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PoblacionesHistoria

Ingolstadt [Alemania].

Ciudad del sureste de Alemania, en el estado federado (Land) de Baviera. Situada en el valle del Danubio, al sur de la cadena montañosa del Jura de Franconia y a medio camino entre Nüremberg y Múnich, es uno de los principales centros urbanos y económicos y una de las ciudades históricamente más relevantes del estado de Baviera y, por lo tanto, de Alemania. Tiene una población de 117.470 habitantes (julio de 2001).

Historia

El poblamiento humano de la zona donde actualmente se levanta la ciudad de Ingolstadt se remonta a tiempos paleolíticos. Pero la ocupación permanente de esta región se debió a los celtas, que poblaron los territorios entre el Danubio y el Jura francón. En el año 15 a.C., las legiones romanas comandadas por Druso y Tiberio ocuparon estas tierras, y el actual territorio de Ingolstadt quedó integrado en la provincia romana de Retia. La frontera fortificada o limes se encontraba muy cerca, en el Jura, aunque a fines del siglo IV d.C. retrocedió hasta el Danubio. Finalmente, en el siglo V, el limes rético fue abandonado y los dominios del Imperio Romano retrocedieron más allá de los Alpes. El pueblo bárbaro de los bajuvaros invadió esta región en el siglo VI, extendiéndose entre los Alpes y el valle del Danubio, donde fundó un estado que posteriormente se convertiría en el ducado de los Agilolfingos.

La verdadera fundación de la ciudad, una de las más antiguas de Baviera, se produjo en época carolingia. El nombre de Ingoldesstat aparece mencionado por primera vez en un diploma de Carlomagno del año 806. Al parecer, en esta época existía ya un palacio real franco en la villa. En 841, el rey Luis el Germánico cedió el lugar a la abadía benedictina de Niederaltaich. Posteriormente, la familia ducal de los Wittelsbach se apoderó del dominio señorial sobre el monasterio de Niederaltaich y sus posesiones, e Ingolstadt pasó así a formar parte del ducado de Baviera. Bajo la soberanía de los Wittelsbach, Ingolstadt vivió un primer periodo de esplendor. La ciudad, que se encontraba en un punto estratégico entre Múnich, Eichstätt y Ratisbona, fue fortificada y recibió su fuero municipal a mediados del siglo XIII. La parroquia más antigua, la de San Mauricio, fue consagrada en 1234. El duque Luis II de Baviera hizo construir un castillo que todavía hoy se conserva y que constituye uno de los ejemplos más notables de la arquitectura civil gótica de esta parte de Alemania. En 1319 comenzaron las obras de construcción del Hospital fundado por el luego emperador Luis IV el Bávaro y cuya iglesia es hoy día uno de los monumentos más importantes de la ciudad. A lo largo del siglo XIV, el crecimiento de la ciudad obligó a construir un nuevo anillo de murallas. Bajo el duque Esteban III, al dividirse hereditariamente el ducado de Baviera, la ciudad se convirtió en capital y residencia ducal del recién creado ducado de Baviera-Ingolstadt. A partir de entonces se convirtió en un importante centro artesanal y comercial. A principios del siglo XV se construyeron el Palacio Nuevo (1417-18) y la catedral de Nuestra Señora (1425).

En 1447, al extinguirse la línea ducal de Baviera-Ingolstadt, el dominio señorial sobre la ciudad pasó al ducado de Baviera-Landshut. En 1465, el duque Luis el Rico recibió del papado el privilegio de fundar en Ingolstadt una universidad. Esta, la primera de Baviera, abrió sus puertas en 1472. Su desarrollo durante las décadas posteriores convirtió a la ciudad en uno de los principales centrol culturales de Alemania, frecuentado por intelectuales de la talla del humanista Conrad Celtis, el historiador Aventino, el matemático Peter Apian o el hebraísta Reuchlin. A principios del siglo XVI, la presencia en Ingolstadt del teólogo Johannes Eck, uno de los principales adversarios de Lutero, convirtió a la ciudad en escenario predilecto de las grandes disputas teológicas de los primeros tiempos de la Reforma. Desde esta época, Ingolstadt se convirtió en uno de los grandes pilares del catolicismo alemán y en avanzadilla de la Contrarreforma. En 1555, los jesuitas fundaron su primer colegio en la ciudad, y pronto dominaron las facultades de teología y filosofía. Bajo su férula, la universidad alcanzó su periodo de mayor esplendor y llegó a tener más de un millar de alumnos.

