La saxofonista María Elena Ríos acusó en junio de 2023 al actor Tenoch Huerta de ser un "depredador sexual" y afirmó ser una de sus víctimas. Desde entonces, los señalamientos y las denuncias entre ambos no ceso, desencadenando una serie de eventos que impactaron profundamente en la industria del entretenimiento mexicano.
Todo comenzó con una denuncia en Twitter, donde María Elena Ríos afirmó que el podcast "El feisbuk de la Malinche" había publicado un episodio en el que ella participó sin su consentimiento, lo que desató una serie de reclamos sobre explotación laboral.
“Oye Marca de Poder Prieto no tiene consentimiento en difundir un material que no me quisieron pagar y que, así como este, en varios me explotaron para trabajarles gratis. ¿No aprenden verdad? Aparte de violentos por defender al depredador de Tenoch Huerta”, expresó María Elena Ríos.
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Por su parte, Tenoch Huerta emitió un comunicado en Instagram negando las acusaciones en su contra y afirmando que su relación con la activista fue consensuada en todo momento. También anunció acciones legales para proteger su reputación.
“Una acusación falsa y completamente sin fundamento sobre mí se ha extendido como fuego, y no puedo dejar que siga sin ser cuestionada. Hace aproximadamente un año, salí con Elena durante algunos meses. Fue totalmente consensuado en todo momento, como muchos pueden atestiguar”, señaló Tenoch.
Y agregó que fue una relación amorosa, cálida y de apoyo mutuo.
“Después de que terminó, Elena comenzó a tergiversar nuestras interacciones tanto en privado como frente a grupos de amigos en común. Como resultado, hace unos meses contraté un equipo legal para iniciar las acciones correspondientes para proteger mi reputación y refutar estas acusaciones irresponsables y falsas que puedan generar daños y perjuicios”.
La tragedia detrás de Tenoch Huerta y las acusaciones de abuso en su contra
En sus declaraciones, María Elena Ríos manifestó su frustración por la dificultad de denunciar el abuso emocional y de poder de un individuo amado por el público, como es el caso de Tenoch Huerta, conocido por su papel en el cine.
“Es muy difícil hablar del abuso emocional y abuso de poder de un depredador sexual que es amado en el mundo por interpretar a un personaje de una película como Tenoch Huerta. En apariencia encantador, la gran característica de un narcisista más una buena porción de victimización”, dijo Ríos.
Ella hizo hincapié en los obstáculos que enfrentan las víctimas en un entorno machista, donde la justicia a menudo es inalcanzable. Además, señaló que su relato sobre los eventos no busca fama ni dinero, sino justicia.
“¿Y por qué no denunciaste?’ Dicen los que viven en un país machista, donde la justicia es inalcanzable, donde casi te matan y ni aun así te creen ni llega la justicia. Y no, no quiero ser famosa. Y no, no quiero dinero porque sé trabajar”.
A medida que el conflicto escalaba, María Elena Ríos recibió amenazas de muerte y mensajes de odio, lo que la llevó a explicar por qué tardó en hacer públicas sus acusaciones y por qué no denunció antes.
“¿Por qué me tarde en hablarlo? Porque tengo un proceso. ¿Por qué no denuncié? Porque me dio miedo de que esto pasara: personas que se resisten a creer que un superhéroe es abusador, manipulador y depredador sexual. Si, tú Tenoch Huerta abusas porque sabes que tienes poder”, escribió la saxofonista en su cuenta de Twitter.
La actriz Fernanda Tosky respaldó a María Elena Ríos y compartió su propia experiencia negativa con Tenoch Huerta.
“Siempre supe que en algún día algo así iba a pasar. Yo tuve una experiencia muy fea con él y repito en MI experiencia, no fue un hombre con respeto en lo sexual. Solo vio por sus intereses. Me lastimo y me sentí muy enojada. Espero que paren sus abusos”, compartió Fernanda Tosky.
En respuesta, la saxofonista reafirmó su postura y denunció los intentos de intimidación por parte del actor y sus seguidores.
En su última declaración, María Elena Ríos defendió su verdad frente a los ataques recibidos y criticó la masculinidad que protege al presunto agresor. Este conflicto ha puesto en tela de juicio no solo la reputación de los involucrados, sino también la cultura de la masculinidad que a menudo encubre y perpetúa la violencia contra las mujeres.