60 contribuciones de las Naciones Unidas para un mundo mejor
 

ASUNTOS HUMANITARIOS

46. Prestación de ayuda humanitaria a los refugiados

Refugiados de Sierra Leona

Foto ONU/Eric Kanalstein

Más de 50 millones de refugiados que huían de la persecución, la violencia y la guerra han recibido ayuda de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) desde 1951, en un esfuerzo permanente, en el que suelen participar otros organismos. El ACNUR trata de hallar soluciones a largo plazo o “duraderas” ayudando a los refugiados a regresar a sus países de origen, si las condiciones lo justifican, a integrarse en sus países de asilo o a reasentarse en terceros países. Más de 33 millones de refugiados, personas que buscan asilo y desplazados internos, en su mayoría mujeres y niños, reciben ayuda de las Naciones Unidas en forma de alimentos, cobijo, atención médica, educación y repatriación.

47. Ayuda a los refugiados palestinos

Mientras la comunidad mundial se esfuerza por lograr una paz duradera entre israelíes y palestinos, el Organismo de Obras Públicas y Socorro de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en el Cercano Oriente (UNRWA), organismo de socorro y desarrollo humano, ha ayudado a cuatro generaciones de refugiados palestinos, proporcionando medios para su educación, atención médica y servicios sociales, así como microfinanciación y ayuda en casos de emergencia. En la actualidad, la UNRWA proporciona asistencia, promoción y protección de los 5 millones de palestinos registrados como refugiados en el Oriente Medio.

48. Ayuda a las víctimas de los desastres

Cuando se producen desastres naturales y situaciones de emergencia, las Naciones Unidas coordinan y movilizan la asistencia a las víctimas. En colaboración con los gobiernos, el movimiento de la Cruz Roja y la Media Luna Roja y las organizaciones de ayuda y donantes principales, las Naciones Unidas prestan una asistencia humanitaria muy necesaria. Mediante los llamamientos de las Naciones Unidas se recaudan cada año miles de millones de dólares para sufragar las actividades de asistencia en casos de emergencia.

49. Reducción de los efectos de los desastres naturales

La Organización Meteorológica Mundial (OMM) ayuda a evitar que millones de personas sufran los efectos desastrosos de las catástrofes naturales o provocadas por el hombre. Su sistema de alerta temprana, que comprende miles de estaciones terrestres y satélites, ha posibilitado la predicción con mayor exactitud de los desastres meteorológicos, proporcionado información sobre la dispersión de los derrames de petróleo y los escapes nucleares y de productos químicos y pronosticado sequías de larga duración, así como permitido una distribución eficaz de la ayuda alimentaria a las regiones asoladas por la sequía.

50. Prestación de socorro tras el tsunami

En las 24 horas que siguieron al tsunami que se abatió sobre el Océano Índico el 26 de diciembre de 2004, las Naciones Unidas enviaron equipos de expertos en coordinación y evaluación de los desastres. Las Naciones Unidas entraron en acción para ayudar a los supervivientes, distribuir alimentos a más de 1,7 millones de personas, proporcionar cobijo a más de 1,1 millones de personas que habían quedado sin hogar, abastecer de agua potable a más de 1 millón y vacunar a más de 1,2 millones de niños contra el sarampión, todo ello en los seis primeros meses de actividades de socorro. La prestación rápida y eficaz de socorro humanitario contribuyó a evitar que se perdieran nuevas vidas por falta de recursos después del primer día de la devastación y a prevenir el brote de enfermedades.

51. Distribución de alimentos a los más necesitados

Un hombre transportando un saco de ayuda alimentaria sobre su cabeza

PMA/Mikael Bjerrum

El Programa Mundial de Alimentos (PMA), el mayor organismo de asistencia humanitaria del mundo, atiende cada año en 80 países a un promedio de 90 millones de personas hambrientas, incluida la mayoría de los refugiados y desplazados internos del mundo. La ayuda alimentaria del PMA está concebida para cubrir las necesidades especiales de quienes pasan hambre, en particular de las mujeres y niños, que constituyen la mayoría de personas vulnerables a las que más suele afectar el hambre. El PMA trabaja para romper de raíz el ciclo del hambre atendiendo a los más pobres y desnutridos. Los proyectos de alimentación en las escuelas proporcionan comidas para llevar o almuerzos gratuitos a más de 22 millones de escolares, con un costo individual de unos 25 centavos de dólar de los EE.UU. La experiencia logística del organismo en materia de telecomunicaciones de emergencia le permite enviar ayuda rápidamente en las situaciones más difíciles y peligrosas. Más del 90% de su personal trabaja sobre el terreno y el PMA utiliza una red mundial de aviones, helicópteros, camiones y, de ser necesario, hasta burros, camellos y elefantes para llegar a quienes más lo necesitan. El PMA actúa en defensa de quienes padecen hambre y lleva ese mensaje desde la calle hasta los dirigentes políticos de todo el mundo.