El desarrollo de la universidad se tradujo en un importante crecimiento demográfico y urbanístico. A mediados del siglo XVI se construyó el tercer anillo de fortificaciones, cuyas obras dirigió el conde Reinhard Solms de Münzenberg. Las defensas de Ingolstadt soportarían numerosos ataques durante la Guerra de los Treinta Años. En 1632 los suecos cercaron la ciudad, pero tuvieron que retirarse sin haber rendido sus fortificaciones. Ese mismo año murió en la ciudad el general de la Liga Católica conde Tilly, que la defendía. Entre 1654 y 1679 se construyeron nuevas fortificaciones. No obstante, la ciudad fue tomada por los austríacos en 1743.

Durante el siglo XIX, la Ingolstadt sufrió un profundo declive, debido, en principio, a las guerras napoleónicas. En 1800 se cerró la universidad, que fue trasladada a Landshut, y se derruyeron las fortificaciones. Durante las tres décadas siguientes, Ingolstadt perdió su importancia como centro cultural y militar para convertirse en una pequeña ciudad provinciana. Sería el rey Luis I de Baviera quien le devolvería en parte su antiguo esplendor al convertirla, debido a su posición estratégica, en una importante guarnición militar. El 1827, bajo la dirección de Leon von Klenzen, se iniciaron las obras de las nuevas fortificaciones, que se prolongarían hasta 1872. Ingolstadt se convirtió así nuevamente en una ciudad fortaleza. El desarrollo militar cambió profundamente su diseño urbanístico, constriñéndolo en buena medida a los límites impuestos por las murallas y fortificaciones.

Ingolstadt continuó siendo básicamente una ciudad de guarnición hasta después de la Segunda Guerra Mundial, cuando, debido a la desmilitarización impuesta por los aliados, comenzó a transformarse en un importante centro industrial gracias a la implantación de firmas de maquinaria y automoción tan importantes como Schubert und Salzer y Audi. El boom económico produjo un crecimiento demográfico acelerado. En 1972 vivían setenta mil personas en los apenas cinco kilómetros de su término municipal. Ello hizo necesaria una reforma adminitrativo-territorial que, ese mismo año, aumentó sustancialmente el territorio de la ciudad con la adición de los pueblos de Brunnenreuth, Dünzlau, Etting, Gerolfing, Hagau, Irgertsheim, Mailing, Mühlhausen, Oberhaunstadt, Pettenhofen y Zuchering. La población pasó a ser de noventa mil habitantes, y el término municipal de 134,5 km2. De esta forma, Ingolstadt se convirtió en la cuarta ciudad de Baviera en extensión (después de Munich, Nüremberg y Augsburgo) y la octava en población.

Economía

El desarrollo industrial de Ingolstadt se inició tras la Primera Guerra Mundial de forma muy tímida y experimentó un gran auge tras la Segunda Guerra Mundial. Durante la década de 1960, la ciudad se convirtió en el principal centro del sector energético de Baviera gracias a la construcción de dos oleoductos que llevaban el crudo desde los puertos italianos hasta los alrededores de la ciudad, donde era transformado en grandes refinerías y plantas petroquímicas. En esta época también experimentaron un gran desarrollo las industrias electrónica y textil. En la actualidad, la economía está dominada por la industria de maquinaria y automoción (debido en buena medida a la presencia de Audi) y por el sector financiero y de servicios. Ingolstadt constituye hoy día el centro de una región económica situada en el corazón de Baviera, y favorecida por su excelente red de comunicaciones.

Patrimonio artístico y lugares de interés

Entre los numerosos lugares de interés de la ciudad cabe destacar:

-La plaza del Ayuntamiento (Rathausplatz), cuyo origen se remonta al siglo XVI, en torno a la iglesia de San Mauricio. En 1881, Gabriel von Seidl reformó el edifico del ayuntamiento en estilo neorrenacentista.

-El caserón de los duques (Herzogskasten), el edificio profano más antiguo de la ciudad y uno de los ejemplos de arquitectura civil más importantes de Baviera. En él vivieron los duques de Ingolstadt hasta la construcción del Palacio Nuevo en el siglo XV. Luis II el Severo (1255-1294) inició su construcción. Hoy día alberga la biblioteca de la ciudad.

