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Una ciruela es un tipo de fruta de hueso que lleva su semilla dentro de un hueso en el centro de la fruta. Puedes cosechar la semilla de la mayoría de las variedades del mercado y luego someterla a un proceso llamado “estratificación”. Una vez germinada, puedes plantarla al exterior o en una maceta.

Parte 1
Parte 1 de 3:

Cosechar

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  1. Compra ciruelas cultivadas a nivel local o en un clima similar, de modo que te asegures de que crezcan en tu zona de rusticidad. Es mejor no utilizar variedades de maduración temprana, puesto que es menos probable que la semilla se desarrolle en estos tipos de ciruela.[1]
  2. Elige la más sabrosa para tratar de plantarla, puesto que las semillas de ciruela suelen conservar muy bien los rasgos de una planta madre.
  3. La semilla que está al interior del hueso se secará y se encogerá. Así podrás guardarla más fácilmente. La cáscara también se romperá con más facilidad cuando se seque.[2]
  4. Coloca el hueso de forma horizontal entre los dos extremos. Rómpelo con suavidad.[3]
    • Ten cuidado de no romperlo demasiado. Si la semilla se rompe, no podrás plantarla.
  5. La vas a necesitar para hacerla germinar y plantarla.
  6. Deja caer la semilla en el vaso. Si se hunde, puedes germinarla. Si flota, debes seguir rompiendo huesos hasta que te salga una semilla viable.[4]
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Parte 2
Parte 2 de 3:

Germinar

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  1. [5] Utiliza agua a temperatura ambiente.
  2. Moja la tierra de modo que quede húmeda, no empapada.
  3. Agita el recipiente de modo que la semilla penetre más profundamente en la tierra suelta.
  4. Coloca el frasco o la bolsa en el refrigerador para empezar el proceso de estratificación. Este proceso frío de germinación hace que la semilla germine, de modo que pueda plantarse y convertirse en un árbol.[6]
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Parte 3
Parte 3 de 3:

Plantar

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  1. Es recomendable plantar al menos dos ciruelos para que las variedades de polinización cruzada den frutos.[7]
  2. Elige un lugar ligeramente resguardado que puedas cubrir con mantillo y una cubierta para evitar la helada, una asesina de los ciruelos jóvenes. Tendrá que estar a pleno sol.
  3. Añadir tierra también le ayudará a drenar mejor.
  4. Debe ser una maceta profunda con agujeros de drenaje.
  5. Ten cuidado de no romperlas al trasplantar la planta.
  6. Crea un montículo de tierra pequeño en el centro. Coloca la semilla por encima y extiende las raíces alrededor del montículo.
  7. Separa los ciruelos a una distancia de 6 a 7,5 m (20 a 25 pies).[8]
  8. Riega a fondo antes que se seque el suelo. El ciruelo debe empezar a producir frutos en 3 a 5 años.
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Consejos

  • Ciertas variedades de ciruelos no necesitan plantarse en grupos de dos o más, puesto que no requieren una polinización cruzada. Investiga sobre el tipo de ciruelo que deseas plantar para saber si es necesario plantar unos cuantos árboles a la vez.[9]
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Cosas que necesitarás

  • ciruelas maduras locales
  • un vaso de agua
  • un cascanueces
  • composta
  • una bolsa de plástico o un frasco hermético
  • agua
  • un refrigerador
  • tierra
  • una pala
  • una maceta profunda con buen drenaje

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Categorías: Cultivo de frutas
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