No está nada claro, pero todo apunta a que Chris Finch, entrenador de los Minnesota Timberwolves, esté con el equipo en Denver para las semifinales de la Conferencia Oeste que comienzan el sábado.
El entrenador asistente de los Timberwolves, Micah Nori, dijo a los periodistas que la cirugía de Finch para reparar su rotura del tendón rotuliano el miércoles salió bien y que viajará a Denver si su recuperación inicial va según lo planeado.
"Todo salió bien. Su ánimo está notablemente alto", dijo Nori.
En la misma línea se pronuncio Mike Conley, el desgraciado protagonista del asunto, asegurando que "Está bien... hoy salió de la cirugía. No sabemos exactamente si estará en la banca o no".
Que llegue a tiempo para el partido una vez ya operado no es ninguna incógnita, el problema llega a la hora de determinar dónde se va a poner.
Tal y como Nori aseguró, el principal desafío es reconfigurar las sillas de una manera que funcione. Finch deberá estar fuera del peligro que supone estar cerca del juego y mantener extendida e inmovilizada su pierna operada quirúrgicamente. Si eso no funciona, Finch estará en el vestuario antes del partido y en el entretiempo, quedándose en un reservado mientras el partido esté en juego y comunicándose con sus asistentes por teléfono, una opción que no le gusta nada.
"Al estilo típico de Finchy, nos dijo: 'No quiero sentarme ahí y enviar mensajes de texto a alguien detrás del banquillo'", dijo Nori.
Finch sufrió la lesión en los minutos finales del cuarto partido en Phoenix en la serie de primera ronda de los Timberwolves.
Finch, de 54 años, quedó tercero en la votación de Entrenador del Año de la NBA después de llevar a Minnesota a un balance de 56-26 en la temporada regular.
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