-Basílica franciscana. Construida a fines del siglo XIII en severo estilo gótico temprano, esta iglesia de tres naves sufrió numerosas transformaciones con el paso de los siglos. El altar mayor pertenece al estilo rococó del siglo XVIII. Entre 1472 y 1800 fue lugar de enterramiento de numerosos profesores, personajes prominentes de la ciudad, militares y ciudadanos ricos.
-Monasterio de San Juan en Gnadenthal. Fundado en el siglo XIII, se encuentra muy cerca de la basílica franciscana y conserva en buen estado sus torres y muros de los siglos XVI y XVII. Destaca su capilla, en la que pueden contemplarse relieves de Hans Leinberger (1513).

-Iglesia de Santa María de Victoria (Asamkirche). Esta joya del rococó bávaro se encuentra casi escondida, sin apenas signos exteriores que la distingan. Fue construida en 1732-1736 como capilla de los estudiantes de la Congregación de María, según un diseño del arquitecto Egid Quirin Asam. A pesar de sus reducidas dimensiones, es un auténtico prodigio del estilo rococó. En el altar mayor destaca una pintura colosal de Cosmas Damián Asam sobre el tema de María como reina de los cielos. Entre sus joyas destaca la custodia de Lepanto, que fue encargada por la congregación ciudadana en 1708 y pasa por ser una de las más grandes del mundo. Su artífice fue el platero Johann Zeckel de Augsburgo.

-Catedral de Nuestra Señora. Es una de las más grandes y hermosas catedrales góticas del sur de Alemania. Su construcción se inició en 1425. Fue panteón de los duques de Ingolstadt. En el interior destacan los altares de los pintores Melchior Feselen y Hans Mielich.

-Torre de la Cruz. Formaba parte de la expansión de las fortificaciones iniciada en 1363, y es la única de las cuatro puertas de la ciudad que todavía se conserva hoy día.

-Edificio de la Universidad. Antes de convertirse en facultad, este edificio fue casa de los canónigos aneja a la catedral y desde 1472 fue sede de la universidad de Ingolstadt. Junto a él hizo construir el duque Jorge el Rico el Colegio Georgianum.

-Iglesia de San Mauricio. La iglesia de San Mauricio, o Untere Pfarr, fundada en el siglo IX, es la más antigua de Ingolstadt y está situada al lado del antiguo ayuntamiento. Se trata de una basílica gótica de tres naves, construida en su mayor parte en el siglo XIV. El interior fue decorado en estilo rococó por Johann Baptist Zimmermann. En el altar mayor destacan dos efigies de los santos Mauricio y Jorge del escultor Antón Breitenauer (1764). En el coro hay asimismo una estatua de plata de la Inmaculada que se cuenta entre los ejemplos más bellos del rococó bávaro. La iglesia está flanqueada por dos torres: la de la iglesia, (Kirchturm), al norte, de estilo severo románico, y la del sur o Pfeifturm, que servía de torre vigía.

-Teatro Municipal. Construido por el arquitecto Hardt-Waltherr Hämer e inaugurado en 1966.

La ciudad cuenta además con numerosas casas con fachadas barrocas y rococós, especialmente en una de sus arterias principales, la Theresienstrasse. Hay asimismo numerosos parques, entre los que destaca el Klenzepark, a orillas del Danubio. Entre sus museos museos, cabe mencionar:

-Museo del Ejército de Baviera. Situado en el Palacio Nuevo (siglo XV), en él destacan las colecciones sobre la Edad Media y la Guerra de los Treinta Años, así como su colección de soldaditos de plomo.

-Museo Alemán de Historia de la Medicina. Situado en la antigua facultad de medicina (siglo XVIII), alberga una interesantísima colección acerca de la historia de la medicina y las instituciones médicas de Alemania y del resto del mundo.

-Museo Municipal. Situado en las antiguas caballerizas de la guarnición, alberga, además de una exposición sobre la historia de la ciudad, el archivo y la biblioteca municipales.

-Museo del Arte Concreto. Alberga colecciones de pintura y escultura contemporáneas.

-Museo Alf Lechner. Dedicado al escultor Alf Lechner.

-Museo Mobile. Situado en el Audi Forum, está dedicado a la historia del automóvil.

-Museo del Juguete.

-Casa Museo Marieluise Fleisser. Dedicado a la vida y obra de la poeta Marieluise Fleisser.

Enlaces en Internet

sitio oficial de la ciudad (en alemán e inglés)
página con información práctica (en alemán)