Barrio de Vauban: la ciudad del futuro está en Friburgo

En el 'land' más verde de Alemania

Barrio de Vauban: la ciudad del futuro está en Friburgo

En el corazón de la Selva Negra, este barrio apuesta por la sostenibilidad ambiental, económica y social.

Si alguien nos preguntara cómo imaginamos las metrópolis del futuro a muchos nos vendrá a la mente la oscura, contaminada y distópica Los Ángeles de Blade Runner (1982). O quizás pensemos en la más aérea y vertical Nueva York de El Quinto Elemento (1997); en las tecnológicamente inquietantes ciudades planteadas por Black Mirror (2011) o directamente en la devastación absoluta que vimos en La isla (2005), Soy Leyenda (2007) o Matrix (2021) entre tantas otras. El futuro urbano es gris. No hay duda. No solo se nos plantea con más o menos imaginación en el mundo del celuloide, solo hay que poner las noticias.

Pero queremos pensar que hay otras opciones. Y, de hecho, aunque a pequeña escala, las hay. Hay que ir al distrito más verde (Quartier Vauban), dentro de la ciudad más verde (Friburgo), dentro del land más verde de Alemania (Baden-Württenberg) para verlo.

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Freiburg Vauban. Vauban

Vauban Friburgo - © Copyright FWTM-Spiegelhalter

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De base militar a barrio del futuro

Paradójicamente, Vauban se fundó como base militar de la Wehrmacht de Hitler en 1936; sirvió de centro logístico para las fuerzas de ocupación francesas después de la Segunda Guerra Mundial y finalmente —tras la retirada del ejército en 1991— el lugar quedó abandonado. Más tarde, hubo quien ocupó los viejos barracones e incluso quien instaló su residencia podríamos decir, alternativa, dentro de los viejos vehículos militares. Pero a mediados de los años 90 el gobierno de Friburgo compró los antiguos terrenos castrenses para llevar a cabo un plan sin precedentes: levantar un eco-barrio bajo una concepción holística que no solo tuviera en cuenta criterios ecológicos sino también de cohesión social. Tenía que ser verde, sostenible, autosuficiente e inclusivo. Casi nada.

Green Citiy Hotel Vauban Hausansicht

Foto: Green City Hotel Vauban Hausansicht

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Adiós a los coches

"La máxima desde el principio fue que las decisiones acerca del barrio se tomaran de forma cooperativa, teniendo en cuenta la voz de sus habitantes" —explica Hans-Jörg Schwander, un veterano arquitecto paisajista y uno de los activistas pioneros que luchó en los años 80 por la desnuclearización de Alemania—. "Se creó una comisión para diseñar un barrio que, para empezar, tuviera una movilidad 'verde'. Para ello se construyó un eficiente sistema de tranvía, una red de carriles para bicicletas (con sus preceptivas zonas de aparcamiento) y muchas zonas peatonales. Además, se levantaron dos grandes parkings a la entrada del distrito para que los vehículos a motor no entraran."

Solo hace falta pasar unos minutos en Vauban para constatar que, en efecto, eso es lo más visible (e inaudible) de este quartier: ni apenas circulan coches ni se permite aparcar en las calles salvo para la carga/descarga y las urgencias. "Gracias a esta planificación, hemos conseguido treinta años después, que el 70% de los habitantes de Vauban no tenga coche propio. Hay 5.000 habitantes aquí y la inmensa mayoría se desplaza andando, en bici, en patinete o en tranvía y el día que tienen que salir de la ciudad usan el car-sharing. Yo, por ejemplo, hace 25 años que no tengo coche. Y en realidad todos salimos ganando porque además de sostenible, resulta más económico vivir así." apunta, orgulloso, Schwander.

Friburgo. En el corazón de la Selva Negra

Foto: iStock

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En el corazón de la Selva Negra

Otra de las evidencias visibles de este distrito de Vauban-que-es-una-utopía-futurista es la presencia de zonas ajardinadas. Friburgo es ya de por sí una ciudad arbolada ¡esto es la Selva Negra! que posee más de 600 hectáreas de espacios verdes y 160 áreas de juegos. Pero, además, aquí, cada manzana de casas participó en el diseño y la creación de sus propios jardines. "Se organizaron varias comisiones de vecinos en las que participaron incluso los niños, para decidir si querían que sus parques tuvieran o no columpios; si los querían al natural, en plan bosque, sin intervención humana o si por el contrario preferían crear un jardín con parterres y flores...Cada espacio tiene una personalidad única y diferente".

Bauvan. El protagonista: las placas solares

Foto: Shutterstock

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El protagonista: las placas solares

Paseando por la verde y silenciosa Vauban, también las placas solares sobre muchos edificios nos dan pistas sobre la vocación sostenible de este lugar. "Lo primero que se hizo fue rehabilitar las instalaciones militares preexistentes con criterios ecológicos y de autogestión —explica Schwander— luego se urbanizó el resto con edificios de nueva creación que fueran energéticamente eficientes. Hoy tenemos más de 100 edificios que generan más energía de la que consumen y unos 45 construcciones más que están en la categoría passivhaus, es decir, que son capaces de calentarse y refrigerarse con una bajísima demanda energética, ya que se han diseñado para aprovechar al máximo la orientación solar, la ventilación natural, etc."

La esperanza del sur de Friburgo

Foto: iStock

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La esperanza del sur de Friburgo

Y eso no es todo. En Vauban también se tiene en cuenta la gestión eficiente de residuos orgánicos, el reciclaje de las aguas grises para el riego de jardines, la creación de puestos de empleo inclusivos (aquí está el Green City Hotel, donde la mitad de sus trabajadores son personas con algún grado de diversidad funcional)... la lista es larga. En fin. Vauban es un edén. Solo hay que ir para verlo. Un barrio rodeado —y vertebrado— por arboledas, huertos, viñedos... y más allá por el resto de la ciudad de Friburgo que es, a su vez, también verde, sostenible y con muchas iniciativas para ser copiadas (ojalá) por otros muchos barrios del Planeta. Quién sabe, quizás, solo quizás, el futuro no se parezca a Blade Runner.