1997: Me casé con un extraño (I Married a Strange Person!)

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Me casé con un extraño (I Married a Strange Person!)amazonSpamflix

Bill Plympton.
ME CASÉ CON UN EXTRAÑO (I MARRIED A STRANGE PERSON!).
8,5/10

Categoría: Película.
Guion: P.C. Vey y Bill Plympton.
Año: 1997.
País: Estados Unidos.
Género: Comedia, Acción, Musical.
Técnica: 2D.
Estudio: Plymptoons.
Idioma: Inglés.
Característica: Experimental, Imaginativo, Surrealismo, Humor Absurdo / Disparatado, Sexo, Amor, Irreverente.
Duración: 1h 15min.
Clasificación por edades: NR-18.
Streaming: Spamflix.

El primer largometraje de Bill Plympton es The Tune (1992), pero más que una película al uso, es un recopilatorio de los cortos musicales que había ido estrenando de 1990 a 1992. El resultado es singular, porque el animador estadounidense es uno de los más personales, y figuran numerosos momentos memorables o muy divertidos, pues es un creador especialmente ingenioso, pero el conjunto es también desigual. Se nota mucho que se dedicó a recopilar sus cortos, así que las partes nuevas eran un mero pretexto para enlazar unos con otros.

Me casé con un extraño, en cambio, es un proyecto más ambicioso y aquí lo que se nota es que el guion, coescrito junto a P.C. Vey, fue concebido expresamente para este largometraje, de modo que narra una sola historia. Por lo demás, todo sigue igual, así que es otro despliegue de imaginación y de aventurada animación que oscila entre las ocurrencias deudoras de la era dorada de los dibujos animados –Tex Avery es una influencia más que probable- y la vertiente más extrema y adulta del medio. Y por supuesto, el retorcido humor de Bill Plympton es constante, así que sus seguidores tienen más de una hora de entretenimiento y diversión asegurada.

El film presenta a un personaje protagonista que, debido a una rocambolesca peripecia, descubre que puede transformar objetos y personajes con el poder de su mente. Naturalmente, es una excusa para que Plympton pueda exhibir su talento para las transformaciones anatómicas -al estilo de Your Face (1987) o Push Comes to Shove (1992)- y su tendencia al surrealismo. Es justamente esa faceta la que depara algunos de los mejores momentos, como en la brillante visita a los padres de la mujer o la imaginativa escena sexual.

Lástima que el conjunto sea un pelín irregular por los frecuentes desvíos de la trama principal con el fin de incluir un gag más. En los 90, Bill Plympton funcionaba mejor en el formato de cortometraje, así que da la sensación de que asistimos a una suma de ocurrencias individuales más que a una película bien cohesionada. De hecho, aquí tampoco resistió la tentación de aprovechar uno de sus cortos, porque figuran varios fragmentos de Cómo hacer el amor a una mujer (1996): es sintomático que en este contexto no resulten tan divertidos. Tampoco faltan, por cierto, las canciones de Maureen McElheron, su colaboradora habitual, que convierte en dos extravagantes videoclips.

A pesar de todo, para sus seguidores es una recomendación segura y seguramente agrade también a los interesados por la más irreverente animación adulta.

Reseña Panorama
Puntuación
9
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