un penique del creciente interés de las nuevas generaciones por la música de Spin̈al. Pero la demanda de tickets les llevó a volver a la carretera, y en 1992 entraron de nuevo en el estudio para grabar este “Break Like the Wind”, arrasar como en los mejores tiempos y aparecer en un episodio de las primeras temporadas de los Simpson.

Lástima de la demo perdida; cuando quisieron reescribir el “Smells Like Tap Spirit”, dos melenudos junto a un gigantón de apellido croata procedentes de Seattle se les habían adelantado y se llevaron la gloria que correspondía a los tres artistas británicos.

Bien. Hagamos un receso. Casi nada de lo que he contado hasta aquí ha ocurrido realmente. Spin̈al Tap fue la criatura que tres cómicos estadounidenses idearon a principios de los ochenta para hacer un homenaje/parodia/cariñosa burla al mundo del Rock y sus excesos. Christopher Guest, Michael McKean y Harry Shearer se inventaron los alter egos de David St Hubbins, Nigel Tufnel y Derek Smalls, integrantes de Spin̈al Tap, una banda ficticia con una supuesta carrera legendaria que abarca desde 1967 hasta nuestros días, y cuenta con más de una treintena de referencias discográficas, la mayoría catalogadas como “Desconocidas”, simplemente porque no existen.

Los tres cómicos americanos son, a su vez, competentes músicos, y compusieron una serie de canciones de hard rock para la banda sonora del documental REAL que se editó en todo el mundo en 1984, el mencionado “This is Spin̈al Tap”, que no era otra cosa que un biopic ficticio sobre la carrera de esa banda que nunca existió, tratada en clave de humor, exagerando las múltiples situaciones ridículas que rodean a un grupo de primer nivel cuando está de gira, parodiando las típicas situaciones absurdas que provocan los choques de ego, la necesidad de trasladar por el mundo montajes escénicos faraónicos, las relaciones con la prensa y los fans, los hoteles, aeropuertos, etc…

Naturalmente, el documental es un clásico hoy en día, y desde el primer momento llamó la atención de la crítica y los músicos, viéndose muchos de ellos reflejados en la galería de escenas y personajes caricaturescos que aparecen en la película. El éxito hizo que los tres actores grabaran un primer Lp real, titulado como el biopic, que contenía un supuesto “greatest hits” de toda la imaginaria discografía anterior de la banda, y que los tres actores/músicos tocaran en ocasiones puntuales en Inglaterra y Estados Unidos.

En 1992 editaron “Break Like the Wind”, lo más parecido a un disco en toda regla que han grabado, y en 2009, coincidiendo con el 25 aniversario de la película regrabaron algunas de las piezas del primer Lp, añadieron unas cuantas nuevas, y publicaron su tercer larga duración, “Back from the Dead”.

Por lo tanto, el grupo cuenta con tres Lps oficiales reales: “This is Spin̈al Tap”, “Break Like the Wind” y “Back from the Dead”. Su otra discografía, la ficticia, está colgada en internet, e incluye títulos que a todos nos suenan cercanos, como “The Incredible Flight Of Icarus P. Anybody”, “Brainhammer” o “Live At Budokkan”.

En la película se podían ver escenas que cualquier seguidor habitual del rock asocia con momentos realmente vividos por nuestros ídolos: La groupie que contagia a la banda un herpes en los labios, poniendo en un aprieto su condición de guaperas rockstars que se colocan pepinos envueltos en papel de aluminio en el paquete; las calaveras gigantes y columnas griegas que se desploman en el escenario; el dolmen de cartón piedra que no cabe en los recintos –se dice que a los Black Sabbath de los días de “Born Again” les ocurrió algo parecido-; la ostra gigante de la que tiene que salir el bajista Derek Smalls y no se abre, dejando encerrado al músico, como le pasó a Ozzy en la gira de “Ultimate Sin” con el muñeco gigante articulado que le elevaba con una de sus garras; el equivocarse de ciudad y gritar aquello de “Hello Clevelaaaaaaaaaaand” ante la audiencia de California (Por lo visto a Klaus Meine le ocurría con frecuencia en los tiempos del “World Wide Live”), y demás momentos hilarantes.

