Rachel McAdams y Ryan Gosling conformaron una de las parejas más recordadas del cine romántico del siglo XXI, cuando en 2004 protagonizaron “Diario de una pasión”. La película, basada en la novela de Nicholas Sparks, fue un gran éxito, pero la relación de los actores durante el rodaje estuvo lejos de ser idílica.

La famosa escena del beso bajo la lluvia entre Allie y Noah

El director Nick Cassavetes tenía lo necesario para que la película funcionase: Una historia romántica clásica y efectiva, más dos actores bellos y talentosos como protagonistas. Sin embargo, Rachel McAdams y Ryan Gosling no podrían haberse llevado peor. El odio entre ambos era evidente y eso suponía un problema cuando el director gritaba “acción”.

Según detalla Susana Ceballos para Infobae, ambos tenían varias cosas en común. Habían comenzado sus carreras en la niñez, eran canadienses, e incluso habían nacido en el mismo hospital de Londres, no la capital de Inglaterra, sino una pequeña ciudad de Canadá, con dos años de diferencia.

Pero las coincidencias no evitaron que se detestaran. Los roces, las miradas de odio y las críticas volaban en ambas direcciones. Ryan Gosling incluso llegó a pedirle al director que contrataran a otra actriz. “No puedo. No puedo hacerlo con ella. No estamos sacando nada positivo”, aseguran que dijo.

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Cassavetes, entonces, entendió que debía que hacer algo al respecto si quería que “Diario de una pasión” llegara a buen puerto. Juntó a McAdams y Gosling en una habitación y se encerró con ellos y un productor. Les pidió que se dijeran lo que se tuvieran que decir. La discusión comenzó.

Él le echó en cara todo lo que había hecho para prepararse para el papel: Bajar de peso, aprender a remar y usar lentes de contacto. ¿Y esto qué tenía que ver con McAdams? Nada, y eso es lo que la actriz le retrucó. Además, ella también había tenido que hacer lo suyo, como tomar clases de protocolo y ballet.

“Diario de una pasión” (2004)

Gosling la cuestionó por cómo componía a Allie y ahí fue cuando McAdams defendió su personaje. Y lo hizo con tal convicción que él no tuvo nada que decir. Tras este descargo, la reunión terminó y ambos volvieron al set sintiéndose mejor.

En febrero de 2003, el rodaje terminó y un año más tarde, la película llegó a los cines, cosechando éxito y encantando a los espectadores con la historia de amor de Allie y Noah.

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La relación podría haber terminado ahí. Dos actores que se llevaron mal durante el rodaje, como tantos otros, después limaron asperezas y fin del asunto. Pero no. En 2005, Rachel McAdams y Ryan Gosling se cruzaron en Nueva York y lo que alguna vez había sido odio, se convirtió en amor.

Tras odiarse, Gosling y McAdams fueron pareja por tres años.

Dos años después de concluir el rodaje de “Diario de una pasión”, sus protagonistas se convertían en pareja en la vida real, para deleite del público y las cámaras. Gosling llegó a declarar que ella era el amor de su vida y no faltaron los rumores de boda. En 2008, sin embargo, se separaron.

La ruptura no fue escandalosa ni complicada. No fue el odio sino las ocupadas agendas de ambos las que, finalmente, impidieron que el amor -o la relación- prosperara.

“La gente nos hace un mal servicio a Rachel y a mi asumiendo que fuimos como los protagonistas de la película. Mi historia de amor con ella fue mucho más romántica que eso”, aseguró Gosling. Parece que sí: Un amor de película es posible. Uno mejor, también.

Después de esta relación, Ryan Gosling estuvo vinculado a varias actrices, hasta que en 2011 contrajo matrimonio con Eva Mendes, con quien sigue casado. Juntos son padres de dos niñas.

Por su parte, Rachel McAdams mantiene un perfil súper bajo. Desde 2016 está en pareja con el escritor Jamie Linden. En 2018 tuvieron un hijo y en agosto de 2020 se supo que, a sus 42 años, está embarazada por segunda vez, algo que ella no informó pero que se supo por fotos de paparazzi.

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