Calendario juliano y pascua ortodoxa

Es sabido que el cristianismo vive repartido en diversas confesiones: católica, ortodoxa, evangélica, anglicana etc. Cada una de ellas tiene sus ritos propios aunque suelen coincidir en cuestiones fundamentales. La celebración de la pascua ha dado lugar a la estructuración del calendario actual en numerosos países del globo. En todo caso el calendario juliano es herramienta clave para entender las fechas de sus celebraciones.

Las fechas de la Pascua ortodoxa y católica no suelen coincidir porque el calendario litúrgico de las iglesias ortodoxas sigue el calendario juliano. Este es el que instauró en el año 46 a. C. Julio César en todo el Imperio romano, y es el calendario utilizado durante la vida de Jesucristo y durante la época de la Iglesia primitiva. Este calendario, con el paso del tiempo, acumuló un error en relación con el calendario astronómico y, por este motivo, en el año 1582 el papa Gregorio XIII promulgó un cambio de calendario para corregir estos errores. Se creó así el calendario gregoriano, que es el que sigue la Iglesia católica romana; actualmente hay una diferencia de 14 días de uno al otro.

En el primer Concilio Ecuménico, en el año 325 d. C., se determinó la manera de escoger para cada año la fecha de la celebración de la Pascua de Resurrección, y quedó fijada en el primer domingo después de la primera luna llena posterior al equinoccio de primavera. También quedó fijado que todas las iglesias cristianas debían celebrar la Pascua en la misma fecha. Durante muchos años fue así, pero a partir de la instauración del calendario gregoriano empezaron las diferencias en las fechas entre la Iglesia ortodoxa y la Iglesia católica romana.

Hay que mencionar también que algunas iglesias católicas siguen el calendario juliano. Así, en Barcelona hay una comunidad católica de rito oriental que también celebra la Pascua el mismo día que las comunidades ortodoxas. Se trata de una comunidad perteneciente a la Iglesia grecocatólica ucraniana. Por otra parte, en dicha ciudad se contabilizan siete templos ortodoxos.

Las iglesias ortodoxas son independientes unas de las otras y el jefe de cada iglesia suele recibir el título de patriarca. A menudo los patriarcados están vinculados a los diferentes estados mayoritariamente ortodoxos como Rusia o Rumanía. Además, el patriarca ecuménico de Constantinopla es el primado en honor entre todos los obispos ortodoxos orientales, preside en persona —o a través de un delegado— cualquiera de los concilios de los primados u obispos ortodoxos en los que toma parte y ejerce como portavoz principal de la comunión ortodoxa, especialmente en los contactos ecuménicos con otras denominaciones cristianas. Aun así, su autoridad es más bien simbólica y no tiene jurisdicción directa sobre los demás patriarcas u otras iglesias ortodoxas autocéfalas.

En todo el mundo ortodoxo las tradiciones en torno a la Pascua son diversas, pero en general coinciden en convertir la Pascua en una fiesta alegre para celebrar la resurrección de Jesús y la promesa de la vida eterna para las personas cristianas. El día más destacado, pues, es el Domingo de Resurrección. La noche del Sábado Santo al domingo se celebra la víspera de Pascua. Es costumbre también que muchas iglesias ortodoxas hagan una lectura y una procesión de velas fuera de la iglesia.

La Pascua va precedida por las siete semanas de ayuno de la Cuaresma, que se alarga también durante la Semana Santa. Se trata de unos días de preparación espiritual para las personas creyentes en que se practica la abstinencia de algunos alimentos y se intensifican la caridad y la oración. La Pascua suele ir acompañada de una mesa provista de platos tradicionales. En Rusia, por ejemplo, son costumbre los huevos de Pascua pintados, un pan dulce tradicional llamado kulich y un postre que se hace con requesón, pasas y especias, que se llama pasja. La forma de pirámide de este postre representa el santo sepulcro. De hecho, una de las tradiciones más importantes del mundo ortodoxo es la celebración del milagro del descenso del fuego al santo sepulcro de Jerusalén. Se trata de una fiesta familiar y comunitaria que este año se celebra durante la primera semana de mayo.
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(*) Profesor emérito.