Muchos artistas se tomaron con humor estas parodias. A otros no les hizo ninguna gracia verse reflejados en las payasadas de los tres cómicos. Siempre se ha dicho, por ejemplo, que Derek Smalls, el pequeñajo bajista con largos bigotes y eterna pose de puño alzado sobre el escenario, se inspiró en Steve Dawson, el bajista de Saxon en los ochenta. A Biff Byford no le hacía ni puñetera gracia el asunto, pero lo cierto es que en 1988 los creadores de “Wheels of Steel “ y “Denim & Leather” se empeñaron en “americanizar” su sonido y su imagen y se deshicieron de Dawson, contratando en su lugar a un figurín con melena crepada al estilo Poison y cara de niño.

El mismo título “Break like the Wind” parece una coña a propósito del “Ride like the Wind” de Christopher Cross que Saxon habían versioneado para el aludido “Destiny”.

Lo mejor de todo es que “Break like the Wind” es un disco de rock altamente recomendable. En sus surcos encontramos una serie de temas que pueden tomarse como bromas, que remiten en plan de coña a momentos emblemáticos del acervo cultural del rock&roll como es marca de la casa en Spin̈al, pero que además ofrecen destellos de muy buena música, como prueban ese imponente “The Majesty of Rock”, operístico hard rock al estilo Meat Loaf, los coros del tema-título y sus intensas partes instrumentales, con guitarras flamencas por doquier, como hicieran Queen en la canción “Innuendo”, la caña de “Stinkin´up the Great Outdoors” o “Cash on Delivery”, y la fuerza de esa recuperada y mítica “The Sun never Sweats”.

En un plan más chorra tenemos el ritmo de cabaret y los cuelgues instrumentales de “Rainy day Sun”, que recuerdan a la coda del “Light my fire” de The Doors, los juegos vocales de “Springtime”, que parecen aludir a los desvaríos guturales de Ian Gillan o Robert Plant en directo, la power ballad “Just Begin Again”, la histérica “Diva Fever”, plagada de piruetas guitarreras al estilo Vinnie Vincent, o el final con “Christmas with the Devil”, que no es sino una coña calcada sin ningún rubor al “We Will Rock You” del grupo de Freddie Mercury y Brian May.

Los tentáculos del kraken Spin̈al son infinitos, y cualquier rockstar que no reconozca su influencia es un canalla que merece sentarse tras su kit de batería…y a ver lo que ocurre. Una de las excentricidades de este “Break Like…” es el tema “Clam Caravan”, acústico, ácido, homenaje al “Planet Caravan” de Black Sabbath. Casualidad o no, Pantera cerraron su demoledor “Far Beyond Driven” en 1994 con una versión de la pieza de la banda de Iommi, Ozzy, Butler y Ward.

Sólo con ver la portada de la obra que nos ocupa recordamos a Manowar y a muchas bandas actuales de Viking Metal, y la diéresis en la palabra Spin̈al tuvo que influir a la fuerza en Motörhead, Mötley Crüe y Blue Öyster Cult.

Además, que coño, si esta es la primera banda que fueron a ver Bart Simpson y Milhouse en Springfield será por algo. Que levante la mano quien, tras escuchar la intro vocal del tema “Break Like the Wind”, no desea acudir a un festival al aire libre y corear fundido con diez mil colegas de la hermandad del metal esos hipnóticos coros.

Iba a ponerle unos cuantos cuernos pero me temo que no va a salir nada; el teclado de mi ordenador ha explotado. Me tengo que ir a urgencias.

Por cierto, que el disco incluye cameos de Jeff Beck, Joe Satriani, Slash, Dweezil Zappa, Steve Lukather y Cher.

http://www.youtube.com/watch?v=RsOxgwF9LlM

Nigel Tufnel: Guitarra, voz
David St Hubbins: Guitarra, voz
Derek Smalls: Bajo, voz

Sello
MCA Records