Crítica: Blue Öyster Cult - Secret Treaties | El Portal del METAL

Blue Öyster Cult - Secret Treaties

Enviado por stalker213 el Dom, 13/03/2011 - 17:54
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1. Career of Evil (3:59)
2. Subhuman (4:39)
3. Dominance And Submission (5:23)
4. ME 262 (4:48)
5. Cagey Cretins (3:16)
6. Harvester of Eyes (4:42)
7. Flaming Telepaths (5:20)
8. Astronomy (6:38)

Como solo son capaces los más grandes, resulta que nunca hay dos sin tres, y si BLACK SABBATH o LED ZEPPELIN fueron capaces de hacerlo, BLUE ÖYSTER CULT no iban a ser menos. ¡A dónde va éste ahora! -Dirán algunos, entendiendo que estoy exagerando un kilómetro al encajonar el nombre de los neoyorquinos con el de los dos colosos británicos-. Pues igual sí -no lo niego- pero para el que suscribe, entender la evolución del Heavy Metal sin reparar en la obra de Buck Dharma y sus esbirros, supone como poco un ejercicio de síntesis absolutamente absurdo y sin ninguna sustancia. Nadie discute que Page plantó con esmero las semillas, ni tampoco que Iommi se hizo más tarde el amo del jardín sin pedir permiso a nadie, pero que tampoco nadie olvide nunca esto, y es que tanto BLUE ÖSYER CULT como BUDGIE (trabajando el asunto en direcciones distintas) son auténticos colosos purasangres del género sin los que yo, personalmente, soy incapaz de entender la eterna e inmarcesible gloria de nuestra música.

Creo que lo dije ya antes: Con los monstruos sagrados del género no hay dos sin tres (como a veces tampoco hay cuatro sin cinco), y es justo en este sentido como se entiende que después de dos exhibiciones apabullantes de desbordante poderío como las proyectadas mediante ‘Blue Ösyter Cult’ y ‘Tyranny And Mutation’, la banda no tuviera suficiente y se pusiera entre ceja y ceja el primordial objetivo de rebasar lo que casi parecía insuperable. Y es que cierto es que ‘Career of Evil’ no abre con el mismo chorrazo energético de la arrolladora ‘Transmaniacon MC’ (¿cómo se hace eso?), pero de lo que no puede dudarse un solo instante es de que inequívocamente funciona (y de qué manera) como punto de arranque a un trabajo invariablemente antológico. En ello tiene una incidencia capital el “feeling” y la clase innata del infalible Eric Bloom al micro, pero que nadie pase por alto lo más obvio de todo el tinglado, y es que siendo una banda integrada por excelentes músicos, el concurso en ella por parte del señor Donald Roeser (a.k.a. Buck Dharma) fue y sigue siendo la principal fuerza motriz que hace posible la innegociable distinción y clase por las que son conocidos BLUE ÖYSTER CULT.

Es patético intentar buscar debilidad ninguna en este trabajo del que estamos hablando, porque simplemente es que ves como van cayendo ‘Subhuman’, Dominance And Submission o ‘ME 262’ (el avión que aparece junto a los andobas en la portada) y no se atisba el menor síntoma de decaimiento; BÖC debieron saber de algún modo como estaban grabando su obra cúspide y por tanto que todo valía, y ¿cómo no? vaciladas como ‘Cagey Cretins’ o ‘Harvester of Eyes’ no son la excepción (hay que ver las narices que tienen los titulillos).

Sin embargo, ‘Secret Treaties’ es un disco que se catapulta a lo más alto por dos temas que todavía no hemos comentado, y que definitivamente vienen a poner el culmen a una obra que sin el concurso de ellos no alcanzaría los merecidísimos cinco cuernos que se va a llevar. Huelga decir que estemos haciendo referencia a ‘Flaming Telepaths’ y ‘Astronomy’, y es que junto a ‘Stairway to the Stars’ y la híper-machacona-radiofónica ‘Don't Fear the Reaper’ (‘Redeemed’ es otra favorita personal), creo estamos hablando de lo mejor que jamás parieron estos malnacidos durante su dilatada trayectoria.

¿Alguien duda que estos malditos bastardos pudieran escribir buenos temas? ¿Puede alguien dudar de eso? Amigos, un buen tema, habitualmente, se construye trabajando desde los cimientos hasta el tejado, porque si lo intentas al revés sencillamente es que te matas. Ahora bien, existe un selectísimo club de escogidos que sí pueden y que además te lo hacen mientras se rascan la bolsa escrotal, por eso ‘Flaming Telepaths’ no lleva corriendo un solo segundo que ya te ha cazado, y eso, estimados lectores, sólo está al alcance de unos becerracos como BLUE ÖYSTER CULT.

Dicen que quien no sabe utilizar un piano cuando realmente toca hacerlo, arruina en la más absoluta miseria a una canción (pensamiento que comparto), pero ojo, que cuando una sabe lo que se trae entre manos el resultado es devastador, y ‘Flaming Telepaths’ no viene sino a demostrar el argumento. Claramente, el piano es la fuerza que sin piedad arrastra al tema desde el principio ¡pero joder! Es que por allí tienes al Bloom envenenándote el oído, por allá a los hermanos Bouchard liándola gorda al bajo y la batería respectivamente (qué animal Albert Bouchard) y en el medio de todo el berenjenal al irrepetible Buck Dharma, que despachándose con uno de esos solazos que cortan la respiración, le pone la guinda a un monumento que no levanta cualquiera.

Mención aparte merece ‘Astronomy’ –quizás la obra cumbre de BÖC- donde de nuevo los pianitos sinuosos de Lanier se te encaraman hasta el cuello, entrelazando sus notas hasta que te asfixian de felicidad, todo ello con un Bloom en plan jefazo repartiendo sus versos como nadie, aunque todo eso es nada en comparación a cuando en (02:13) la bestia asoma el cabezón y de nuevo tenemos a la banda al completo subida sobre la cresta de la ola (cualquier intento de versionar este tema es la obra de un “clown descerebrado”).

Señores, el 99% de músicos hacen música (mejor o peor, ahí ahora no entro) porque sencillamente ese es su trabajo, y sólo el 1% restante hace magia porque eso es rotundamente imposible para el resto de los mortales, y yo, aquí y hoy, afirmo que BLUE ÖYSTER CULT han estado dentro de ese 1%. ‘Astronomy’ es la obra inconfundible de unos fuera de serie y poco más resta decir. Lo que empieza en (05:26) sencillamente es que no lo voy ni a comentar, porque intentarlo es malgastar mi tiempo y el vuestro, así que todos raudos y veloces a conseguir una copia de ‘Secret Treaties’ y ya de rebote, una de las obras más brillantes y representativas del Rock clásico de cualquier época.

Me repito más que la sopa de ajo –lo sé- pero de veras insisto: Una colección sin este disco es ridículamente absurda. No tiene sentido alguno. No la entiendo. No la quiero.

Valoración: 9.7

Eric Bloom: Voz, Teclados & Guitarra
Donald "Buck Dharma" Roeser: Guitarra & Voz
Allen Lanier: Teclados, Sintetizadores & Guitarra
Joe Bouchard: Bajo & Voz
Albert Bouchard: Percusiones & Voz

Sello
CBS